En las últimas semanas asistimos a una feroz campaña del gobierno y los ministros de salud que aparecen “sorprendidos” y tratan de explicar el incremento de chicos con bronquiolitis por la “ola de frío”, la falta de prevención de sus padres que no los llevan a controlar, etc., etc. Nada dicen de las pésimas condiciones de alimentación, el hambre, la pobreza y las indignas condiciones de vida que llevan esos miles de chicos.
La bronquiolitis es una enfermedad en la que se inflaman y obstruyen las vías respiratorias, especialmente las más pequeñas (bronquiolos). Se conoce hace décadas sus causas, cómo prevenirla y tratarla. Es frecuente desde el otoño hasta la primavera en menores de 2 años, por lo que no es ninguna novedad para los que trabajamos en los centros de salud y hospitales. Sí parecen descubrirlo ahora los diarios y la televisión.
Este año, según cifras del Ministerio de Salud, hay un 6% más de casos que en el 2006. Sólo ese 6% ha mostrado lo que es diario: no hay turnos, no alcanzan los antibióticos, no hay camas para los nenes que requieren ser internados. Sólo ese 6% muestra con toda crudeza lo que es cotidiano: el sistema de salud está colapsado.
El ministro de Salud de la Nación, González García, afirma que “si bien hay un aumento de enfermedades respiratorias, no queda paciente por atender”. El ministro de Salud de la Pcia. de Bs. As., Claudio Mate, sostiene la rebuscada teoría de que el aumento de las consultas se debe no a que hay miles y miles de niños enfermos, sino a la “conciencia que se generó desde el gobierno de la provincia para que las madres consulten ante los primeros signos de la enfermedad”.
Las mentiras “oficiales”
Pero la realidad es contundente: “En la Guardia de pediatría, entre 20 y 30 chicos no son internados diariamente a pesar de que sus cuadros lo requieren, por falta de camas”, afirman los médicos del Hospital Posadas de Haedo.
En toda la provincia de Buenos Aires hay sólo 1.684 camas para internación pediátrica. Por lo relevado en el Censo del 2001, había 2 millones y medio de chicos menores de 10 años. Es cuestión de hacer la cuenta nomás: 1 cama cada 1.500 chicos. No deben desconocer estos ministros que esta relación está muy por debajo de lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud para garantizar una atención básica (1 cama cada 250). ¿Cómo explica el ministro Mate que vemos año tras año, nenes internados en los pasillos de los hospitales, de a 2 o 3 en una camilla? Con pocas palabras: “hay una pérdida en el confort”.
A pesar del palabrerío del gobierno kirchnerista, los datos oficiales mostraron un aumento de la mortalidad infantil en el segundo cordón del Gran Bs. As. durante el 2005. Los 350 chicos fallecidos en el 2003 y 160 en 2005 y 2006, son parte de las muertes infantiles evitables en nuestra Argentina.
