1 – Masivo repudio a Bush
La gira del presidente yanqui por varios países de América Latina mostró el gigantesco repudio popular al imperialismo yanqui en toda la región. Hubo combativas movilizaciones antiimperialistas en todos los lugares que pisó Bush. En muchos lugares las marchas enfrentaron la represión para manifestar el rechazo al genocida Bush y a las posiciones complacientes o conciliadoras de sus gobiernos. En naciones por las que no pasó Bush, se realizaron grandes actos y movilizaciones, como en la Argentina y Bolivia.
El Bush que visitó América Latina es, como bien dijo Hugo Chávez en el acto de Ferro, “un cadáver político”. Empantanado en Irak y Afganistán, los yanquis debieron abrir negociaciones con Irán y Siria (definidos como parte del “eje del mal”), y con potencias rivales como Rusia, China y las de Europa, a la búsqueda de alguna fórmula para una salida de Irak que encubra la derrota. También, Bush sufre la oposición interna del nuevo Congreso, dominado por la oposición, que va ventilando las mentiras con que pretendió justificar las guerras, y las lacras del genocidio.
Un volcán
La burguesía yanqui pudo comprobar en el viaje de Bush el volcán de odio antiimperialista en que se ha convertido su “patio trasero”. Sus aliados incondicionales se han reducido a los gobiernos narco-paramilitares de Colombia y Guatemala. O el de México, jaqueado por su origen fraudulento. Los gobiernos reformistas sin reformas, que buscan nichos de negocios en el gran mercado yanqui, como el de Lula en Brasil y Tabaré Vázquez en Uruguay, son expresión de oligarquías nativas asociadas a potencias rivales de los yanquis. Esto es lo que los lleva a adoptar ante Bush posturas “realistas” (como le llama ahora Mariano Grondona a lo que antes, cuando defendía la penetración rusa en la Argentina, definía como la “necesidad” de estar “en Occidente, por ahora”). El rechazo a esta política es lo que lleva a que sectores del PT en Brasil y el Frente Amplio en Uruguay, a denunciar la traición de sus dirigentes y a sumarse a las fuerzas antiimperialistas que se movilizaron contra Bush.
La “alianza” para la producción de etanol que negocian Bush y Lula, está “bañada en sangre, sudor y muerte” de un millón de trabajadores y campesinos cañeros, en un sistema de “esclavitud camuflada” que solo el año pasado, en San Pablo, provocó la muerte de 17 personas, según denunció un organismo estatal brasileño (La Nación, 13/3).
2 – Fuera Bush y el imperialismo
En la cancha de Ferro se realizó el acto de repudio a la gira de Bush que tuvo como único orador a Hugo Chávez. El acto, coordinado por las Madres de Plaza de Mayo, tuvo la adhesión de numerosas organizaciones. Sus consignas fueron: Fuera Bush y el imperialismo; Bienvenido presidente Chávez, Unidad Latinoamericana.
El acto llegó a toda Latinoamérica y el mundo a través de Telesur, en cuyas pantallas se pudieron, ver en varias ocasiones, carteles del PCR, la JCR, la CCC y la CEPA, y las imágenes de Mao. Además, delegaciones de esas organizaciones participaron de un gran acto antiimperialista en Montevideo. También, se realizó la jornada nacional convocada contra Bush y el imperialismo, convocada por el plenario nacional de los Desocupados de la CCC. Y en la Capital Federal, participaron en la marcha a la embajada yanqui.
El acto de Ferro fue acordado por los gobiernos de Venezuela y la Argentina, en las negociaciones entre los dos países. En esas negociaciones, Kirchner logró financiamiento externo (se habla de 3.000 millones de dólares), y negocios grandes para monopolios petroleros, del acero (Techint) y sojeros (Grobocopatel).
Luego, el gobierno de Kirchner trató de achicar el acto: quería que se hiciese en el Luna Park, con 6.000 personas, en lugar de Ferro donde se reunieron 30.000; y realizó gestos para “despegarse” de su contenido.
