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02 de October de 2010

Balance de las elecciones del 28 de junio

Informe del Comité Central del PCR / julio 2009

1. Las elecciones del 28 de junio han producido cambios muy grandes en la situación política nacional. Cambios cuya importancia real todavía no pueden ser evaluados con exactitud.
El kirchnerismo sufrió una derrota aplastante. La peor derrota de su historia política. Perdieron hasta en Santa Cruz, la provincia que el kirchnerismo gobernó durante veinte años. Más del 70% del padrón se manifestó contra ellos. Perdieron casi tres millones de votos en el último año y medio (de 8.651.066 en el 2007 pasaron a 5.871.345 3 ahora). El gobierno quedó muy debilitado por el resultado electoral. En ese debilitamiento tiene mucho que ver la importancia del voto “bronca”.Tanto el gobierno como la oposición y los medios de difusión en general ocultan la importancia del voto “bronca”. Esto se debe, como señaló Jorge Castro en Clarín del 5/7/09, a que la derrota del gobierno el 28 de junio “cuestiona de inmediato la legitimidad del resorte central de dominación” y “se desata una ingobernabilidad creciente, revelada a través de la desagregación del sistema de decisiones y la desobediencia generalizada (…) en una sociedad intensamente movilizada, en la que todos los actores sociales y políticos tienden a resolver sus conflictos por el camino de la acción directa, en calles, rutas y plazas”.
Kirchner y su grupo más cercano, cuando llegaron al gobierno, pensaron e hicieron planes para seguir en el mismo hasta el 2019. Ahora, acorralados por la crisis, sus errores, y el odio de grandes sectores populares, estudian cómo llegar a diciembre del 2011. Corren el peligro, si se equivocan en la evaluación de la situación, de convertirse en una fuerza política en descomposición y agravar la crisis de hegemonía de la que no termina de salir el país desde el Argentinazo.

2. El kirchnerismo descontaba el voto en contra de la población agraria (en sus distintas clases). Generó tanto repudio con la Resolución 125 y con su política para la ganadería, los lácteos, los granos y otras producciones, que no podía soñar con ganar votos en ese sector que fue clave para sus triunfos electorales de 2005 y 2007. Pero no se imaginó la magnitud del odio que había creado y su repercusión en las ciudades vinculadas directamente a la producción agropecuaria.
Kirchner elaboró toda una estrategia para ganar en el llamado segundo cordón del Gran Buenos Aires, mediante el más descarado asistencialismo, la compra de intendentes, punteros y algunos dirigentes sindicales. Esperaba ganar allí por un 20% de ventaja sobre sus rivales opositores y compensar con esto sus pérdidas en otros distritos. Pero los pobres, que son mayoría en ese “segundo cordón”, no lo votaron como él imaginó. Muchos votaron bronca, otros castigaron con distintas expresiones, y muchos de los intendentes del conurbano, viendo que la figura de Kirchner era “pianta votos”, necesitados de ganar sus concejos locales, lo traicionaron armando las llamadas “listas colectoras”, no pegando afiches con el rostro de Kirchner sino los propios y cortando boletas.

3. El kirchnerismo sufrió una derrota aplastante en Capital Federal, Santa Fe, Córdoba y Mendoza. Perdieron también en Provincia de Buenos Aires, Entre Ríos y Santa Cruz.
Perdieron el control del Senado (por una banca, pero puede ser por más de acuerdo a lo que suceda con el PJ en el debate que se abrió en este partido) y en Diputados quedaron treinta votos abajo del quórum propio que tenían.

