1. Paritarias calientes
Las luchas de las trabajadoras y trabajadores de la alimentación, con sus huelgas, ocupaciones, cortes de ruta y marchas, que tuvieron como centro a la Kraft el año pasado, y luego a Arcor Bagley, trazaron un camino para enfrentar la política de las patronales y el gobierno de descargar la crisis sobre los obreros.
Fueron luchas desde abajo, en las que los grandes protagonistas fueron los trabajadores, con la democracia directa de sus asambleas, sus cuerpos de delegados y sus comisiones internas combativas, que desbordaron a las direcciones del gremio.
Esas luchas duras y prolongadas lograron conquistas que frenaron los ajustes de las patronales, y le torcieron el brazo al gobierno kirchnerista quebrando el tope salarial en la alimentación. Conquista que fue mejorada con el fallo de la Corte Suprema que blanqueó parte del salario en negro que acordaban el gobierno y las patronales, con la complicidad de Moyano y Yasky, las llamadas “cifras no remunerativas”.
Las luchas de la alimentación estimularon el combate de todo el movimiento obrero. La presión desde abajo empujó la reapertura de las paritarias en Luz y Fuerza, la combatividad en comercio y otros gremios, y desnudó el colaboracionismo con las patronales y el gobierno K de Caló en la UOM. Triunfaron los petroleros de Comodoro Rivadavia, luego de cortar varios días la ruta con sus mujeres e hijos. Sigue la dura lucha de los trabajadores de Papelera Quilmes. ATE marcha a un paro nacional por aumento salarial. La puesta en producción de Renacer es un gran estímulo para las recuperadas.
La política de Moyano y Yasky, de pactar acuerdos que llevaron al despido de más de un millón de trabajadores (sobre todo los contratados y de agencia), y negociar salarios por debajo de la inflación, fue derrotada por las masas obreras. Fue derrotada por las masas, con la democracia directa que crece en las fábricas, con las asambleas, las comisiones internas combativas y los autoconvocados.
Las obreras y los obreros de la alimentación han colocado a la clase obrera en el centro de la política nacional.
La combatividad de las masas
La mesa nacional de los desocupados resolvió una nueva jornada nacional de lucha por la nacionalización del plan Argentina trabaja y otros reclamos.
El kirchnerismo se topó con un Congreso de la FUA que aprobó el no pago de la deuda ilegítima, el repudio a los rectores que aprobaron esos pagos, reclamó el aumento del presupuesto universitario, aprobó un plan de lucha por esos objetivos; y no pudo imponer la figura que propagandizaron para la secretaría general de la central estudiantil. La lucha estudiantil en Medicina de La Plata, y la movilización a La Plata de 1.500 estudiantes secundarios de Quilmes, Berazategui y Varela, por comedores y becas, mostró la combatividad del estudiantado.
Los innumerables cortes de calles en la Capital Federal contra el corte de electricidad, demostraron el hartazgo popular frente a los monopolios imperialistas que son simples cobradores de tarifas de las empresas privatizadas por el menemismo. (El kirchnerismo premió a su nuevo socio, Menem, nombrando en un puesto clave del Senado, a Nicolás de Vedia, un íntimo del entreguista ex presidente riojano).
Madura una situación crítica en los campesinos pobres y pequeños productores por la caída de los precios, lo que preanuncia una nueva migración hacia las ciudades, y estallidos de lucha. También, pesa el endeudamiento, la situación de la ganadería, y la baja de precios de los granos, como se ve en las asambleas y actos del campesinado medio y los chacareros.
Con la reactivación relativa de algunas ramas industriales, y el primer brote de frío, volvió a ponerse en evidencia la crisis energética. Fracasó el plan del kirchnerismo de premiar a las petroleras imperialistas prolongando por décadas sus contratos y aumentando el precio de lo que se extrajera en “los nuevos” pozos de petróleo y gas. Aumentan los combustibles, la garrafa se va a las nubes para el pueblo, cada vez se importa más gas, gasoil y fueloil, con grandes negociados, y vienen los cortes.
La represión a los desocupados de la CCC en Misiones, el incendio de la casa de la compañera Reina Gómez, dirigente de la CCC de Las Palmas, el saqueo de la casa de Eduardo Buzzi y la provocación a Alfredo De Angeli, la amenaza de desalojo del puente en Gualeguaychú, los juicios a la Comisión Interna que dirigió el conflicto de Kraft del 2009, el infame sobreseimiento a De la Rúa pretendiendo instalar la impunidad política de los responsables de la represión, son hechos que muestran que las clases dominantes y el gobierno K están buscando formas de respuesta represiva a la lucha popular. De ahí la gran importancia de las iniciativas que está discutiendo Memoria, Verdad y Justicia, trabajando hacia una gran movilización en julio por el desprocesamiento de los luchadores obreros y populares, la libertad de los presos políticos y demás reclamos democráticos.
