1. De mal en peor
El gobierno dice que estamos mal pero vamos bien. Eso no es lo que se siente por abajo, ni lo que dicen los números de la economía.
1. De mal en peor
El gobierno dice que estamos mal pero vamos bien. Eso no es lo que se siente por abajo, ni lo que dicen los números de la economía.
La economía viene cayendo desde setiembre del año pasado. La actividad industrial bajó un 7,9% en julio y un 8,5 en agosto, en relación a los mismos meses del 2015, (La Nación, 1/9/16, datos del Indec). Las exportaciones cayeron casi un 20% en agosto. Los sectores de la industria de mayor caída fueron: metalúrgica básica 14,2% (13,4% en un año), automotriz 12,2% (13,4% anual), tabaco 19,9%, alimentación 8,9%, papel y cartón 13,2%. La construcción se desplomó un 23,1% anual, los insumos (cemento, ladrillos, etc.) un 41,5%, y los puestos de trabajo 15,7%.
El único argumento que da el gobierno es la baja de la inflación en agosto. Es un argumento hipócrita, porque esa caída fue por la lucha popular que impuso el freno en el tarifazo al gas, y por la baja del consumo popular.
Estamos mal, vamos mal. Y no se ve que haya luz al final del ajuste macrista, como prometió Macri para este semestre y lo pateó para el 2017.
2. Los dólares de la felicidad macrista
“Ya empezamos a instrumentar 30 de las 48 reformas recomendadas por el G20, dijo Macri en la reunión del Grupo de los 20, que comandan las potencias imperialistas. Le fue muy bien en esa reunión.
Macri y el jerarca chino Xi Jinping acordaron profundizar la relación estratégica con China. Macri le dijo que “somos los países con mayor complementación del mundo”, y que tiene “buena predisposición” con los contratos firmados por Cristina K. El presidente chino lo felicitó: “Celebramos el avance de la Argentina con el tema de la deuda soberana y le damos la bienvenida nuevamente a los mercados internacionales, y que hayan vuelto al mundo”. Se relamía Xi Jinping con los negocios que hicieron los monopolios imperialistas chinos: Alibaba y Huawei (les abrió el comercio puerta a puerta con el inundará el mercado argentino), la Corporación Nuclear Nacional China (en enero comienza la construcción de una usina atómica con un contrato leonino), el presidente de Power China (la mayor empresa mundial de construcción de represas), Sany (maquinaria de construcción) y Gezouba (la constructora de las represas de Santa Cruz que empieza en octubre). Esas constructoras vienen por planes de vivienda y equipos para energía eólica y solar.
Obama también elogió a Macri: “Lo felicito por el éxito de las medidas económicas que está llevando adelante”. Cómo no lo va a elogiar con tantos ex funcionarios de bancos y monopolios yanquis que están en el gobierno argentino, y los acuerdos que negocian con sus patrones.
Macri se reunió con el jerarca ruso, Putin, acordando en avanzar en los acuerdos entre YPF y Gazprom, y se comprometió a activar los acuerdos sobre la represa Chihuido 2, y la construcción de una o dos centrales atómicas.
¡Cómo va a salir a flote el país con esta invasión de bancos y monopolios imperialistas!
La guinda del postre entreguista de Macri fue invitar a Temer, el presidente de Brasil que acaba de ser impuesto por el golpe institucional, a visitar la Argentina.
3. El poncho y los flecos
Después del porrazo con el tarifazo al gas, el gobierno, con mucho bombo, inició rondas de negociaciones políticas y gremiales. Las presenta como “diálogo” y “consensos”. Pero el futuro de la Argentina bajo el gobierno de Macri, en las cosas gruesas, se decidió en las negociaciones con las potencias imperialistas: ese es el poncho. El “diálogo” y “los “consensos” son sobre los flecos del poncho. Todo viene atado a garantizar la baja de los salarios, por eso Macri se opone a la reapertura de las paritarias; también viene atado a la flexibilización laboral, por eso Macri embiste contra el ausentismo, contra los juicios por accidentes de trabajo, y se opone a frenar los despidos. Además, la orden del gobierno es que si un sector (agrario o industrial) no sea “competitivo” con los precios del mercado mundial, se abren las importaciones. A todo esto se suman leyes que den garantías jurídicas a las inversiones imperialistas.