4. Como han reconocido algunos periodistas y comentaristas políticos, desde 1983 hasta hoy, la única corriente que ha crecido en las elecciones es el ausentismo electoral. El ausentismo electoral aumentó paulatinamente, desde 1983, cuando fue de 14,39, a 28,71% este 28 de junio. Ahora, en 2009, con el apoyo de una significativa masa juvenil. Se comprobó el fuerte rechazo de los jóvenes a los partidos políticos del sistema y a sus instituciones. De los políticos de esos partidos y de la mayoría de los dirigentes sindicales, la juventud opina que “son todos chorros”.
El total de abstenciones en el comicio del 28 de junio fue de 7.791.055. Descontando el 15% de la llamada “abstención estructural” (1.168.658), la abstención bronca fue de 6.662.397, que sumados a los 988.734 votos en blanco y nulos, lleva el total del voto bronca a 7.661.131.
Es posible que la cantidad de votos en blanco, nulos y abstenciones, cuando se haga el escrutinio definitivo, sea mayor, como sucedió en otras elecciones. El 28 de junio, a las 17,52 hs. se informó en el centro de cómputos de La Plata que hasta esa hora había votado el 57% en la Capital y el 54% en la provincia de Buenos Aires. Ocho minutos después había votado el 74%, pese a que no hubo aglomeración de votantes al final del comicio.
El abstencionismo electoral y el voto en blanco o nulo, que fue primera fuerza incluso en Calafate pese al anuncio mentiroso de Cristina Kirchner, fue una forma clara de castigo a la política kirchnerista y limitó las pretensiones triunfalistas de las derechas opositoras.
También el voto a Pino Solanas en la Capital Federal ayudó a limitar el triunfalismo derechista.

5. “En los comicios ganaron los candidatos que supieron interpretar, por izquierda o por derecha, el voto bronca a un gobierno que no escucha ni siquiera a su propia base electoral”, escribió La Nación del 29/6. Ya el 27/6, ese diario informó de una encuesta de la Universidad de Belgrano, según la cual, el 57% del padrón se define como “volátil”, y se “siente impotente” frente al aparato electoral del sistema. Esa “volatilidad” muestra el crecimiento de una masa que sabiendo que no podrá cambiar nada de fondo con su voto, lo usa para castigar. Castiga a veces votando a candidatos de derecha, como cuando en la Capital Federal votó a Mauricio Macri en el 2007 (que llegó al 45% de los votos en la primera vuelta, mientras que ahora Michetti sacó 31%). Y ahora lo hizo con De Narváez. Lo mismo ocurre con el “panradicalismo” e incluso, en cierta medida, con el centroizquierda. En este caso castigaron a un gobierno de derecha que está haciendo pagar la crisis al pueblo.
Sin perder de vista eso hay que tener en cuenta que se ha fortalecido una derecha rival del kirchnerismo (con De Narváez, Macri y Solá). También el voto a Reutemann fortalece a una corriente de centroderecha con muchos vasos comunicantes con la anterior.
Fue importante la cantidad de votos a Pino Solanas en Capital Federal. Una masa que ha calado el doble mensaje de Kirchner y rechazó el llamado supuestamente “progre” de los intelectuales de Carta Abierta, de los partidos “comunistas” de Echegaray, Pereira y del banquero “comunista” Carlos Heller, del “Partido” de la Liberación, el Partido Humanista y otros del “mismo palo”, y no consideró que la derrota de Kirchner equivalía al triunfo de la “derecha”, o “volver a los 90”.
A Pino Solanas lo votaron sectores de las corrientes progresistas y también peronistas (incluso muchos peronistas que en el 2007 habían votado a Macri). Fue el único candidato que levantó un programa de recuperación de las riquezas nacionales entregadas a los monopolios extranjeros, en especial el petróleo y la minería, los ferrocarriles, y que planteó, a fondo, la necesidad de un cambio de la política impositiva.
También hicieron una buena elección el kirchnerista crítico Sabatella (ubicado en el centro izquierda) en Provincia de Buenos Aires y, con posiciones más de centro, Juez, en Córdoba.
Se consolidó Alberto Rodríguez Saá, de posiciones claramente antikirchneristas, en San Luis.
Elisa Carrió pagó por su marcado corrimiento a la derecha (apoyo al FMI, oposición a anular contratos a monopolios expoliadores como la Barrick, apoyo al hombre del JP Morgan y de la banca internacional, Alfonso Prat Gay, como cabeza de la lista en Capital, etc.) mientras creció el prestigio y la fuerza de Margarita Stolbizer en la provincia de Buenos Aires. Se posicionó Cobos, con una buena elección en Mendoza, para el 2011. Se han creado los núcleos de una oposición antiperonista.
Los partidos trotskistas tuvieron una votación baja. Algunos como el PO pusieron su blanco en la “derecha”, o la “patria sojera”, corrieron del blanco al gobierno kirchnerista y plantearon consignas como “que la crisis la paguen los capitalistas”, totalmente desenchufadas de la Argentina concreta.

