Hace pocos días, el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov afirmó en una entrevista que Moscú ha demostrado durante mucho tiempo una “paciencia estratégica” con respecto a las acciones de Washington, pero que ahora en las relaciones entre Rusia y Estados Unidos “se han producido cambios fundamentales”.
Hace pocos días, el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov afirmó en una entrevista que Moscú ha demostrado durante mucho tiempo una “paciencia estratégica” con respecto a las acciones de Washington, pero que ahora en las relaciones entre Rusia y Estados Unidos “se han producido cambios fundamentales”.
Estas declaraciones se dan en momentos que se agrava el enfrentamiento entre estas potencias en Siria, en la que se cruzan mutuas acusaciones de crímenes de guerra.
Lavrov, el ministro del gobierno de Putin, en esta entrevista reproducida por Rusia Today, acusa a Estados Unidos de practicar “juegos muy peligrosos”, como dejar trascender que pueden atacar los aeropuertos de las Fuerzas Aéreas de Siria con misiles de crucero.
A esta bravuconada de los imperialistas yanquis, el imperialismo ruso responde con otra, pues, como dice Lavrov, “El deterioro de las relaciones de manera unilateral por los estadounidenses comenzó mucho antes de lo de Ucrania”, en referencia a las sanciones impulsadas por Estados Unidos tras la intervención rusa en Crimea.
Como reafirmación de este creciente enfrentamiento se han producido en los últimos tiempos desplazamientos de tropas de la OTAN a zonas cercanas a la frontera rusa, y la suspensión por parte de Rusia de la cooperación con Washington en materia de investigaciones nucleares y energéticas.
No podemos dejar de recordar a Lenin cuando analizaba que la disputa imperialista entre los monopolios se vale de todos los medios, llegando hasta la dinamita, porque “El capitalismo lleva a la guerra como la nube a la tormenta”, como decía el socialista francés Jean Jaurés. Día a día crecen los factores de guerra en el mundo, y los revolucionarios debemos redoblar nuestra denuncia de las guerras, agresiones y anexiones que se despliegan hoy en Oriente Medio y en otros lugares del planeta.