La dictadura de Bignone a través del Juez José Nicasio Dibur ha iniciado juicio contra Otto Vargas por haber hablado en el acto organizado el 19 de noviembre en la Federación de Box* por el Partido del Trabajo y del Pueblo, acusándolo de presunta violación de la “ley” 21.325.
La dictadura de Bignone a través del Juez José Nicasio Dibur ha iniciado juicio contra Otto Vargas por haber hablado en el acto organizado el 19 de noviembre en la Federación de Box* por el Partido del Trabajo y del Pueblo, acusándolo de presunta violación de la “ley” 21.325.
Esta “ley” (en realidad un simple decreto de la dictadura de Videla-Viola de marzo de 1976, por el que se declara disuelto al Partido Comunista Revolucionario junto a otras organizaciones), inconstitucional en la forma y en el fondo, tiene el sello fascista y anticomunista de la dictadura que lo dictó.
Fascista, porque establece la persecución ideológica y política penando lo que considera “delitos ideológicos”, y porque en abierta violación de la Constitución Nacional y de la Ley de los Partidos Políticos aún vigente, disuelve una organización política sin juicio previo y sin derecho de defensa, arrogándose la dictadura la atribución no sólo de legislar sino de aplicar penas y con carácter retroactivo.
Anticomunista y prosoviética, porque al tiempo que persigue a los verdaderos comunistas y declara disuelto al Partido Comunista Revolucionario beneficia al falso Partido “Comunista” premiando su actividad progolpista, su carácter de quinta columna defensora del socialimperialismo ruso y su complicidad con la dictadura de Videla-Viola. (R. Ghioldi, F. Nadra y otros dirigentes del P“C” decían en declaración del 2/2/77: “Consideramos que las ideas y propósitos expuestos por el general Videla interpretan el sentimiento de la mayoría de nuestro pueblo y merecen nuestro acuerdo”. No puede extrañarnos entonces que el P“C” goce de absoluta legalidad mientras se persigue a nuestro Partido y a sus dirigentes). Esta dictadura que mantiene miles de detenidos-desaparecidos, entre ellos comunistas revolucionarios como Gody Álvarez, René Salamanca y Angel Manfredi, pretende hoy, a pocos meses de las elecciones fraudulentas que prepara (con Estado de Sitio, Estatuto fascista, proscripciones, inhabilitaciones, detenidos políticos, etc.), en una actitud de irracionalidad manifiesta, aplicar la Ley 21.325, coartando el elemental derecho de libertad de expresión, al enjuiciar a Otto Vargas por haber hablado en el acto organizado por el PTP.
Sabemos muy bien que con este juicio se quiere castigar la firme posición revolucionaria proletaria, antiimperialista, antiterrateniente y democrática de nuestro Partido. Se quiere castigar nuestra lucha contra la dictadura de Onganía-Levingston-Lanusse; nuestro decidido aporte a la organización de una corriente clasista en el movimiento obrero; nuestra denuncia del nuevo amo: el socialimperialismo ruso; nuestra lucha antigolpista y de defensa del gobierno de Isabel Perón contra el golpe prorruso y proyanqui. Se quiere castigar al PCR por haber luchado contra la dictadura prorrusa de Videla-Viola desde el mismo 24 de marzo, contribuyendo a organizar la resistencia obrera y popular a la misma, y se quiere impedir que sea hoy un factor decisivo en la organización de la contraofensiva popular que voltee a la dictadura y garantice un poder popular. Desde ya que la dictadura no va a conseguir en sus últimos estertores fascistas lo que no consiguió en siete años de terror y muerte.
La dictadura persigue a Otto Vargas como la expresión más relevante de una línea política al servicio de la clase obrera y de su objetivo histórico: el socialismo y el comunismo y, por eso mismo, profundamente antiimperialista y antiterrateniente, democrática y popular; lo persigue como la figura más significativa de los verdaderos comunistas, de los marxistas-leninistas de nuestra Patria: los comunistas revolucionarios.
Por eso la lucha contra este juicio y por la legalidad del PCR es parte indisoluble de la lucha contra la dictadura, es parte de la lucha democrática y popular contra el Estado de Sitio, las proscripciones e inhabilitaciones, contra el Estatuto fascista de los Partidos Políticos, por la libertad de los presos políticos y gremiales, por la aparición con vida de los detenidos-desaparecidos, etc.
Por todo ello, llamamos a organizar un gran movimiento popular contra la persecución a Otto Vargas, contra la Ley 21.325 y toda la legislación represiva, por legalidad del PCR, contra todas las proscripciones, contra la inhabilitación a Isabel Perón y demás dirigentes populares, contra el Estado de Sitio y el Estatuto fascista de los Partidos Políticos, por la libertad de los presos políticos y la aparición con vida de los detenidos-desaparecidos. Todo esto al calor de la lucha por organizar la contraofensiva obrera y popular que permita el derrocamiento revolucionario de la dictadura y la instauración de un gobierno provisional de unidad antidictatorial que, al tiempo que aplique un programa de emergencia, convoque a elecciones verdaderamente libres.
* Ver anexo página 489 del presente volumen.