La presidenta Fernández dijo el miércoles pasado: “No hacemos agua. Algunos quieren que hagamos agua, pero no vamos a hacer agua”. Si solo se tratara del deseo de algunos, no tendrían razón de ser los “achiques de agua” desesperados que salió a hacer a los manotazos en el mercado de cambios. Tampoco los improvisados en materia de eliminación de subsidios, para no hablar de Aerolíneas o la no registrada suba de las tasas de interés.
La presidenta Fernández dijo el miércoles pasado: “No hacemos agua. Algunos quieren que hagamos agua, pero no vamos a hacer agua”. Si solo se tratara del deseo de algunos, no tendrían razón de ser los “achiques de agua” desesperados que salió a hacer a los manotazos en el mercado de cambios. Tampoco los improvisados en materia de eliminación de subsidios, para no hablar de Aerolíneas o la no registrada suba de las tasas de interés.
En el caso del dólar arrancaron con una verdadera “caza de brujas” a los pequeños ahorristas, que después pretendieron presentar como “una cruzada” contra los evasores y lavadores de dinero, con lo que hasta ahora han logrado que se paralicen operaciones inmobiliarias, importaciones, etc., y un mayor aumento en las tasas de interés, con el consiguiente achique para la economía. Visto el zafarrancho que armaron, la improvisación en materia de subsidios arrancó con una presentación edulcorada, ya que comenzó con las más evidentes inequidades (aunque uno tiene derecho a preguntarse porqué demoraron tanto en darse cuenta). Pero el tema de fondo es cómo piensan seguir.
Como ya adelantaron De Vido y Boudou en la primera presentación (ver hoy nº 1394), su idea es que los subsidios sean “personalizados”, es decir que solo lo reciban quienes lo “merezcan” a criterio del gobierno, los demás tendrán que pagar la tarifa plena. O sea que, en poco tiempo, volverán a pagar la misma tarifa que los de Puerto Madero o los countries, con lo que no será cierto que el ajuste solo lo van a pagar los más pudientes.
Ahora, en la segunda presentación, De Vido y Boudou avanzaron en decir cómo lo van a hacer. Con las boletas de enero vendrá un formulario de “declaración jurada” por el que uno tiene que justificar que necesita el subsidio, tipo certificado de pobreza, cuyos datos serán “cruzados” con los de la AFIP y la Anses. Si no llena el formulario o los funcionarios dicen que no se justifica el subsidio, la boleta vendrá con la tarifa plena, por lo que la amplia mayoría de los trabajadores y el pueblo será la que termine pagando en sus facturas la fiesta que todos estos años tuvieron los principales beneficiarios del modelo.
“Achique” agrario
La frase de la presidenta arriba mencionada la lanzó en un acto referido al riego agrícola, donde por primera vez dijo que según el Censo Agropecuario del Indec existen 276.581 explotaciones agropecuarias. Es decir, reconoció que bajo el gobierno de su marido y el de ella, se perdieron casi 57.000 productores desde 2002, cuando se registraban 333.532.
