1. Cambios Noviembre trajo cambios muy importantes en la situación política. El escenario político cambia; a veces poco, y en otros momentos, mucho. Los de noviembre son cambios grandes. 2. El 8N El cacerolazo del 8N fue enorme. Desde la vuelta de Perón que no se veía una movilización así. Fue en todo el país. Lo protagonizaron las capas medias, con gran cantidad de asalariados. Tanto los grupos promotores desde las redes sociales, como la voluntad mayoritaria de los manifestantes expresó en sus consignas el descontento con el gobierno K de esas capas medias altas y bajas. Sin embanderarse tras las derechas opositoras. Los grupos de la derecha reaccionaria fueron muy reducidos, en algunos casos, como el de Cecilia Pando, armados desde los servicios del gobierno. Hubo simpatía en las fábricas con el cacerolazo, lo que calentó el clima hacia el 20N. 3. El 20N El 20N fue primer paro contra la política del gobierno K. Fue un parazo. Conmovió a las grandes empresas. En donde se pudo, se paró y una parte se volcó a piquetes o movilizaciones. Fue muy grande en los gremios de las centrales convocantes. Las direcciones colaboracionistas Karneras, los Caló, los Pignanelli, los Yasky, quedaron entre la espada y la pared, como confesó uno de los jerarcas metalúrgicos. Fue un debate importante garantizar el paro. El piquetazo fue clave para garantizar el paro. El piquete es una tradición obrera que escandaliza a los gobiernos reaccionarios, y este gobierno K no fue la excepción. En los gremios con direcciones carneras, el piquete le dio el argumento de la desobligación a los trabajadores que querían parar. El paro del transporte (camiones, trenes y puertos), y los piquetes de ocupados, desocupados y jubilados, golpearon un eslabón débil de la organización del trabajo hoy: muchas fábricas quedaron sin material de trabajo. La CCC y el PCR jugaron un gran papel en el paro, en los lugares de trabajo y en los piquetes. Hay un justo descontento en las filas de la CCC por actitudes de algunas organizaciones convocantes que se hicieran protagonistas exclusivas en las conferencias de prensa. Se ha creado una situación muy, muy buena para continuar la lucha y avanzar hacia un paro activo de 36 horas. Y muy, muy buena para recuperar cuerpos de delegados para la lucha. 4. La deuda externa El fallo del juez yanqui Griesa a favor de los fondos buitres, quedó en suspenso por la decisión de un tribunal de esa potencia imperialista. El 3/12 el gobierno K pagó 3.500 millones de dólares a otra rama de la usura yanqui. Esta otra rama es la que tenía deuda argentina considerada ilegítima, fraudulenta y usuraria en la investigación de Alejandro Olmos, y el fallo del juez Ballestero. El gobierno K desconoció esa investigación y ese fallo de la justicia argentina, y renegoció esa deuda, cediendo la soberanía jurídica al aceptar tribunales imperialistas para resolver las diferencias. Así, las reservas del Banco Central, necesarias para la economía nacional frente a la crisis, van a los imperialistas. La lucha por el no pago de la deuda externa ilegítima, fraudulenta y usuraria, así como la deuda odiosa contraída por la dictadura, sigue siendo una bandera clave de la lucha popular. 5. Multisectorial y programa El paro del 8N fue un gran avance en la unidad para la lucha de la CGT, la CGT Azul y Blanca, la CTA, la CCC, Barrios de Pie, el MST Teresa Vive, la OTR, la FNC, la FAA, Pueblos Originarios en Lucha y la FUA. También fue un gran avance de la unidad multisectorial en torno a un programa avanzado, claramente opositor a la política K, y con propuestas para una salida popular; propuestas a las que se incorporó la la violencia de género, y el plus para fin de año. 6. Ajuste, inflación y crisis La política del gobierno K de descargar la inflación y la crisis sobre los trabajadores y el pueblo, llevó a la caída de la producción industrial, de la construcción, etc.; y ahora, a un amesetamiento que ya suma 1.300.000 desocupados. La situación es muy difícil en la mayoría de las economías regionales y, en consecuencia, para las provincias. Es necesario abrirle la mano a la política de ajuste K, y avanzar para conquistar una política, como la que se propone en el programa de la multisectorial del paro del 20N, que también le cierra el paso a las propuestas de ajuste con devaluación de las derechas opositoras. 7. Afiliate al PTP La unidad para la lucha y multiplicar las multisectoriales por provincia y localidad va unido a una gran batalla política contra la política de ajuste K, para que paguen la crisis los que se llenaron los bolsillos: imperialistas, monopolios y terratenientes. En fábricas, barrios, el campo, las aulas, en las corrientes que compartimos, se conoce la firmeza de la línea y los militantes del PCR. Ahora, también queremos estar juntos en el PTP, un partido, que exprese las posiciones y los candidatos de los trabajadores y el pueblo; y que trabaje por un frente popular para las próximas elecciones. Les proponemos trabajar juntos en el PTP y el frente. Es una batalla decisiva, unida a la lucha, y a la recuperación de los cuerpos de delegados de las grandes empresas, para profundizar el camino del Argentinazo.