Países en disputa
Chávez hizo una dura condena a Bush y al imperialismo yanqui. Habló del volcán que es hoy América Latina. Criticó, sin nombrar, a los gobiernos que negocian con los yanquis en nombre del “no puedo” o “no me dejan”. Rescató la historia de lucha por la emancipación y la necesidad de la unidad latinoamericana.
Hay reglas de juego de la diplomacia por las que Chávez agradeció a Kirchner la posibilidad de hacer el acto en Buenos Aires. Hay, también, una política del Estado venezolano que aprovecha que Kirchner no es “del palo yanqui”. Pero las referencias de Chávez a Kirchner fueron más allá de la diplomacia, concibiendo la lucha de toda América Latina como un gran frente único antiyanqui. En nuestros países los yanquis son un enemigo poderoso, artero, pero en varios casos como el de la Argentina, no son el imperialismo hegemónico. Hay países como el nuestro, que son disputados por varios imperialismos; y ésta es, precisamente, una de sus características en la lucha por la liberación.
Así se puede comprender bien a Kirchner y su política dual hacia Estados Unidos: por un lado accede a que Chávez haga el acto “anti-Bush” en Buenos Aires; y por el otro, mantiene serios acuerdos con los yanquis sobre Irán y Haití, firma convenios sobre el terrorismo, el narcotráfico, el lavado de dinero y la “no proliferación” nuclear. Esas posiciones tienen que ver con la política de los grupos monopolistas y terratenientes asociados a sectores europeos y rusos, y más aún a la creciente presencia china.
3 – Sigue la pulseada salarial
Mientras el gobierno inventa índices de pobreza o de salarios cada vez más “bonitos”, la Argentina es señalada por organizaciones internacionales como uno de los países de mayor crecimiento en el tráfico de trabajo esclavo y explotación sexual. En provincias como las del noreste, con “gobernadores K”, el tráfico de jóvenes para el trabajo esclavo o la prostitución se promociona en los diarios.
Entretanto, las paritarias siguen en plena negociación. Los jerarcas de la CGT usurpan conquistas obreras ganadas con la lucha, como la de los petroleros por el aumento del mínimo no imponible, o la de los empleados de comercio con el doble jornal del domingo. El año pasado, la dirección de la UOM, por chupamedias del gobierno y las patronales, acordó salarios de los metalúrgicos muy atrasados. Ahora, frente a la presión que viene de algunas fábricas, “amenaza” con “hacer algo”; otro tanto ocurre en fábricas mecánicas y de otros gremios.
Las provincias dicen no tener plata para aumentos a los docentes y los estatales, y para presupuesto social, de salud, de educación, etc. Pero se ha publicado que el 1% de lo recaudado para la coparticipación federal, que pertenece a las provincias a través del fondo de ATN, ya suma $ 4.286 millones, que el gobierno nacional no les entrega para hacer frente a emergencias, sino que lo usa para financiar su campaña electoral.
La lucha docente sigue avanzando. En muchas provincias es masiva y con estado asambleario. Crece la bronca contra Yaski que le da la espalda al reguero de conflictos, mientras se lo ve atareado en las negociaciones electorales de Filmus con Heller, Ibarra y Bonasso. También, brotan los reclamos salariales de los estatales.
El viernes 16, el movimiento de desocupados marcha a la jornada de lucha nacional unitaria por sus reclamos, aprobada en el plenario de la CCC en Gualeguaychú.
Los trascendidos de que la Barrick Gold se iría del Famatina, ante la combativa oposición de la población riojana, tonifican al movimiento ambientalista. Más aún cuando la Barrick es uno de los monopolios más “amigos” del gobierno K.
Por otra parte, ya se habla de un nuevo paro agrario ante la falta de respuesta a la mayoría de los problemas planteados por los productores, particularmente los de las zonas trigueras y ganaderas.
En ese clima, siguen los preparativos para las jornadas del 24 de marzo y el 2 de abril.
Como se ve, mientras los de arriba siguen fabricando candidatos electorales, los de abajo siguen avanzando con sus luchas, y castigan con el voto bronca como en Corrientes y Catamarca.