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02 de October de 2010

Aumentos brutales en las tarifas y los impuestos; despidos, salarios, planes sociales y jubilaciones de hambre: la política kirchnerista descarga la crisis sobre el pueblo. Paro nacional activo obrero, campesino y popular.

¡Abajo los tarifazos K!

Hoy 1253

1. ¡Abajo los tarifazos!

En medio de la crisis, el kirchnerismo descarga tarifazo tras tarifazo. Ahora le llegó el turno al gas con aumentos de hasta un 260%. La mentira K de que esos aumentos van "a los ricos", ya se desnudó en la suba de las tarifas de electricidad que llegaron hasta el 1.000% a desocupados, y en las expensas de departamentos que alquilan trabajadores o jubilados.

Los tarifazos van unidos a impuestazos: cargan el IVA y otros impuestos sobre el total de la boleta. Y como si esto fuera poco, le cargan a la boleta los negociados que planea el gobierno. La del gas viene con un "cargo" para un "fondo fiduciario" para la importación de gas por Enarsa. Esos "fondos fiduciarios" son cuentas que manejan Kirchner y De Vido a su antojo. Así es la política kirchnerista: castiga los bolsillos del pueblo con los tarifazos, y premia con aumentos a las petroleras y transportadoras de gas que no cumplieron con los contratos de exploración y siguen exportando desabasteciendo al país. No hay que olvidar que los Kirchner son petroleros, dueños del 15% de Repsol-YPF, y con empresas propias a través de sus testaferros Ulloa y Báez.

El bajón de los precios por la crisis, la caída de la producción por la sequía, y los impuestos confiscatorios al campesinado, a los originarios y a la burguesía nacional agraria, han llenado de odio a esas masas, contra el gobierno que las somete al castigo de impuestos confiscatorios.

Los tarifazos en el transporte, la electricidad, el gas, los peajes, etc., y el impuestazo que va unido a ellos, el IVA para los artículos de primera necesidad, las retenciones a las masas agrarias, son una política que descarga la crisis y saquea a los trabajadores y el pueblo en beneficio de "la caja K" y los monopolios y terratenientes "amigos" del gobierno.

El kirchnerismo se burla de la historia… así le va a ir. Fue un "impuestazo" en defensa del monopolio comercial de Inglaterra, especialmente en el té, lo que desencadenó la Guerra de la Independencia de Estados Unidos, en 1773, cuando tiran al mar el cargamento de tres barcos. Fue un impuestazo del rey, en medio del aumento de los alimentos lo que detonó la Revolución Francesa de 1789. Fue una manifestación de mujeres para peticionar contra el hambre, en febrero de 1917, la que inició la Revolución Rusa.

En la Argentina, en 1972, mientras la dictadura de Lanusse negociaba con los partidos del sistema el "gran acuerdo nacional", fue herida de muerte por el Mendozazo, la rebelión popular en esa ciudad por el aumento de las tarifas de electricidad. En el 2001, las masas de desocupados arrojadas al hambre, con las puebladas de Cutralcó, Tartagal-Mosconi, Libertador, los Jujeñazos y los cortes largos de La Matanza, prepararon el terreno para el Argentinazo del 19 y 20 de diciembre que barrió al gobierno de la Alianza. La rebelión agraria de 2008 fue la lucha contra un impuestazo.

El pan, las tarifas y los impuestos están presentes en las grandes páginas de la historia de los pueblos, muchísimo más que los negocios y las elecciones que tanto desvelan a los Kirchner. El movimiento popular que crece hoy en los barrios y pueblos contra los tarifazos, los impuestazos y el ejército de hambreados que va provocando la crisis, tiene un enorme futuro. Va incorporando a miles de mujeres y jóvenes a la lucha. Fortaleciéndose en los barrios y pueblos, uniéndose en multisectoriales, le va a torcer el brazo al gobierno.

2. De tristes y embroncados

Una encuesta realizada en la provincia de Buenos Aires, que manejan altos funcionarios del gobierno, es reveladora de la situación política.

De los encuestados, el 80% se siente "triste y desanimado" o "con bronca" (tristes el 28%, y embroncados el 52%); frente a un 16% "esperanzado" y un 2% "contento" (el 2% "no sabe o no contesta"). En el nivel "bajo-bajo" está "contento" el 0%, o sea ninguno. En el interior de la provincia la suma de "tristes y desanimados" y "con bronca" sube al 86,7%.

Así, según la encuesta, si Kirchner encabezara la lista bonaerense en las elecciones de octubre, tendría un empate técnico con una posible alianza de Solá-Macri-Narváez (31% a 30%). Si a la cabeza de la lista oficialista fuera el jefe de Gabinete Massa, obtendría el 25%, perdiendo frente a esa alianza (Solá-Macri-Narváez) que sumaría (36%); y si fuera el ministro del Interior Randazzo, perdería peor: 15% frente al 41% del mencionado acuerdo rival.

