Cuando el gobierno de CFK derrochaba millones de pesos en los festejos del día de la democracia y los derechos humanos, el gendarme Walter Cardozo atropellaba con su coche a la familia qom Coyipé. La Sra. Celestina Jara falleció en el mismo momento y su nieta (de sólo 10 meses) Natalia Lila Coyipé murió al otro día. El esposo de Celestina y abuelo de la niña, Ricardo Coyipé recibió heridas de consideración, pero no quiso recibir atención en ningún hospital al temer por su vida. El juez actuante Gabriel Garzón (el mismo que actúa en el conflicto por tierras y en el asesinato de Roberto López), con la sola actuación policial, caratuló el caso de “homicidio culposo”, intentando de inicio imponer la calidad de accidente.
En declaraciones al semanario hoy y a otros medios nacionales e incluso internacionales, en contacto con la FM Qom, Coyipé dijo: “Fue a propósito. Nos arrastró como 100 metros la moto. Mi esposa murió al instante, le había destrozado el espinazo, las costillas. Tiró a la nenita para arriba y volvió a caer sobre el vidrio del auto. El vidrio le cortó la cabeza. Yo estaba tendido en el suelo y procuré levantarme. El tipo abrió su puerta y pensé que me iba a auxiliar. Pero, llegó y me dio una trompada y me pateó en el estómago y la espalda. Se encimó la familia que venía con él, todos son canas”.
Es extremadamente llamativo los numerosos casos de muertes y encubrimiento no sólo en Formosa sino también en Chaco o Santiago del Estero y en otras provincias. En Chaco, el asesinato del compañero Mártires López, que desde un primer momento, las autoridades le asignaron carátula de accidente. Es evidente que estamos ante casos de asesinatos por parte del Estado, y es presumible que sea un modelito nacional.
El día que asesinaron a Roberto López en la comunidad (ahora) Potae Napogná (La Primavera) el 23/11/2010 y casi a la misma hora, un policía de la brigada de investigaciones de Las Lomitas, atropelló y mató a Mario López, pilagá y representante de Mocafor, la justicia también actuó sobre el presunto accidente. En el último año la familia de Félix Díaz fue agredida en no menos de tres oportunidades: quemaron la casa de un sobrino, atacaron en patotas (los Celía) a uno de sus hijos, y el mismo Félix fue atropellado en la Ruta Nº2 provincial y la intersección con la Ruta nacional 86.
En relación con el ataque a la familia Coyipé, Félix Díaz nos decía que el gendarme Cardozo es de la zona, además que se conocían con Coyipé y agregó: “Esto fue un acto totalmente intencional, fue intento de homicidio porque Cardozo, después de atropellarlos, se bajó del auto y en vez de auxiliarlos, lo pateó al hermano. Siento, mucho dolor porque nos tratan de esta forma, mucha impotencia, mucha injusticia, porque en vez de ser escuchados nos tratan de esta manera, tratan de matarnos y nos discriminan.
En el reclamo territorial hay muchos intereses creados, entonces nos presionan de esta manera, hasta matándonos, para que abandonemos la lucha, pero nunca dejaremos esta lucha porque la sangre que se derrama es muy valiosa y ya nunca se podrá retroceder. Porque la vida no tiene precio, porque es igual que la tierra y la tierra es la vida misma para nosotros”, finalizó.