Derrotado el intento revolucionario, los patriotas paceños fueron asesinados por la represión realista. Años después, el 25 de Mayo de 1812, Bernardo de Monteagudo, recordando los sucesos de La Paz, se refirió al ajusticiamiento de algunos generales españoles: “Yo los he visto expiar sus crímenes y me he acercado con placer a los patíbulos de Sanz, Nieto y Córdoba para observar los efectos de la ira de la patria y bendecirla por su triunfo. Ellos murieron para siempre y el último instante de su agonía fue el primero en que volvieron a la vida todos los pueblos oprimidos”.
Eduardo Azcuy Ameguino: La tradición democrática y revolucionaria de Mayo. Selección de documentos. Aportes al debate del Bicentenario.
02 de October de 2010