6. Balance del trabajo del Partido
El Partido hizo un gran esfuerzo para llegar con nuestra posición a las grandes masas, en particular a la de los lugares de concentración obrera y popular, pese a la escasez de dinero.
El balance del trabajo partidario fue muy bueno, aunque desparejo. Entre los compañeros que se volcaron a hacer campaña una parte peleó el voto “bronca” y otro sector sólo hizo trabajo agitativo. La Juventud hizo un trabajo importante nacionalmente.
Hubo zonas donde se hizo un buen trabajo sobre las empresas y lugares de concentración. También en algunas zonas se organizaron grupos de compañeros para ser fiscales el día 28, trabajo muy importante porque nos permite tener una información directa sobre la elección y nos ayuda en el trabajo de alianza con fuerzas amigas.
Se hicieron más de 1.560 pintadas y carteles colgantes; se repartieron casi un millón de volantes, se pegaron más de 100 mil afiches y obleas, se hicieron 56 actos y se dio nuestra posición en 252 medios de difusión.
Si tenemos en cuenta que una masa muy grande de trabajadores, desocupados y jubilados han golpeado con el voto “bronca”, y que el Partido ha sido, sin dudas, uno de los animadores más activos del “voto bronca”, están las condiciones para darnos con urgencia un plan de crecimiento con esa masa.
 
7. Un gobierno muy debilitado
Cristina Kirchner y su marido, dirigentes de una fuerza en desbandada, ahora deben gobernar un país convertido en un tembladeral.
Está dividido el bloque de las clases dominantes: con Kirchner se mantiene un sector de los petroleros, los grupos mineros, terratenientes como Benetton, Urquía y Grobocopatel del grupo sojero, dueños de feed lot, frigoríficos y lácteos subvencionados por el gobierno, el grupo de burguesía intermediaria de Eurnekian, Midlin, Elsztain, algunos banqueros como Heller, entre otros y, con forcejeos e idas y vueltas, han pasado a la oposición el grupo Techint, el grupo Clarín, la Unión Industrial Argentina, la Sociedad Rural, la CRA. Hasta Esquenazi puso un pie fuera del kirchnerismo y dio cierto apoyo a Reutemann.
Se ha dividido el PJ: Kirchner, convertido en el “mariscal de la derrota”, debió renunciar a la presidencia del partido y delegar en Daniel Scioli, otro perdedor, el comando. Pero jefes provinciales como Das Neves, Reutemann, Romero, R. Saá, Schiaretti, incluso Capitanich, entre otros, no aceptan su bastón de mando. Los gobernadores kirchneristas que resultaron ganadores ahora se ubican desde posiciones de fuerza en la reorganización del PJ (Alperovich, Das Neves, Gioja, Urtubey, Capitanich). Se ha abierto una crisis profunda en el PJ. Retornó Duhalde que teje el entramado de una nueva dirección sin o contra Kirchner. Esa crisis, al igual que la de la UCR, es un reflejo de la disputa entre diversas potencias imperialistas y grupos de burguesía intermediaria por el control del país. Las fuerzas que en un momento llegaron a dirigir tanto al PJ como a la UCR, con Duhalde y Alfonsín, perdieron el control de los dos partidos.
Perdió Moyano en el movimiento sindical. Se fortaleció la oposición de Barrionuevo y “Momo” Venegas. La CGT ha quedado profundamente dividida. Moyano no pudo, por ahora, reunir a la “mesa chica” de dirección.
 Perdieron los kirchneristas abiertos en la CTA: Yasky, Baradel, Nenna, profundizando la división que ya existía allí entre kirchneristas y antikirchneristas.
Ha sido elegido un grupo de legisladores que representan a sectores rurales.

