Tras varios días de intensas lluvias y un panorama que resulta desolador para el sur y centro de Santa Fe –con zonas cubiertas por el agua y cientos de familias evacuadas– vuelven a formularse las mismas preguntas de cada inundación: ¿por qué suceden?, ¿qué se puede hacer?, ¿quiénes son los responsables? El ingeniero hídrico Elvio Cano ofreció algunas respuestas ante “una situación que se viene repitiendo y lamentablemente se agrava cada vez más”.
Para el especialista, “hay un cúmulo de causas, pero el detonante es la lluvia” que azota la región. “Hemos salido de casi 10 años de seca y lo que pasó es que en esos años no hubo inundaciones y la opinión pública se relajó, los funcionarios también, y no se tocó este tema. Ahora reeditamos los problemas”, evaluó. Entre los “detonantes” de esta situación mencionó el cambio climático y el “efecto Niño que se viene pronosticando desde hace más de un año”. Sin embargo, las causas de las inundaciones están vinculadas a un problema concreto: “El mal uso que hacemos de las cuencas, que es nuestro territorio a diario, es lo que hacemos en la ciudad, en la chacra; cuando tiramos todos los montes abajo”.
En diálogo con La Brújula de la Mañana por Radio Wox 88.3 Rosario, explicó que el modelo de agricultura deterioraba la tierra, porque “había una práctica de cultivo con pasos de arado que rompía la estructura del suelo y con eso la capacidad de filtración”. En contraposición, indicó que la “siembra directa busca recuperar la estructura del suelo”: “Si el agua infiltra, queda menos en superficie y se achican los volúmenes”, describió y, de esta forma, descartó las afirmaciones del jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, quien culpó a la siembra directa por las inundaciones en Buenos Aires.
Soluciones a largo plazo
Consultado sobre los caminos a tomar para evitar nuevas inundaciones, Cano remarcó la necesidad de ejecutar obras de infraestructura para “frenar la impermeabilización sostenida” del suelo. Si bien destacó las construcciones de puentes y defensas que se realizaron los últimos 30 años, así como los avances en el sistema de agricultura; sostuvo que debe llevarse adelante una planificación de las cuencas a largo plazo, es decir “que trasciendan uno, dos o hasta tres períodos de gobierno y que sean política de Estado”.
“El problema de las inundaciones se agranda porque la causa es el mal manejo que hacemos de los suelos, de toda esa agua que cae”, reafirmó. En ese orden, insistió en la posibilidad de “pensar un cambio serio y profundo” de las concepciones del manejo del suelo: “No hay que decir ‘acá hay que producir por generar divisas o plata’, hay que producir conservando el ambiente dándole sustentabilidad”, aseveró.
Finalmente, bregó por “una concepción de planificación mayor, que involucre a todos los actores naturales del proceso; y esos no son sólo los funcionarios sino también las organizaciones, el mismo productor y la gente de las ciudades”. Sólo a partir de ese trabajo, “se pueden implementar cuestiones de ingeniería que aporten soluciones a este problema”.