2. Un mundo y un país inestables
En la Argentina y en el mundo, hay un reguero de luchas ocultadas por los monopolios y sus lacayos. A la combatividad de los trabajadores y el pueblo griego le ha seguido un hervidero de huelgas y movilizaciones que sacuden a España, Italia, y otros países europeos, de los que poco trasciende. Tampoco se habla de la huelga de los 18.000 obreros de la Honda, en China, que conquistó un 35% de aumento, ni de las rebeliones campesinas que estallan permanentemente, hechos que muestra el polvorín que crece bajo los pies de la burguesía imperialista china.
La crisis mundial agudiza las contradicciones en el mundo. El infame atentado terrorista del Estado fascista de Israel contra la flota solidaria con el pueblo palestino, mostró que ha convertido a Gaza en el peor campo de concentración desde los de los nazis. Mientras, el imperialismo yanqui, y otros, hacen campaña contra Irán y la República Popular de Corea.
En la Argentina se mantienen abiertas las fracturas en el bloque dominante. Divisiones en las que se mezclan las pujas internas entre fracciones de la burguesía intermediaria y los terratenientes por el reparto del poder y los negocios, con los intereses imperialistas a los que está ligado cada sector: Estados Unidos (embargo de 2.200 millones de dólares del Banco Nación), Italia y Alemania; China (presiones para eliminar aranceles a sus exportaciones, bajar el precio de la soja y comprar más poroto y menos aceite); Europa y Brasil (por los aranceles a sus exportaciones); Rusia (por las carnes). Enfriamiento con Inglaterra (pág. 3).
Siguen los cruces del gobierno con la iglesia católica, como se vio en el documento leído en el Bicentenario y el acto K a la salida de la catedral de Luján; y con las Fuerzas Armadas, con el “faltazo” de Cristina K al desfile.
Al cierre de esta edición, Ricardo Alfonsín se impuso en la interna de la UCR bonaerense, lo que provocará cambios importantes en el tablero político (que trataremos en el próximo Hoy).
3. El camino
El desborde de entusiasmo patriótico por el Bicentenario de la Revolución de Mayo impregnó a la Argentina. Después del festejo volvieron a asomar los problemas: la inflación con sus consecuencias en las paritarias y la lucha contra el hambre y la desocupación, falta de presupuesto para la salud y la educación, rebrote de la crisis energética con el primer brote de frío, Botnia…
En esta situación, y al producirse la reactivación de algunas ramas de la economía, las encuestas han dado una mejoría de los Kirchner, y un bajón de los candidatos de los grupos de poder rivales del “capitalismo de amigos K”. Ahora, con el país mirando a Sudáfrica, el gobierno pretende utilizar el sentimiento nacional de apoyo a la selección para avanzar en su política y ocultar las luchas. Para eso, el kirchnerismo tomaría algunas medidas que se vienen reclamando en las luchas, y otras tratando de seducir a sectores de las capas medias urbanas con vistas a las elecciones del 2011.
Los hechos que señalamos vuelven a demostrar el fracaso del camino parlamentario y electoralista con el que se buscó apartar a las masas agrarias de la lucha, y luego de las luchas obreras, empujando a aceptar despidos de trabajadores contratados y de agencia, negociando suspensiones, y aceptando el tope salarial en paritarias. Es un camino de derrotas.
Fueron las largas y duras luchas de los trabajadores de Kraft y de Arcor-Bagley las que le torcieron el brazo al gobierno. El plan de lucha de los desocupados fue el que forzó la asignación por hijos. La gran marcha y el acampe en Resistencia, y los cortes de ruta de la rebelión agraria frenaron la política K anticampesina. No hay otro camino.
Se ha demostrado, en esos combates, que las grandes masas obreras, campesinas y populares buscan caminos y formas de democracia directa que les permitan ser protagonistas tanto de las luchas por sus propios reclamos, como de las grandes tareas nacionales como la deuda ilegítima y el colonialismo en Malvinas, así como en las tareas democráticas como la lucha por la tierra y la libertad de acción de las fuerzas populares.
Ha sido en el curso de las luchas sociales y políticas que fue avanzando la confluencia de las fuerzas obreras y populares, patrióticas y democráticas, surgiendo nuevas multisectoriales, coordinadoras y otras formas unitarias. También fue con sus luchas que la clase obrera ganó el centro de la escena política y pudo avanzar en el reagrupamiento de fuerzas opositor a la política K de descargar la crisis sobre el pueblo y desnudar a “opositores” que solo buscan un cambio de reparto entre los de arriba de lo que se produce con el sufrimiento de los de abajo.
Con las enseñanzas y el espíritu patriótico de la Revolución de Mayo, con la fuerza y la voluntad del Argentinazo, la Rebelión Agraria, la marcha y el acampe chaqueño y las huelgas de Kraft y Arcor-Bagley, hay un camino para reagrupar fuerzas y conquistar una nueva Argentina, rompiendo las cadenas de la opresión nacional y social.