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04 de September de 2013

Hace cinco meses, los obreros de la empresa Allocco están luchando por mantener sus fuentes de trabajo. 

Allocco, historia de un nuevo vaciamiento

Villa Gobernador Gálvez, Santa Fe

Una oscura trama de “ventas” que no son tales y pasivos dudosos, hizo que esta empresa emblemática en la fabricación de máquinas para la extracción de aceites, cayera en una total postración. Como afirman los obreros:

Una oscura trama de “ventas” que no son tales y pasivos dudosos, hizo que esta empresa emblemática en la fabricación de máquinas para la extracción de aceites, cayera en una total postración. Como afirman los obreros:
“Una empresa nacional, que atiende un rubro clave en la economía argentina, que permite agregarle valor a la producción agraria (para no ser simples exportadores de materias primas), es víctima de una maniobra fraudulenta de una empresa extranjera”, (citado por los trabajadores en un volante dirigido a la comunidad). 
 
Breve reseña de la empresa
Allocco es una empresa radicada en la ciudad de Villa Gobernador Gálvez desde la década del ‘60. Vendía plantas aceiteras llave en mano en todo el mundo y tenía en su cartera de clientes como Renova, AGD, Bunge, Vicentín, Molinos, entre otras. Se especializó en maquinaria para la preparación de la semilla, un paso previo a la extracción del aceite. A la vez producen los repuestos y realizan reparaciones en la propia planta. La misma consta de una dimensión de 7.500 m2. Trabajan 130 empleados de los 250 que llegó a tener en el 2002.
Precisamente en ese año tramita y logra el sello CE y esto le permite entrar en la Comunidad Europea, fue el comienzo de una gran expansión ya que logró exportar a Europa, Asia, y América Latina, manteniendo el mercado interno. Aquí entra a jugar Desmet, una empresa belga que no tiene fabricación propia y contrata el trabajo de terceros, para poder acceder a un negocio que es número uno en el mundo, es decir la extracción del aceite. Esto lleva a esta empresa a tratar de quedarse con Allocco, en el 2008. Esto deriva en la composición de una UTE por medio de la cual Desmet se hace cargo de la venta de la producción de Allocco en todo el mundo, excepto en los países limítrofes y en el mercado interno. La presión siguió y por el año 2010 Allocco comienza a delinear la idea de desprenderse de la empresa. Para ello contratan a una consultora y según ellos los números ya no eran nada positivos.
A mediados del 2010 aparece un ingeniero eléctrico, Héctor Feole, como nuevo director. Todo indica que éste era el hombre para hacer desde adentro el traspaso de Allocco hacia Desmet. El 22 de junio de 2011 es designado Feole como presidente del Directorio y Fernando Jorge Markous (hermano del actual dueño de la empresa y a su vez directivo de primera línea de Desmet) como director titular. Este fue el año que mayor expansión tuvo la empresa con una facturación de 36 millones de pesos. Incluso con órdenes de compra con por los menos seis plantas más en Europa. 
Aquí viene lo contradictorio, o no tanto. Cuando mayor era la capacidad de trabajo de la empresa, viene un alto directivo de Desmet y ordena sacar gente de la producción y tercerizar el 50% de la misma. Inexplicable, a menos que se entienda que ya estaba la resolución tomada de liquidar Allocco y que todo quedara en manos de Desmet a través de Marcelo Markous. Cosa que ocurrió quedándose con el paquete accionario de la empresa.
