“Disculpame por amenazarte con tu familia, sé que es feo pero no nos dejaste otra opción”, decía uno de los lamentables mensajes de texto supuestamente enviados por el secretario de Gobierno del municipio de Urundel e hijo del intendente, Néstor Pedroza (h) a una dirigente originaria de la zona. Amenazas, violencia de género, intento de soborno, discriminación a los pueblos originarios y acoso sexual grafican el hecho que ya se convirtió en una denuncia que ingresó al ministerio de Derechos Humanos de la provincia.
Cansada de los atropellos, víctima de la impunidad de los gobernantes de turno y de los jefes comunales que actúan como patrones de estancia, Romina Frías decidió romper el silencio ante El Tribuno.
De un destacado rol dirigencial en la comunidad originaria Ava Guaraní y en el naciente Partido del Trabajo y del Pueblo, Frías llamó la atención de la oposición de la zona y de funcionarios municipales. Quien habría tomado la posta y ensayado un ofrecimiento fue el secretario de Gobierno Néstor Pedroza. La propuesta divagó entre una oferta amorosa y laboral. Una semana antes de que termine diciembre se cruzaron por las calles de Urundel y Pedroza invitó a una reunión a la dirigente. Sin mucho convencimiento la joven acudió al encuentro.
“Entramos a su oficina y pidió que nadie lo moleste. Tiró un fajo de billetes de cien, un contrato y al lado una cajita color negro. ‘Esa plata gástatela en lo que vos quieras’, dijo y me exigió que firme el contrato como jefa de Textilería de un plan municipal. Abrí la cajita y tenía un anillo de compromiso por lo que me pidió que fuera su esposa”, recordó Romina. Frías rechazó de manera contundente las propuestas y de ahí en más comenzó el horror y el miedo para la joven dirigente.
Desmentida y versiones cruzadas
La denuncia ya está en los pasillos del Ministerio de Derechos Humanos y en los próximos días se realizaría una presentación judicial de parte de la víctima. Sin embargo, el supuesto agresor desmintió las versiones de la joven dirigente, no así la existencia de los mensajes de textos ni que hayan salido de su teléfono celular.
“Yo también podría ser víctima de esta situación”, advirtió a El Tribuno, Pedroza.
El funcionario de uno de los municipios de Orán aclaró que estaba al tanto de la existencia de esos mensajes pero negó de manera categórica que haya sido el autor de los mismos.
Pedroza reconoció que los mensajes “aparentaban” salir de su teléfono móvil e insinuó que su teléfono podría estar intervenido o en una situación irregular.
Por otra parte, manifestó que ya se puso en contacto con la familia de Romina Frías y que ofreció asesoría legal para aclarar las denuncias realizadas.
Sin embargo hay más de veinte mensajes de texto y uno de los pedidos de la defensa de la dirigente originaria es que se realicen las correspondientes pericias técnicas de los teléfonos celulares comprometidos, situación que complicaría al hijo del intendente.