8. El debate del rumbo
En el gobierno nacional se ha abierto un debate sobre el rumbo a seguir. La oposición de derecha ha presionado para llegar a un “pacto de gobernabilidad” que evite que las masas desborden y abran una situación como la del 2001. Plantean retoques en el gabinete eliminando a personajes como Guillermo Moreno, derogar los superpoderes y los decretos de necesidad y urgencia que le permiten al gobierno disponer de millones de pesos sin control y resolver el ya escandaloso tema del Indec. Gran parte de la oposición de derecha –en acuerdo con sectores importantes del gobierno– plantean buscar financiación externa pagando a los acreedores privados que no entraron en el canje de deuda, acordando con el “Club de París” y volviendo al Fondo Monetario Internacional.
El grupo de Kirchner, Cristina, Zannini, De Vido, Moreno, y otros llamados “pingüinos”, inicialmente (discurso de Kirchner en la madrugada del 29 de junio y luego el de Cristina) ratificaron su voluntad de “profundizar el rumbo” acometiendo con la ley de radiodifusión y otras medidas tras las cuales se esconden nuevos negociados del kirchnerismo, y rearmar sus filas para ir a un duro enfrentamiento con sus rivales.
Ahora, en su discurso en Tucumán, el 9 de Julio, Cristina Kirchner llamó al “diálogo” a “todos los sectores económicos”, incluidos los desocupados, y prometió una “reforma política”. Después de haber cambiado la fecha de las elecciones, utilizado candidatos “testimoniales” y listas “colectoras”, ofrece “discutir a fondo el sistema de representación”.
Si se tiene en cuenta lo que ha sido y es el kirchnerismo, todo indica que ésta es una forma más de “ganar oxígeno” en un momento de debilidad extrema.

