La jornada, de la que participaron Asociación de Medieros y Afines (Asoma), la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT) y la Cooperativa de Trabajo Unión Limitada, se realizó en medio de importantes luchas que enfrentan los despidos, abonando el camino de la multisectorialidad.
La jornada, de la que participaron Asociación de Medieros y Afines (Asoma), la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT) y la Cooperativa de Trabajo Unión Limitada, se realizó en medio de importantes luchas que enfrentan los despidos, abonando el camino de la multisectorialidad.
Dicen los campesinos: “Esta situación no es nueva, empezamos a ser acorralados por la política del gobierno kirchnerista que, más allá de las palabras, expulsó a los pobres del campo en un proceso de concentración de la tierra en manos de grandes terratenientes y pools de siembra”. “En los últimos años hemos protagonizado grandes movilizaciones, marchas, cortes de rutas, acampes, ante las autoridades nacionales, provinciales y municipales y en ocasiones logramos aliviar transitoriamente la situación”. “Todo aumentó, lo que necesitamos para producir y lo que necesitamos para vivir. Ni hablar de créditos, nos vemos obligados a recurrir a la usura que nos cobra hasta 70% o más de interés”.
Ninguno posee tierras propias, son arrendatarios chicos, medianeros o porcentajeros que producen para el mercado interno abasteciendo a la capital y la provincia. Pagan los insumos para producir (semillas, remedios, nylon etc.) a precio dólar, pero cobran en pesos. Por ejemplo: un rollo de nylon para invernáculo que hace tres meses valía $1.500, hoy vale $3.000. Hace tres meses el hilo para colgar plantas valía $90 hoy vale $400. El precio de los arrendamientos se ha triplicado en los últimos 5 años, se paga 3.000, 4.000, y hasta $5.000 por una hectárea. A esto hay que sumarle los recientes desastres climáticos y el achicamiento del mercado interno.
En las elecciones, cada uno votó lo que mejor le pareció para el futuro de sus familias. Algunos votaron para echar a los K y terminar con esta política, otros apoyaron al FPV por temor a perder planes, asignaciones, etc., “varios compañeros tenían esperanza de que con un cambio y una buena cosecha se salvaban”. Lamentablemente las primeras medidas económicas del nuevo gobierno no han sido tomadas pensando en los campesinos pobres y medios y en los pequeños productores de las economías regionales.
Como dice el documento elaborado entre Asoma y UTT para la movilización: “Con la devaluación producto de la liberación del dólar, los costos de producción aumentaron entre un 30 y un 50% según el producto: semillas, nylon, fertilizantes, etc. Somos esclavos de un modelo productivo en base a insumos importados a precio dólar, por lo que, desde la semana pasada, el costo de producir las verduras que usted come todos los días ha aumentado un 40% en promedio… Entendemos que la liberación del dólar y la eliminación de las retenciones es más concentración de la riqueza, no son medidas que ayudan al ‘campo’ y mucho menos a las economías regionales. Deberían ser reemplazadas por retenciones segmentadas, donde paguen los grandes, que la juntaron con pala durante estos años, exceptuando a los medianos y pequeños productores”.
En las asambleas de paraje de la Asoma, en las charlas en el surco, se fue reflejando esta situación de emergencia. “No aguantamos más, en plena cosecha de verano, la que nos ayuda para hacer unos pesitos, pagar las deudas y volver a sembrar, estamos trabajando a pérdida”. “Si vendemos a $20 un cajón de 18 kg de tomates y tenemos $18 de gastos (embalador, flete, vacíos etc.), nos quedan $2 para los gastos, el alquiler y vivir, y eso sin tener en cuenta el trabajo de toda la familia durante 5 meses ¿Cómo volvemos a sembrar? Por eso pensamos en irnos”. Dice otro productor: “Yo he conseguido un terrenito con la lucha en Abasto, por suerte, porque al menos si me tengo que ir de la quinta, tengo a donde ir con mi familia”. “Debo el alquiler, debo a los prestamistas, estoy tirando la verdura porque no vale, estoy pensando en irme, toda mi vida trabajé en la quinta pero ahora me parece que se terminó, no sé qué voy a hacer”.
Era momento de hacer algo, así lo interpretó la Comisión Directiva de Asoma reunida el lunes 4 de enero. Los compañeros reclamaban arrancar con el cobro de un subsidio de $5.000 a cada socio, ya otorgado, pero que todavía no se cobró. Según dijeron se encuentra depositado en la Municipalidad de La Plata y tendría que ser lo mismo en Berazategui.
Hacía más de 20 días que se cursaron pedidos de audiencias y petitorios a todos los organismos oficiales sin que haya respuesta, por eso se decide hacer una convocatoria a todas las organizaciones agrarias y cooperativas para movilizar, proponiendo como fecha probable el miércoles 13 de enero.
Junto a los compañeros de la UTT, con quienes ya compartimos marchas por la tierra, se acuerda un proyecto de documento y se invita a la Mesa Regional de Pequeños Productores a participar y rediscutir la necesidad del documento y la modalidad de la convocatoria. Lamentablemente no acuerdan participar como Mesa, dejando librado a la decisión de las organizaciones a participar en forma independiente.
La marcha
El miércoles 13, desde las 10 hs llegaron a Plaza Italia la gran cantidad de familias campesinas, de todos los parajes, que confirmaron la gran necesidad y la voluntad de lucha. En las camionetas que iban delante y detrás de la columna se veían las verduras y flores producidas.
Más de 600 campesinos marcharon tras un pasacalle que decía “pequeños productores en emergencia”, atrás las banderas de la Asoma y la UTT y varias pancartas, que pedían subsidio, denunciaban la emergencia, exigían tierra y otras consignas. También se veía una bandera de la Federación Nacional Campesina, de la que Asoma es parte. Se sumó una delegación de la Cooperativa de trabajo La Unión Limitada, que integra la Mesa Regional, y una delegación de la CCC, con quienes recorremos juntos esta lucha.
Pasaron por la Gobernación y marcharon hasta la Municipalidad y el Ministerio de Asuntos Agrarios, cortando parcialmente la calle 12 en Plaza Moreno. En la Municipalidad fueron recibidos. Mientras, se preparaba la olla popular.
Expusieron los cajones de verdura con los precios, los que pasaban se asombraban lo que se les paga a los productores. Luego repartieron la verdura entre la gente que pasaba y empleados municipales. La delegación informó en asamblea general que, luego de escuchar todas las excusas sobre los cambios de gobierno que impiden el pago del subsidio, confirmaron que el dinero estaba depositado y dieron como fecha tope el 13 de febrero. Se dejó claro que era demasiado tiempo, que trataran de adelantarlo y que si para esa fecha no se cobraba se volvía a marchar.
Los compañeros aprobaron la gestión con aplausos, había mucha alegría, no solo por el logro, sino como dijo una compañera: “lo principal es que salimos a la calle y mostramos a la gente la situación que estamos pasando, hicimos conocer la emergencia. Seguiremos la lucha”.