Esas son condiciones que le imponen a la Argentina para ingresar a la Organización Mundial de Comercio. También, para el ingreso en el Tratado del Pacífico, con los países que ya han firmado tratados de libre comercio con Estados Unidos (México, Colombia, Perú y Chile).
El objetivo del gobierno es lograr acuerdos para salir del embrollo de las tarifas al menor costo posible, y ganar tiempo, mediante la “paz social”, para recuperar la iniciativa para su plan de ajuste y entrega.
4. Crece la lucha y el debate en las masas
Desde el inicio del gobierno de Macri, el PCR, el PTP y la CCC definieron una posición justa de impulsar el golpe principal de la lucha popular contra la política de ajuste y entrega del gobierno de Macri. Discutimos contra la idea de que “las masas se habían derechizado” por el voto de sectores de esas masas a Macri; los hechos mostraron que expresaba el hartazgo de esos sectores con la política del gobierno K.
Nuestra línea de unidad para lucha se expresó en las calles, a días de asumir el nuevo gobierno; contribuyó, y en muchos casos encabezó, la lucha contra la política macrista.
Creció en las masas una situación de combatividad y deliberación, cada vez más amplia y profunda. Lo que llevó a que en los últimos 4 meses se movilizaran más de 800.000 personas: el acto de las 5 centrales obreras y los movimientos sociales del 29/4, el acto encabezado por la CTEP, la CCC y Barrios de Pie del 7/8, y la reciente Marcha Federal del 2/9.
La Marcha de la Resistencia fue encapsulada por el kirchnerismo en “Cristina conducción”. De inicio, la Marcha Federal fue sectaria, y no estaba claro su programa. En el recorrido de su preparación, fue ajustando un programa justo que golpeó a la política de ajuste y entrega de Macri, y unió un amplio arco de fuerzas. Así se llegó a una jornada exitosa, con gran participación popular, que contribuyó a crear condiciones hacia el paro nacional que plante al movimiento obrero, campesino y popular frente al ajuste y la entrega macrista.
Desde el PCR, no seguimos atentamente esos cambios en la preparación de la Marcha Federal, lo que hizo que participáramos limitadamente. Fue un error no haber impulsado a fondo nuestra participación. Reconocer el error nos ayuda a seguir impulsando, a fondo, la línea de unidad para la lucha contra el ajuste y la entrega de Macri en los próximos grandes hechos.
Las mujeres han sido protagonistas en las luchas y en jornadas en defensa de sus vidas. En esas condiciones marchan a un masivo Encuentro
Nacional en Rosario: un hecho decisivo que teñirá toda la política nacional.
La propuesta de la Federación Nacional Campesina, de realizar una Marcha Federal Multisectorial, exige trabajar con todas las fuerzas gremiales, sociales y políticas, dispuestas a unirse para golpear juntas, cada una con sus reclamos, al ajuste y la entrega, y aportar al paro nacional multisectorial.
5. Vamos por el paro nacional
Frente a la situación social, económica y política, nadie puede subestimar el reclamo que viene de abajo: unidad para la lucha en un paro nacional multisectorial para torcerle el brazo a la política que cede afuera y ajusta adentro.
El gobierno, al viejo estilo del imperio inglés del “divide y reinarás”, apuesta a la polarización con Cristina y los funcionarios kirchneristas implicados en la corrupción. Y Cristina y sus funcionarios apuestan a zafar de la justicia escondiéndose tras el movimiento social. Pero el pueblo argentino no come vidrio. Las luchas imponen una agenda social, y también, buscan una salida política que le haga pagar la crisis a los que juntaron la plata con pala antes y ahora.
Las condiciones son muy favorables para construir una gran unidad social y política, que se exprese en la lucha, en la política diaria y en las elecciones. La pelea por las personerías del PTP, el fortalecimiento del PCR, del Frente Popular y de los frentes en cada una de las provincias, son herramientas para trabajar para esa salida popular, patriótica, democrática, antioligárquica y antiimperialista.