9. La crisis
Mientras tanto, se descarga con violencia la crisis a la que el gobierno quiso adelantarse apresurando la fecha de las elecciones. El lunes 29 cerró sus puertas la tienda de ropas C&A dejando en la calle a 1.100 trabajadores y, ese mismo día, YPF aplicó fuertes aumentos en los combustibles. Las principales grandes empresas dispusieron aumentos en sus productos, pese a las amenazas del gobierno. El gobierno pidió fondos al Banco Central por cuatro mil cuatrocientos millones de pesos para pagar el gasto electoral. La producción industrial cayó un 10% en los primeros cinco meses de este año. Ha aumentado el número de desocupados que según los cálculos más benignos llega al 14%. Cayó el superávit fiscal, el Producto Bruto Interno cayó un 7% en los últimos cuatro trimestres, se desplomaron las importaciones, salieron del país o fueron a los colchones casi 40 mil millones de dólares en dos años, cayeron en picada las inversiones. Aumentó el número de empresas que adhirieron al plan de Recuperación Productiva que asigna hasta $ 600 por empleado. En junio cayeron en 10,6% las ventas en el comercio minorista en relación a junio de 2008. Cayó la producción de granos: trigo, maíz y soja. En el caso del trigo a la mitad y ha caído fuertemente el área sembrada para el próximo año. Desde el 2003 desaparecieron 5 mil establecimientos lecheros y con ellos 20 mil puestos de trabajo y el problema se agravó ahora cuando se cierran 3 tambos por día. Se agravó la crisis de la ganadería y el país perdió importantes mercados externos.
Ha crecido el hambre. Según El País, de España, en Argentina mueren por día 8 niños menores de cinco años por desnutrición. Según el SEL Consultores, en Capital y Gran Buenos Aires hay 4 millones de pobres de los cuales un millón doscientos mil son indigentes (es decir: no tienen dinero para comer) .
Después de retirar millones de dólares de beneficios, Repsol-YPF estudia una propuesta de dos empresas chinas para comprar una parte de las acciones de YPF. Está por definirse la propiedad definitiva de Telecom. Se le otorgaron más de 550 millones de pesos de beneficios impositivos a la empresa minera Barrick. Sigue la política oficial de otorgar jugosos subsidios a las empresas amigas.
La mayoría de las grandes empresas van a ajustes. Ya fueron a la calle la mayoría de los contratados, empleados por agencia, etc. Mientras el costo de vida no ha dejado de crecer, las patronales cierran filas para impedir aumentos salariales y el funcionamiento de las paritarias.
Y encima se generalizó la epidemia de Gripe A (H1N1). El gobierno la tapó –criminalmente– para que no interfiriera en las elecciones y ahora es incapaz de encarar medidas para poder frenarla. La Argentina es el país más afectado en el mundo por la llamada Gripe A. No se conoce el número real de afectados ni el número real de muertos.
El gobierno, en lo inmediato, debe enfrentar graves problemas: debe pagar sumas abultadas de deuda pública y debe decidir si seguirá sacando los fondos de la Anses y del Banco Nación y Banco Central o si, dado que han rascado el fondo de la olla en estos meses, abrirá la alternativa de los organismos internacionales de crédito. Vencen los pactos que Guillermo Moreno cerró con diferentes sectores (alimentación, bebidas, artículos de amplio consumos, etc.) antes de las elecciones. Ya se autorizaron aumentos en supermercados, combustibles, medicina prepaga, etc. pero el tema no está cerrado. Comenzó un gran tarifazo: ya han llegado facturas de luz y de gas con gran incremento y está en discusión el aumento de las expensas. Están en discusión los salarios de gremios como camioneros y metalúrgicos. En este último, Techint, Aluar y Acindar ofrecen rebaja de salarios del 15% a cambio de no trabajar un día, o congelamiento de sueldos.
Está planteada la necesidad de sincerar las estadísticas del Indec y reconocer que la inflación es muy superior a la que miente el gobierno. Pero el gobierno, manipulando las cifras de la inflación, con los bonos que dependen de la evolución de los índices de inflación, ha ganado hasta mayo del 2009, 15.660 millones de dólares (según el Estudio Bein y Asociados). Y el gobierno debe decidir si va a rescatar a grandes empresas quebradas: La Serenísima, Mahle, empresas transportistas, frigoríficos y productoras de maquinaria agrícola y si va a seguir el método utilizado en Massuh o préstamos con garantía del tipo del de General Motors en esos rescates.

10. Repudio al golpe en Honduras
Repudiamos el golpe reaccionario en Honduras, que con los viejos métodos de los golpes de Estado tradicionales en América Latina ha secuestrado a un presidente electo democráticamente, y convocamos a seguirnos movilizando junto a las demás fuerzas en solidaridad con el pueblo y el gobierno hondureño.

