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02 de October de 2010

El jueves 25, el PCR de la Capital Federal cerró su campaña electoral con un acto en el Teatro Bambalinas.

Acto en la Capital Federal

Hoy 1273 / Cierre de campaña del PCR porteño

n un salón colmado, con el despliegue de banderas y carteles de las distintas zonas porteñas del Partido y la Juventud, y la destacada presencia de las barras juveniles, hablaron los compañeros secretarios de Sudoeste, Luciano Nardulli; Marta Ríos (Sudeste), Julia Rosales (Norte), y el coordinador de la Capital Federal, Gustavo Funes. También dirigió unas palabras el compañero Arnoldo Gómez, del Comité Central del PCR, refiriéndose al lanzamiento de la campaña financiera (ver pág. 5). Cerró el acto el secretario general del PCR, Otto Vargas (ver páginas centrales y 10).
El acto dio inicio con la entonación del Himno nacional y La Internacional, y con un minuto de silencio en homenaje a los caídos en la lucha popular. Luego se pasó un video basado en las 10 medidas que propone el PCR.
Los compañeros de la Capital llamaron al voto bronca, reivindicaron el camino de la lucha, y denunciaron en sus intervenciones la real situación de los trabajadores y el pueblo, detallando las consecuencias nefastas de las políticas tanto del gobierno nacional como de Macri. En todos estuvo el recuerdo del camarada Luis Cubilla, recientemente fallecido.
Se leyeron en el acto las adhesiones del diputado nacional Luis Lusquiños, y de Ricardo Zambrano, Graciela Torres y Diosmel Pérez, integrantes de la Coordinadora Multisectorial Sudoeste.
“Apostamos al
camino de la lucha”
El compañero Nardulli desarrolló la situación de la vivienda, denunciando “la liquidación de los planes de vivienda popular”, los manejos de la Comisión Municipal de la Vivienda, vaciada por Macri: “Las viviendas que se hacen son muy pocas, salen caras y son deficientes”, ya que para el gobierno porteño “la Capital es sinónimo de shopping y de negocios inmobiliarios”. Así dio el ejemplo que “hizo en tres meses el estadio para la Copa Davis, y hace 20 años que estamos luchando para que se construya el hospital de Lugano”. Planteó Nardulli cómo en estos años la organización Madres de Plaza de Mayo se transformó en una empresa constructora, y denunció la utilización por parte de Macri de patotas, como la Unidad de Control de Espacios Públicos, para desalojar a ocupantes de terrenos y casas tomadas. Reafirmó la necesidad de “un plan masivo de construcción de viviendas populares en la Capital, que resuelva el techo y el trabajo para millones”.
La compañera Marta Ríos (zona Sudeste) denunció la situación de los trabajadores en la ciudad “No se renuevan los contratos, no se repone al personal que se jubila, no se incorpora a los concursados, se paraliza la obra pública, se recortan conquistas y convenios con las cooperativas”. 
Describiendo el desastroso estado de los hospitales y salas de salud, relató que “en las salas de salud los trabajadores y profesionales se debaten entre atender a los chicos tirados en la calle, los embarazos adolescentes, la tuberculosis. Ahora roguemos que la gripe A no entre en los barrios pobres, porque va a hacer estragos”. Criticó también que la contaminación del Riachuelo sigue como siempre, y que el “paco” avanza: “Mientras las madres se organizan para sacar a sus hijos de este flagelo, Macri cierra los lugares de atención, Aníbal Fernández despenaliza y Kirchner blanquea la plata de los narcos”, afirmando el camino de la lucha para que “los jóvenes se capaciten y encuentren trabajo”.
A su turno, la secretaria de la zona Norte, Julia Rosales comenzó diciendo que “En la Capital Federal la gran mayoría hemos calado a fondo el doble discurso de la política K”, describiendo el reguero de luchas “que recorre diariamente las calles de Buenos Aires, y alertó “No es Macri-Michetti la salida para combatir el kirchnerismo”, describiendo su política: “Más ajuste para el pueblo, no gastar un peso en obras ni en sueldos dignos, aumento sideral de impuestos y tasas municipales…” Refiriéndose a los otros candidatos, afirmó Rosales: “Triste papel el del banquero Carlos Heller, chirolita al servicio de los monopolios de amigos, que tiene que salir a defender lo indefendible”, y “triste papel también el del Partido Obrero, neokirchnerista, porque tapando la palabra K de nuestras pintadas, capaz a cambio de unos pocos planes… son funcionales al kirchnerismo, y pagarán caro en la calle y en las urnas”.

“Macri tiene un plan”
Gustavo Funes comenzó analizando que Kirchner adelantó las elecciones porque “no le alcanzaba la caja para llegar a octubre”, y porque “las clases dominantes están interesadas en descargar el ajuste lo más rápido que se pueda”, que en estas elecciones “llamativamente nadie habla de la crisis, de los despidos, de la deuda externa…”.
Macri tiene un plan para la ciudad “que arrancó con el despido de 3.000 trabajadores municipales con el título de la guerra contra los ñoquis, y siguió interviniendo la OSBA con el cuento de la lucha contra la corrupción, para poder tener el negocio de las privatizadas y las prepagas”. Se refirió a los proyectos inmobiliarios, y al objetivo de la policía metropolitana, “la represión autónoma”. Funes aseveró que “el kirchnerismo en la Capital es una oposición bastante particular, que le votó el 70% de los proyectos a Macri en la Legislatura”.
Contó luego cómo el gobierno de la ciudad está amenazando a los directores de los hospitales, trabajadores de la salud y profesionales, porque “todos tenemos que poner el hombro” ante la gripe A, luego de “hachar el presupuesto para salud”, con lo que “hay médicos del Hospital de Niños que atienden más de 300 pibes por día”. Sobre la educación, afirmó: “en la ciudad más rica de la Argentina, los docentes tienen de básico $ 570, y conformado, de $ 1.590”, mientras subejecuta el presupuesto y las escuelas en los lugares más pobres no tienen gas. Sobre la vivienda, Funes dijo “De $ 500 millones, bajó el presupuesto a $ 100, ese es el plan de vivienda de Macri”.
En los tramos finales de su intervención llamó a “hacerle frente a Kirchner, hacerle frente a Macri, y hacerle frente a esta falsa oposición, no hay que legitimarlos con los votos, porque ellos quieren que la crisis la pague el pueblo, y nosotros queremos que la paguen los monopolios y los terratenientes”.