El centro norte provincial, sobre el río Paraná y la Región Norte, sufre un nuevo flagelo pluvial con miles de familias evacuadas.
Santa Elena actualmente no tiene acceso por tierra: con el desborde del Arroyo Feliciano, por la caída de agua de la última lluvia, la ciudad está sitiada por el agua. Sus pobladores constituyeron un Comité de Emergencia.
El centro norte provincial, sobre el río Paraná y la Región Norte, sufre un nuevo flagelo pluvial con miles de familias evacuadas.
Santa Elena actualmente no tiene acceso por tierra: con el desborde del Arroyo Feliciano, por la caída de agua de la última lluvia, la ciudad está sitiada por el agua. Sus pobladores constituyeron un Comité de Emergencia.
Esta nueva calamidad se suma al ya histórico cierre del frigorífico Santa Elena que fue su principal fuente de trabajo que generaba más de mil puestos de trabajo directos.
Desde su ingreso por el Paraje Quebracho hasta el borde costero, otrora paraíso de la pesca, la localidad ubicada al noroeste de la provincia está pasando por una situación de emergencia extrema, situación que nos relata un compañero del Partido del Trabajo y del Pueblo de la localidad. Enumerando los frentes de necesidades a cubrir: uno más grave que otro.
“Estas últimas e intensas y persistentes lluvias más la crecida constante del río Paraná llevaron a que estemos pasando por una histórica y nunca vista inundación por desborde del Arroyo Feliciano que afecta directamente al paraje Quebracho y a su población toda.” Hay más de 400 evacuados en su escuela primaria Nº 48 Carlos María Onetti donde el agua ingresó literalmente; en la Escuela Agrotécnica Nº 151 “El Quebracho”, donde en sus galpones de cría y almacenamiento de insumos se está dando refugio a los evacuados. Un trabajo admirable que con solidaridad y compromiso se pusieron al hombro los docentes del establecimiento, función que no les compete, porque no hay presencia capacitada en emergencia del Estado. Por eso la población de Santa Elena en un gesto solidario está asistiendo y suministrando lo que se necesita.
Aislamiento por el agua
Este desborde de caudal de agua produce también el aislamiento total de la ciudad, pues el único acceso es la ruta provincial 48 y la ruta nacional 12, pero está cortado al tránsito totalmente, produciendo el desabastecimiento, la angustiosa espera para trasladar enfermos (dializados y emergencias no atendibles aquí) y toda la problemática social, sanitaria y económica que una inundación conlleva.
En cuanto al colapso en los servicios de salud, Santa Elena venía sufriendo el deterioro de los mismos tanto en lo edilicio como en lo funcional: no tiene las camas necesarias ni los insumos indispensables (los enfermos deben comprar el suero y llevarlo); no hay tecnología mínima para diagnóstico (rayos x, ecografía, etc.). Por lo que Hospital y Centro infantil están despojados de lo imprescindible. Con lo relatado anteriormente se agudiza aún más el colapso sanitario.
Las abundantes lluvias dentro de la ciudad provocaron mucho daño a las viviendas precarias y los barrios más humildes son los eternos perjudicados. Esto llevó a tener varios centros de evacuados (hacen de refugio cuatro escuelas, dos hospedajes, el autocamping) con un número importante de asistidos que depende en número de la variabilidad de precipitaciones.
La zona costera compuesta por barrancas ha ido sufrido deslizamientos de importante magnitud, por diferentes razones, y hoy nuevamente el clima agravó la situación. También sería tema de estudio la hidrovía, ya que el tránsito fluido por el canal cercano a la costa de Santa Elena produce intensas vibraciones llegando a los cimientos de las barrancas, otro factor más que provoca deslizamiento de suelo. Es por ello que están en peligro de derrumbe.
El pueblo toma en sus manos la organización
El pueblo tomó en sus manos la organización y la asistencia a los que más lo necesitan constituyendo el Comité de Crisis, preocupados y queriendo ocuparnos de buscar soluciones a lo que nos afecta como sociedad, haciendo prevalecer el bien común, y con derecho ciudadano de organizarnos para trabajar de manera orgánica, tener líneas de acción claras y directas, gestionar y peticionar ante quien corresponda, asistir con celeridad a la necesidad y emergencia, y ser atendidos y escuchados como corresponde, como ciudadanos por aquellos que tienen el deber de servir en su función de gobernar.
Funcionan como Centros de Evacuados: un único y deteriorado Hospital público, tres instituciones educativas. Dos populares y sexagenarias instituciones deportivas, la Iglesia Histórica y el Complejo Potabilizador de agua.