Esos son los datos oficiales de Buenos Aires, provincia sobre la que el kirchnerismo concentra "la caja". En las otras provincias, diez gobernadores peronistas buscan "provincializar" las elecciones, para "desprenderlas" del kirchnerismo que a esta altura consideran piantavotos, aunque no lo hacen público porque "sin las partidas del gobierno nacional no se puede gobernar". Uno de esos gobernadores oficialistas habría afirmado: "Nosotros siempre fuimos fieles a Néstor (Kirchner), pero no lo queremos acompañar más allá de la puerta del cementerio" (citas de La Nación, 7/2). Expresión de esto es el rechazo de Reutemann a la foto con Néstor o Cristina, resistiéndose a ir a Olivos y a viajar con CK a Venezuela y a España.

3. La enfermedad del "pato rengo"

En Estados Unidos se dice que un presidente es "pato rengo" cuando ya no puede ser reelecto y pierde poder. Néstor Kirchner quiso evitar ser "pato rengo" con la candidatura de Cristina, con la que hacían planes para gobernar 16 años. Pero les fue mal: este es el segundo turno de los Kirchner para el pueblo, que con su lucha los ha convertido en "patos rengos".

En las clases dominantes, todos parten de la base de que los Kirchner están muy debilitados, que es muy difícil que puedan ganar las elecciones del 2009, y aún ganando, perderían el control del Congreso. ¿Cómo gobernarían hasta el 2011? Lo que los desvela es la gobernabilidad, con un pueblo "triste" o "embroncado", y con el país sacudido por una brutal crisis económica.

Esto hace que los de arriba, mientras forcejean y disputan por las medidas económicas que les ayuden a zafar de la crisis, un amplísimo arco de fuerzas terratenientes y burguesas (¿también la cúpula de la iglesia católica?) realizan un gran operativo para frenar la combatividad obrera y popular y encausar todo a través de las elecciones hacia octubre. Están asustados por la perspectiva de que la brutalidad de la crisis y la fuerza del odio lleven a un estallido social imparable. Gran parte de las alianzas políticas que se están realizando tienen que ver con esto.

Así, la Sociedad Rural trabaja para "eludir el paro" agrario, planteando que el camino está en meter "candidatos en las listas" (Biolcati en La Nación, 8/2). Lo mismo puede decirse del mayor exponente de los pooles sojeros, Grobocopatel, que reclama que los problemas se resuelvan en "las mesas de debate; no en las rutas ni con escraches", (La Nación, 8/2). Digamos de paso que los cuzcos garroneros neokirchneristas, como Ferro del PO, con sus ataques a la lucha campesina, confluyen, como se ve, con la "oligarquía sojera".

El gobierno busca frenar las luchas, como se vio en las maniobras de Tomada y Piccinini en Villa Constitución, ofreciendo subsidios para dividir a los trabajadores contratados de los efectivos, ocultando que comienzan por los contratados y después van a seguir con los efectivos. Y también trabajan de "bomberos" fuerzas poderosas que quieren manejar en calma la "transición" al "poskirchnerismo", es decir, a lo que viene después de los K.

4. Un paro nacional activo

Los trabajadores, los chacareros y el pueblo, los que hicieron el gasto en la lucha contra la política kirchnerista, hambreados, despedidos, quebrados, no tienen tiempo hasta octubre: necesitan torcerle el brazo al gobierno ahora. Y lo que preparan los que juegan a octubre –o al 2011– va a ser "un paquete", atado con moñito y todo, por los de arriba.

Sólo cuando el Argentinazo sacudió la estantería política del sistema, torciéndoles el brazo a los de arriba, se arrancaron 2 millones de planes sociales, la pesificación de las deudas de los chacareros y Pymes, el no pago de la deuda externa, etc. Y sólo cuando la rebelión agraria se adueñó de las rutas, los pueblos y los barrios, el Congreso anuló la circular 125, mucho más por miedo que por convicción.

Ahora, avanza la rebelión contra los tarifazos, los impuestazos y el hambre. Se abre paso la lucha de los trabajadores en las fábricas contra las consecuencias de la crisis, y la de los estatales y docentes (se preparan paros en 12 provincias). Comienza un nuevo round de la lucha agraria: la bronca de las asambleas fue derrotando las gambetas de algunos dirigentes y el juego de bomberos de otros.

No somos ni hemos sido nunca partidarios del golpismo ni del caos: son los de arriba los que embarran la cancha y juegan sucio. Trabajamos para impulsar la lucha obrera, campesina y popular, y para que esas luchas confluyan a través de multisectoriales. Es el camino para garantizar un paro nacional activo, y un centro coordinador unitario, con un programa obrero, campesino y popular, patriótico y democrático, que tenga como eje que la crisis la paguen los que la provocaron y se llenaron los bolsillos, y no el pueblo. Así se crearán las condiciones para un gobierno de unidad popular, patriótico y democrático, que barra el poder oligárquico-imperialista y avance en el camino de la liberación nacional y social.