El compañero Lucho expuso sus vivencias y conocimientos del país hermano, al que visitó en muchas oportunidades a partir del año del asesinato del Che Guevara, hace 52 años. Fue a Bolivia en aquel entonces en una delegación como miembro de la FUA -Federación Universitaria Argentina-. Pudo ligar ese pasado de grandes luchas desde la rebelión de Túpac Catarí contra los españoles previa a las de la independencia. Señaló que fue en el Alto Perú (hoy Bolivia) donde se libraron las principales luchas contra la opresión española con gran participación de los pueblos originarios.
Nunca hasta Evo tuvo Bolivia un presidente proveniente de los pueblos originarios. Luego explicó cómo se fue gestando la reacción golpista y el odio racista de los dirigentes del golpe. Como un gobierno que produjo importantes avances para mejorar la vida del pueblo y nacionalizó o controló la renta de sectores productivos como el gas y petróleo, pagó caro no haber avanzado en la reforma agraria en la región de los llanos.
Ello permitió fortalecer al sector reaccionario del llano, donde los terratenientes de la soja han expandido su influencia y riqueza, al mismo tiempo que se reducían los ingresos al país provenientes de las exportaciones primarias (gas y petróleo).
Molinas ejemplificó cómo los pueblos encuentran el camino para seguir la lucha y hacer retroceder a los terratenientes y el imperialismo en América Latina, que son los pilares de la opresión. Lo hizo referenciándose en la gran lucha que libran los pueblos en Chile, Ecuador, Haití, Colombia, Argentina, en este caso con la gran derrota del macrismo.
Posteriormente se generalizó un debate con gran participación y discusión alrededor de la necesidad de la existencia de un partido revolucionario que dispute en ese Frente Único de lucha para avanzar hacia la revolución.
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