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27 de June de 2018

Con la devaluación usureros y monopolios imperialistas festejan

Argentina “mercado emergente”

Luego de casi tres meses de corridas cambiarias, el Banco Central, ahora en manos del ex ministro de Finanzas Luis Caputo, parece haber tranquilizado al mercado cambiario, al menos temporalmente, con el compromiso de una oferta diaria de 100 millones de dólares por 75 semanas. En lo que también ha incidido en estos días, el ingreso de dólares a cuentagotas iniciado por las cerealeras imperialistas, al nuevo precio de $27-28 por dólar, por cereales que pagaron a los productores al equivalente de $18-20 el dólar. Pero no puede hablarse de una estabilidad duradera, con tasas de interés del 47% y los condicionamientos que impone el pacto con el FMI (ver “No al pacto entreguista”, hoy número 1717).
A esto se agregó la decisión de Morgan Stanley Capital International (MSCI) de cambiar la calificación financiera de Argentina, de mercado de “frontera” a mercado “emergente”, para mayo de 2019. Calificación que habilita a los llamados fondos institucionales (por ejemplo, los que manejan los fondos de pensión en los países imperialistas) a comprar bonos y acciones de nuestro país. Pero, según Delphos Investment no todo fue color de rosas, ya que los argumentos esbozados nos dejaron la sensación que “entramos por la ventana”. Básicamente no se resaltaron las fortalezas, cambios y tendencia de las reformas, sino que se mencionó la contundente opinión favorable de los inversores como razón principal. “Dicho esto, MSCI se guardó la potestad de excluirnos en caso de que la crisis actual termine aplicando medidas que afecten los movimientos de capitales. Es decir, las miradas siguen posadas en ‘Toto’ y sus artilugios para desactivar la ‘bomba’ de las Lebac”, dice Delphos (Clarín, 22/6/2018).
El cambio de opinión de los inversores a que se refiere Delfos –respecto de la opinión que todavía tenían en 2017 cuando no cambiaron la calificación–, no se fundamenta en que consideren que la economía argentina hoy esté mejor, por lo que no arriesgan opinión al respecto. Es fundamentalmente por el avance que esos inversores han tenido en la colocación de sus personeros en los cambios del Banco Central, particularmente con Luis Caputo y Gustavo Cañonero, es decir los poderosos JP Morgan yanqui, el Deutsche Bank y el Fondo Templeton, principales saqueadores con las Lebac, y que ahora coincidentemente con el FMI ponen como condición su “desarme” por el volumen alcanzado. El cambio de calificación les permitiría colocar los bonos y acciones que acumulan de Argentina, a precios mayores en Wall Street, con el ingreso ahora habilitado a los “fondos institucionales” (los fondos de pensión allí terminarán siendo los “patos de la boda”, si se produce una “cesación de pagos” por parte de Argentina).

 

Hoy N° 1723 27/06/2018