Todo lo expuesto viene ocurriendo ante la pasividad del gobierno nacional, provincial y municipal. Si tenemos en cuenta que ésta es una empresa de industria nacional, enclavada en la zona cerealera y exportadora de alimentos más importante del país, como es la provincia de Santa Fe, ¿no se toma ningún tipo de medidas para salvarla y ponerla nuevamente en producción? Preguntamos esto en función de que el gobierno de Cristina se autoproclama “nacional y popular”. Y para ello no hace falta mucho. Tan sólo reintegrarle a la empresa por parte del gobierno nacional la suma de doce millones de pesos en concepto de IVA y derecho de exportación. Una bicoca para los números que aparecen diariamente de dinero pesado en bolsas para fines bastantes oscuros. Y el gobierno de la provincia, ¿no se va a poner a la cabeza en defensa de una industria tan importante, reclamándole a la nación una urgente solución? Por último ¿el intendente y los concejales se van a seguir haciendo los distraídos? No se conoció una sola declaración ni antes, ni durante, ni posterior a las elecciones sobre el tema.
Los obreros se organizan
Mientras tanto, los obreros intentan organizarse como pueden, ante el casi total abandono por parte de su sindicato, la UOM, que los estuvo entreteniendo con la posibilidad de gestionar un presunto “inversor”. Aclaremos que hace cinco meses que no cobran sus sueldos, todo lo que han recibido es $1.000 a cuenta y un subsidio de la provincia por única vez por $1.000. Una vergüenza si se tiene en cuenta de los números de los que venimos hablando. Han ido de menor a mayor. 
Cuando vieron que nadie hacía nada, sacaron el conflicto para afuera y organizaron una Multisectorial en la fábrica. A ella concurrieron organizaciones sociales y partidos políticos, quienes se pusieron a disposición. Posteriormente se solidarizaron la CGT, el Sindicato de Dragado y Balizamiento, el Colegio de Abogados, a través de la Comisión de DDHH y muy importante, la Pastoral Social, es decir la Iglesia Católica. Unas de esas organizaciones, Amas de Casa del País, propuso que se organizaran las mujeres de los obreros, con la postura de que los conflictos se pueden “quebrar” o ganar según se integren o no las mujeres. Y esto dio su resultado con la constitución de una asamblea de 30 mujeres. 
El 28 de agosto se organizó una marcha a la Anses, para reclamarle a la Nación el pago de los doce millones de pesos. Tuvo gran concurrencia inclusive de numerosos delegados de otras empresas metalúrgicas de la zona y de Villa Constitución, y representantes de la CGT de Rosario y de la CTA lo que obligó a la UOM a hacerse presente y recibir las críticas por el lamentable papel jugado hasta ese momento.
La última asamblea resolvió convocar a todos los metalúrgicos y al pueblo en general a conmemorar el Día del Metalúrgico (7 de septiembre) en las puertas de la fábrica a partir de las 10 de la mañana y exigir a la UOM de Rosario la realización de un paro solidario.
Conclusión: es un conflicto difícil, pero estamos en presencia de una empresa viable. Todo dependerá del grado de movilización de los compañeros y sobre todo de su unidad ante los embates del desánimo o el jueguito de los posibles inversores, y de la solidaridad de la clase obrera y el pueblo de la región. 
 
