En momentos en que Cristina Kirchner pronunciaba su discurso ante el Congreso, golpeaba a los docentes, se olvidaba de la inflación y el Indec, y vendía espejitos de colores a troche y moche, miles de personas sufrían en el Gran La Plata una de las peores inundaciones de la historia de la región.
Pasaron muchas cosas ese jueves 28 de febrero, que los medios silencian hasta hoy, como cómplices del gobierno y los poderosos. Y por vez primera, se inundaron con pérdidas muy importantes, infinidad de viviendas de gente de clase media y burguesía de la zona.
Después de tantos años de descuido de la cuestión hídrica, de falta de dragado y limpieza de arroyos, de rellenos no planificados con estudios serios, de obras con falencias como la de la autopista La Plata-Bs. As. (que según dicen el proyecto inicial, era de construcción sobre pilotes, pero termino haciéndose en terraplén, para abaratar costos), todas cuestiones que ahondaron todos los riesgos latentes. Pero los aproximadamente 90.000 perjudicados no se callan la boca.
Sobre la autopista está el testimonio de un turista suizo, que en el pico de la inundación transitando sobre la misma hacia La Plata y sobre la mano izquierda, mostró que había un mar de agua y en el margen derecho no había agua acumulada. Lo que habla del verdadero dique en que ésta, se ha convertido para las aguas que deberían escurrir hacia el Río de la Plata.
Muchas preguntas y pocas respuestas: ¿qué hay de cierto sobre que en el Country San Facundo, ubicado en la localidad de Joaquín Gorina, que posee compuertas para evitar el ingreso de agua de las inmediaciones, cuando ésta comenzó a subir en los barrios aledaños –con predominio de clase media acomodada– la gente se organizó, cortó los alambrados, redujo al personal de seguridad y abrió las compuertas, inundándose también San Facundo, lo cual alivió en parte a la zona lindera?
¿Quién puede desmentir que en el Country Grand Bell fue peor? Allí pasa el arroyo Rodríguez, sin dragado por cuestiones estéticas e incluso se ha construido un puentecito muy bonito sobre él, como en los paisajes europeos del siglo XVIII. Se cuenta que en el momento de la inundación, se celebraba la fiesta de casamiento de la hija de un ex rector de la UNLP y la velocidad de la creciente fue tan fantástica que los invitados tuvieron que salir nadando y corriendo peligro por la correntada que iba al arroyo que sí está dragado más abajo. Se cree que el agua llegó a más de 1,50m. de altura, porque entraba por las ventanas. Los autos de los presentes, BMW, Mercedes Benz, Audi, etc., fueron tapados por el agua o flotaban y se dice que se vieron pasar varios TV Plasma corriente abajo…
De estos dos casos no se dice absolutamente nada en los medios. Parece que el valor inflado de las parcelas de esos barrios cerrados, corre el riesgo de caer a cero con el tema de la inundación. Además –como dice el vecindario– si se blanquea pueden empezar a caerles juicios de todos lados.
¿Qué de verdad hay en que parece que cuando se construyó el Grand Bell, la empresa diseñó un lago artificial de 400 m2 y 2 m de profundidad, para lo cual se necesitaron 350 camiones para sacar la tierra? Esa tierra fue a parar a las calles vecinas al country, que luego fueron asfaltadas, por lo cual éstas quedaron en altura e hicieron de dique de contención, sobre todo en una zona baja que hay entre el country y el golf.
Las muertes que los medios silencian
¿Quién se anima a negar que sólo en las zonas aledañas a la descripta hubo una docena de muertos y/o desaparecidos, todos propietarios, cosa que también estaría tapada por los medios? Se habla de un caso de una señora en silla de ruedas que quedó dentro de una vivienda, un par de ancianos discapacitados desaparecidos de forma similar, otro de una pareja que llegó a su hogar y se encontró con los perros ahogándose en el canal, por lo cual forcejearon y el hombre sufrió un síncope, muriendo. La mujer estuvo horas sosteniendo el cadáver para que no se lo llevara la corriente…
¿Cómo se refuta que en la casa de un prestigioso arquitecto, el mismo tuvo que ir a rescatar a su hijo de 17 años que no podía salir y perdió todo? ¿Y que en una casa habitada –luego de una refacción– hace pocos días, la pareja tuvo que salir en su camioneta con su bebé y algo de ropa y no pudo volver a entrar, dado que en la casa había 1,80 m de agua?
¿Cómo negar que un tachero comentó que en la zona de Cantilo y Camino Gral Belgrano, algunas cuadras en dirección al oeste, la Municipalidad permitió a los frentistas (hay varias quintas importantes allí) construir zanjas de casi 2 m de profundidad, por lo cual los propietarios deben entrar a sus casas por puentecitos? Parece que la pendiente de las mismas es tan abrupta, que el agua que cayó en gran cantidad se guió por ellas y llegó al Camino Gral Belgrano como un torrente, perjudicando a zonas más humildes.
¿Y la pareja de profesionales de la UNLP que habita en Villa Elisa cerca del Parque Ecológico, que tuvo que subir a sus tres niños a la planta alta pues les entró 1,50 m de agua, apareciendo su auto a 200 m, flotando y trabado contra un árbol?
¿Y el caso de la escuela Pedagógica de Estancia El Rincón – Villarrica, de Villa Elisa, donde las maestras fueron rescatadas de los techos y perdieron todo?
¿Y algunas casas que no tuvieron mayores riesgos, pero que sufrieron entrada de agua en sus pisos de madera que ya no sirven más?
¿Y el caso del joven que fue a buscar a su novia en Villa Elisa y cuando llegó ella estaba en el techo, por lo cual tuvo que sacarla nadando mientras la heladera flotaba de tal manera en el interior, que le rompió el cielorraso de yeso?
Después de la lluvia, piquetes
Todo esto llevó a que decenas de miles de afectados, fundamentalmente en las zonas de los más pobres, se armaron rápidamente piquetes en las calles pidiendo alimentos, mantas, colchones, etc. Y cuentan que en uno de ellos, pasó un camión por encima de dos personas que habrían fallecido.
Los medios de la zona sólo comentan que hay reclamos del intendente Bruera contra Coviares, constructora de la autopista, o de la misma contra Scioli o el gobierno nacional.
Se denunció que la Municipalidad de La Plata está otorgando subsidios de $ 1.000 a los inundados, contra la firma de un documento por el cual éstos se comprometen a dejar de lado cualquier reclamo posterior…
Mientras todo esto ocurría, mientras miles no tendrían respuesta a estos dramas, Cristina Kirchner hablaba de las bondades de un país que crece al 8% anual…
Hoy la lucha de los afectados continúa en toda la ciudad y la periferia del gran La Plata y en particular de los campesinos pobres del Asoma, que han perdido gran parte de lo que han sembrado y de sus casas, exigiendo con una marcha a la Gobernación –al cierre de esta edición– soluciones concretas a las autoridades nacionales, provinciales y municipales.