La larga lucha del pueblo argentino para que se castigue y condene a los genocidas de la dictadura tuvo el jueves 29 un triunfo: Bussi fue condenado de por vida. Remarcamos que esta condena es un triunfo de la lucha popular y no como pretenden hacernos creer que es gracias al gobierno del matrimonio K.
La lucha por justicia viene desde la propia instalación de la dictadura. En Tucumán, familiares y diversas organizaciones políticas, entre ellas el PCR y su Juventud, protagonizaron miles de marchas y protestas; y muchas veces fueron reprimidas, como a principios de la década del 80, en plena dictadura, la policía provincial reprimió a las madres y militantes de nuestro Partido en la esquina de 24 de septiembre y Congreso.
Muchas de aquellas “viejas” queridas, hoy no están. Seguramente ellas iban a estar junto a los que empujaron las vallas después de la alegría de la condena a Bussi, cuando nos tiraron un balde de agua fría porque el Tribunal no se pronuncia enviando a Villa Urquiza a los genocidas.
Fue una reacción espontánea y sin cálculo político. Un comentarista de La Gaceta remarca que el Partido Libres del Sur participó en voltear las vallas, demostrando así junto al resto de los partidos de izquierda y familiares presentes su indignación, porque a Bussi se lo enviaba a un Country de Yerba Buena y no a la cárcel de Villa Urquiza.
Además fue la Gendarmería con su prepotencia la que reprimió con abundantes gases a quienes a viva voz pretendían manifestar su disgusto, fue lamentable escuchar algunas voces, en particular de familiares, que condenaban la actitud asumida por la mayoría de los presentes.
La inmensa mayoría de los que hicieron el “aguante” durante el juicio y en particular el día del veredicto, lo hicieron sin cálculos políticos. Estábamos allí porque queríamos que se condenara a los genocidas y se los enviara a una cárcel común. El cálculo político fue del kirchnerismo que preparaba un gran festejo para hacernos creer que la condena de los genocidas es por obra y gracia del matrimonio presidencial. El ministro de Justicia, Aníbal Fernández, se borró porque “intuyó”, dice el citado comentarista, lo que iba a pasar.
El jueves 4 de septiembre se leerán los fundamentos de la sentencia. Numerosas organizaciones políticas y sociales se harán presentes para reclamar el envío a cárcel común al genocida Bussi.
02 de October de 2010