Corresponsal
 Una oscura trama de “ventas” que no son tales y pasivos dudosos, hizo que esta empresa emblemática en la fabricación de máquinas para la extracción de aceites, cayera en una total postración. Como afirman los obreros:
“Una empresa nacional, que atiende un rubro clave en la economía argentina, que permite agregarle valor a la producción agraria (para no ser simples exportadores de materias primas), es víctima de una maniobra fraudulenta de una empresa extranjera”, (citado por los trabajadores en un volante dirigido a la comunidad). 
 
Breve reseña de la empresa
Allocco es una empresa radicada en la ciudad de Villa Gobernador Gálvez desde la década del ‘60. Vendía plantas aceiteras llave en mano en todo el mundo y tenía en su cartera de clientes como Renova, AGD, Bunge, Vicentín, Molinos, entre otras. Se especializó en maquinaria para la preparación de la semilla, un paso previo a la extracción del aceite. A la vez producen los repuestos y realizan reparaciones en la propia planta. La misma consta de una dimensión de 7.500 m2. Trabajan 130 empleados de los 250 que llegó a tener en el 2002.
Precisamente en ese año tramita y logra el sello CE y esto le permite entrar en la Comunidad Europea, fue el comienzo de una gran expansión ya que logró exportar a Europa, Asia, y América Latina, manteniendo el mercado interno. Aquí entra a jugar Desmet, una empresa belga que no tiene fabricación propia y contrata el trabajo de terceros, para poder acceder a un negocio que es número uno en el mundo, es decir la extracción del aceite. Esto lleva a esta empresa a tratar de quedarse con Allocco, en el 2008. Esto deriva en la composición de una UTE por medio de la cual Desmet se hace cargo de la venta de la producción de Allocco en todo el mundo, excepto en los países limítrofes y en el mercado interno. La presión siguió y por el año 2010 Allocco comienza a delinear la idea de desprenderse de la empresa. Para ello contratan a una consultora y según ellos los números ya no eran nada positivos.
A mediados del 2010 aparece un ingeniero eléctrico, Héctor Feole, como nuevo director. Todo indica que éste era el hombre para hacer desde adentro el traspaso de Allocco hacia Desmet. El 22 de junio de 2011 es designado Feole como presidente del Directorio y Fernando Jorge Markous (hermano del actual dueño de la empresa y a su vez directivo de primera línea de Desmet) como director titular. Este fue el año que mayor expansión tuvo la empresa con una facturación de 36 millones de pesos. Incluso con órdenes de compra con por los menos seis plantas más en Europa. 
Aquí viene lo contradictorio, o no tanto. Cuando mayor era la capacidad de trabajo de la empresa, viene un alto directivo de Desmet y ordena sacar gente de la producción y tercerizar el 50% de la misma. Inexplicable, a menos que se entienda que ya estaba la resolución tomada de liquidar Allocco y que todo quedara en manos de Desmet a través de Marcelo Markous. Cosa que ocurrió quedándose con el paquete accionario de la empresa.
Todo lo expuesto viene ocurriendo ante la pasividad del gobierno nacional, provincial y municipal. Si tenemos en cuenta que ésta es una empresa de industria nacional, enclavada en la zona cerealera y exportadora de alimentos más importante del país, como es la provincia de Santa Fe, ¿no se toma ningún tipo de medidas para salvarla y ponerla nuevamente en producción? Preguntamos esto en función de que el gobierno de Cristina se autoproclama “nacional y popular”. Y para ello no hace falta mucho. Tan sólo reintegrarle a la empresa por parte del gobierno nacional la suma de doce millones de pesos en concepto de IVA y derecho de exportación. Una bicoca para los números que aparecen diariamente de dinero pesado en bolsas para fines bastantes oscuros. Y el gobierno de la provincia, ¿no se va a poner a la cabeza en defensa de una industria tan importante, reclamándole a la nación una urgente solución? Por último ¿el intendente y los concejales se van a seguir haciendo los distraídos? No se conoció una sola declaración ni antes, ni durante, ni posterior a las elecciones sobre el tema.
Los obreros se organizan
Mientras tanto, los obreros intentan organizarse como pueden, ante el casi total abandono por parte de su sindicato, la UOM, que los estuvo entreteniendo con la posibilidad de gestionar un presunto “inversor”. Aclaremos que hace cinco meses que no cobran sus sueldos, todo lo que han recibido es $1.000 a cuenta y un subsidio de la provincia por única vez por $1.000. Una vergüenza si se tiene en cuenta de los números de los que venimos hablando. Han ido de menor a mayor. 
Cuando vieron que nadie hacía nada, sacaron el conflicto para afuera y organizaron una Multisectorial en la fábrica. A ella concurrieron organizaciones sociales y partidos políticos, quienes se pusieron a disposición. Posteriormente se solidarizaron la CGT, el Sindicato de Dragado y Balizamiento, el Colegio de Abogados, a través de la Comisión de DDHH y muy importante, la Pastoral Social, es decir la Iglesia Católica. Unas de esas organizaciones, Amas de Casa del País, propuso que se organizaran las mujeres de los obreros, con la postura de que los conflictos se pueden “quebrar” o ganar según se integren o no las mujeres. Y esto dio su resultado con la constitución de una asamblea de 30 mujeres. 
El 28 de agosto se organizó una marcha a la Anses, para reclamarle a la Nación el pago de los doce millones de pesos. Tuvo gran concurrencia inclusive de numerosos delegados de otras empresas metalúrgicas de la zona y de Villa Constitución, y representantes de la CGT de Rosario y de la CTA lo que obligó a la UOM a hacerse presente y recibir las críticas por el lamentable papel jugado hasta ese momento.
La última asamblea resolvió convocar a todos los metalúrgicos y al pueblo en general a conmemorar el Día del Metalúrgico (7 de septiembre) en las puertas de la fábrica a partir de las 10 de la mañana y exigir a la UOM de Rosario la realización de un paro solidario.
Conclusión: es un conflicto difícil, pero estamos en presencia de una empresa viable. Todo dependerá del grado de movilización de los compañeros y sobre todo de su unidad ante los embates del desánimo o el jueguito de los posibles inversores, y de la solidaridad de la clase obrera y el pueblo de la región.