11. Vienen grandes combates de masa
Hasta ahora la gran caja para todo tipo de gastos del gobierno ha sido la Anses. Desde ya: se la ha usado negando el aumento a las jubilaciones y poniendo en riesgo las jubilaciones futuras.
Como al parecer el gobierno piensa seguir el rumbo que tanto aplauden ciertos intelectuales de Carta Abierta (algunos bien retribuidos, desde ya, por esto), las perspectivas son de un agravamiento de todas las contradicciones y un agudizamiento de las luchas obreras, agrarias y de empleados estatales y estudiantiles. Vienen grandes combates de masa. En luchas como las del petróleo, metalúrgicos, alimentación, frigoríficos, automotrices, papeleros, construcción, entre otras, ha aparecido una nueva generación de combatientes empujados por las masas. Cada vez más éstas no quieren delegar sus reivindicaciones en los dirigentes sindicales traidores y eligen (y defienden) a delegados combativos que cumplan con sus exigencias. Cuando se produjeron los primeros despidos hacia fin del año pasado, surgió la respuesta de la lucha obrera que le marcó la cancha al gobierno y las patronales. El centro fue la lucha de los trabajadores de la General Motors que plantearon “ni despidos, ni suspensiones y ningún compañero afuera”. Luego se produjo la lucha en Paraná Metal y la confluencia de obreros y chacareros en el corte de la autopista que continuó con el paro de diez días con cierre en el acto de Armstrong.
Los obreros de Massuh libraron una lucha prolongada hasta que lograron impedir el cierre de la empresa.
Los obreros de Terrabusi, en estos meses libraron grandes combates. El último fue el paro total con toma de la empresa exigiendo medidas contra la Gripe A. También los trabajadores de Astilleros lucharon y consiguieron una semana de asueto por la gripe. El paro activo con piquetes, que paralizó por 24 horas el Polo Petroquímico de Bahía, unió por primera vez en más de 20 años a los obreros de las distintas empresas y a los de salarios bajos con los de altos.
También los estudiantes se han movilizado por el tema de la Gripe A. Las diez medidas para la emergencia sanitaria que publicó el hoy (Nº 1274) nos dan un instrumento para la movilización.
Han surgido miles de luchadores obreros en este último período. También en el campo, como producto de la rebelión agraria y de las luchas y avances organizativos de los campesinos pobres que han organizado la Federación Nacional Campesina.
Se aproximan grandes luchas de masas. Algunas ya estallaron como la de los azucareros de Salta, la de los petroleros de Neuquén y Río Negro, la de los obreros de Mahle, entre otras. El centro de nuestro trabajo debe estar en cambiar la relación de fuerzas en los lugares de concentración obrera, objetivo que se ha demostrado posible por el avance partidario en cuerpos de delegados e incluso sindicatos de lugares decisivos para la lucha revolucionaria. Y también en la organización de los campesinos pobres y medios, principales aliados del proletariado para la revolución.
Junto con esto debemos empujar el reagrupamiento de las fuerzas del movimiento obrero y popular a través de múltiples formas e iniciativas, como se ha hecho con multisectoriales como la que organizó el acto de Armstrong, multisectoriales y coordinadoras de lucha que han surgido en varios lugares del país por múltiples problemas vinculados a la salud, la educación, la defensa del medio ambiente, la coordinación de gremios en lucha como la Intersindical de Tierra del Fuego, las coordinadoras de empresas recuperadas, las reuniones de multisectoriales principalmente de la provincia de Buenos Aires y organizaciones obreras, de desocupados y populares en La Matanza, etc. El programa de las diez medidas para enfrentar la crisis que levanta nuestro Partido debe ayudarnos a ir transformando en reclamos de masa la lucha para que la crisis la paguen los que se llenaron los bolsillos a costa del pueblo, por el no pago de la deuda externa usuraria y fraudulenta, por terminar con el hambre y la desocupación, recuperar el patrimonio nacional, resolver el problema agrario, etc., todo en el camino de empujar la lucha de las masas y su movilización para que puedan terciar en los combates que se avecinan y, por el camino que enseñaron el Argentinazo y la rebelión agraria, imponer un gobierno de unidad popular, patriótico y democrático.
Para todo esto la clave está en fortalecer el Partido y la JCR, para que las masas tengan su destacamento de vanguardia, sin el cual será imposible que triunfen. En esa dirección debemos realizar exitosamente la actual Campaña Financiera y los planes de reclutamiento y asimilación de nuevos afiliados, jerarquizando el trabajo con el hoy.

Comité Central del PCR, 11 y 12 de julio de 2009