—Ustedes son una de las delegaciones más numerosas, ¿cómo les fue en el viaje y en la escuela?
El viaje fue bueno, pero con muchísimo control de gendarmería. En la escuela en la que estamos, la 787, hubo una provocación la apedrearon y rompieron varios vidrios, por suerte no hubo heridas.
—¿En qué taller estuvieron y qué discusiones hubo?
—Estuvimos en el taller de adultas mayores. Hubo bastante gente, se abrieron dos talleres con unas 50 en cada uno.
Fue un taller muy opositor al gobierno de Macri, desde el inicio se habló de la crisis en relación al haber mensual, las jubilaciones de hambre, la reforma previsional, los fondos de sustentabilidad, las obras sociales, la organización y la lucha, los centros de jubilados de participación de adultos mayores, la marginación y despojo de bienes que se da en los geriátricos para aquellos que no tienen familia, que les cobran la jubilación y se quedan con sus propiedades.
Se contaron historias personales y lo que saltó es que no tienen un peso. En muchas familias la plata fija que entra es la jubilación y se la sacan o la usan. Algunas de las cosas que se dijeron: “Para que voy a enchufar la heladera vacía”, “Como una vez al día y elijo la noche porque aguanto más”, y “A la noche leche con vitina”.
Lo que tuvo más fuerza en el taller es cómo golpea la crisis y condiciona la vida de relación, la familia, la sexualidad.
Lo principal es crecer y lograr la participación de las mujeres en los barrios, pueblos o lugares. Tener distintas formas de organización como las multisectoriales que nos permitan derrotar la política de ajuste, endeudamiento y entrega de Macri junto al FMI.
Hoy N° 1740 24/10/2018
