Carlos Pedro Blaquier, presidente de Ledesma S.A., no pudo ser interpelado el viernes pasado por el Juez Poviña.
Blaquier, como es sabido está imputado por gravísimas violaciones a los derechos humanos contra 400 ciudadanos de Jujuy en la causa conocida como la Noche del Apagón, ocurrida durante la última dictadura cívico militar.
Carlos Pedro Blaquier, presidente de Ledesma S.A., no pudo ser interpelado el viernes pasado por el Juez Poviña.
Blaquier, como es sabido está imputado por gravísimas violaciones a los derechos humanos contra 400 ciudadanos de Jujuy en la causa conocida como la Noche del Apagón, ocurrida durante la última dictadura cívico militar.
Luego de una serie de confusos episodios, logró no presentarse una vez más ante el Juez, difundiendo por los medios masivos de comunicación, un relato mentiroso de los hechos en el que pretende victimizarse. Su evidente propósito es evitar ser indagado, como ya lo hizo cuando adujo “problemas de salud” mientras paseaba por el exterior.
Quedó claro para quienes estuvimos en la sede judicial, que Blaquier montó una provocación con el objetivo de no sentarse en el banquillo frete al Juez, y seguir recorriendo así el camino de la impunidad.
Es extraño que se cambiara sucesivamente la hora de comparecer ante el juzgado y que en vez de hacerlo a la luz del día, eligiera hacerlo de noche. Más extraño resulta aún, que llegara sin custodia alguna y pudiendo elegir varias entradas para ingresar al juzgado, se parara a la altura del portón principal, donde había solo siete agentes de la policía Federal, para recorrer varios metros por la vereda. Cuando los periodistas, cumpliendo su labor, se acercaron para registrar el momento con sus cámaras, el auto emprendió una rápida retirada.
¿Quiénes y dónde completaron el montaje, haciendo aparecer horas después una foto de un vehículo totalmente destrozado? Los registros gráficos y fílmicos de la retirada sólo muestran manotazos sobre la carrocería.
Las numerosas organizaciones sociales, políticas y de DDHH que participamos, junto a otros sectores populares de la vigilia, en ningún momento impedimos su ingreso, porque justamente venimos exigiendo hace años que se siente en ese banquillo para ser juzgado. Estábamos allí ejerciendo el legítimo derechos de expresarnos exigiendo juicio y castigo a los genocidas y responsables de la desaparición forzada de más de 30 compañeros en la Noche del Apagón en Libertador Gral. San Martín en julio de 1976.
No somos las organizaciones populares quienes debemos dar las explicaciones, sino los responsables de los crímenes de la dictadura y de tantos otros asesinatos como el de cuatro jóvenes de Libertador, hace menos de un año en “El Triángulo”.
Ya pasaron 36 años y se les permite no sólo seguir en libertad, sino además seguir provocando. ¿Hasta cuándo?
El juzgado y el gobierno son quienes deben garantizar que este provocador y mentiroso comparezca de una vez por todas ante la justicia.
La mejor garantía para que esto suceda es desarrollar el juicio con los imputados presos y que se los traslade directamente del Penal al Juzgado. Pruebas hay de sobra.
- Exigimos juicio, castigo y cárcel común a los responsables de la noche del Apagón y demás crímenes.
- Exigimos que el juzgado y el gobierno garanticen el juicio por los crímenes de lesa humanidad.
- Reafirmamos nuestro legítimo derecho a manifestarnos por verdad, justicia y cárcel a los genocidas, como lo venimos haciendo hace 36 años juntos a otras organizaciones.
- Basta de provocaciones y mentiras, basta de impunidad.
