na de las balas calibre 32 que atravesaron la puerta, impactó en la pierna del compañero Tomás Juárez, que se encontraba junto a otros reunido. En las inmediaciones siempre está la policía, pero esta vez, llamativamente, no había ninguno. El compañero herido fue trasladado al hospital, donde se está reponiendo favorablemente.
Allí lo visitamos y nos dijo: “Yo primero quiero hacer responsable al gobierno, que no le importa que estamos reclamando por la dignidad de nuestro trabajo. Y a los empresarios que miran para otro lado y a los burócratas traidores del Sindicato, que son cómplices de lo que está pasando.
Los culpo a los 3 y no me extraña que sean los autores de este atentado, queremos que la justicia actúe rápido”.
—¿Cómo están llevando la lucha?
—Nosotros estamos ahí porque no estamos manejados por nadie. Estamos dentro del sindicato, formamos comisiones y funcionamos con asambleas donde se toman las decisiones, informamos de todo. Tenemos apoyo de varias organizaciones, de los jóvenes de la Universidad, de las Multisectoriales, es muy buena la ayuda que tenemos. Pero los que tienen que venir son los del gobierno, y de ésos no apareció ninguno. Está lleno de funcionarios del gobierno y de la intendencia, y no aparece ninguno.
—¿Se puede ganar?
—Se puede ganar, porque vamos haciendo como debe ser un sindicato, informamos y hacemos entre todos, y ése es mi sindicato. Por eso les digo, muchas gracias por el apoyo y mucha fuerza para mis compañeros que están en el SOIP. Porque aunque esta lucha es larga, si ponemos todo el empeño, tiene que salir bien. Porque si a nosotros que estamos al frente no nos sale bien, dejaremos un camino para todos los compañeros que se merecen el digno trabajo de estar en blanco y ser reconocidos por la efectivización con el Convenio 161/75.
El día viernes ya regía la veda de esta trampa electoral que usan para frenar las luchas. Pero para las balas de los criminales no había veda. Además de Tomás que tiene una bala en la pierna, está Diego Algañaraz, el otro filetero baleado anteriormente en el pecho por el empresario Sosa.
Cuando no pueden dividir y frenar las luchas, están la represión y las balas. Pero les puede ir mal cuando están prendidas las brasas en el Puerto de Mar del Plata. Que haya justicia para Tomás Juárez, Diego Algañaraz y para todas las obreras y obreros del pescado, a los que rodearemos de solidaridad y apoyo, porque si ganan ellos ganamos todos.
