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07 de December de 2011

Armando “El Pata” Apaza, congresal de la Adosac filial Río Turbio e integrante de la CCC, perdió la vida luego de sufrir un accidente el 15 de julio sobre la ruta nacional N° 40.

Carta de la compañera de Armando Apaza

Hoy 1398 / Río Turbio: A cinco meses de la muerte del Pata

Me dirijo a Uds. a los efectos de solicitarles tengan a bien darme la oportunidad de dirigirme a los lectores de sus páginas y a los oyentes de sus programas, como compañera de Armando Apaza y madre de sus dos hijos más pequeños:

Me dirijo a Uds. a los efectos de solicitarles tengan a bien darme la oportunidad de dirigirme a los lectores de sus páginas y a los oyentes de sus programas, como compañera de Armando Apaza y madre de sus dos hijos más pequeños:
Si bien superar la pérdida de mi compañero Armando me llevará toda la vida, el dolor de su repentina ausencia no me impide tener en mis pensamientos y guardar en mi corazón a todas aquellas personas y organizaciones políticas, sociales y gremiales que estuvieron a mi lado con mensajes, llamadas, pronunciamientos públicos y privados, manifestando su pesar y preocupándose por la salud de Gaby, por mi embarazo y estado emocional, aún sin conocerme personalmente. De igual manera el personal de salud que nos atendió en 28 de Noviembre, Río Turbio, Río Gallegos y Buenos Aires. Incluyo aquí a Hugo Garín, quien levantó y auxilió a mi hijo.
Es muy difícil resumir y poder explicar la contención y la fortaleza que me brindó cada una de las palabras de aliento recibidas, cada puerta que se abrió para albergarme y cuidarme, cada abrazo y cada lágrima derramada, cada ruego por Gaby y por el descanso del alma de Armando.
Con el tiempo me fui enterando del reconocimiento de los periodistas a la trayectoria militante de Armando, la aflicción por nosotros, el respeto con el que trataron la evolución de mi hijo. Mi eterno agradecimiento.
 En lo particular deseo manifestar mi gratitud a la comunidad de la Cuenca Carbonífera, tanto por el acompañamiento en el sepelio, como a la desinteresada y fraternal actitud de José Bucarey, como por las cadenas de oración, como por el esfuerzo para ayudarnos económicamente, como por las muestras de afecto y por mantener en la memoria colectiva a Armando.
No puedo dejar de mencionar a nuestras familias, siempre presentes, conteniéndonos y en especial quiero destacar a Mario Apaza: hermano, cuñado y tío que no permitió que la congoja lo agobie y nos acompañó a Buenos Aires, nos puso el hombro, hizo reír a Gaby y secó sus lágrimas, recibió a Rodrigo y logró con su presencia que no me asfixie la angustia y la desolación en estos difíciles momentos.
A los compañeros de Armando, más allá de si compartieron mucho o poco tiempo de lucha, más allá de si compartieron o no sus ideales, más allá de las distancias geográficas, a todos ellos mis más sinceras gracias.
A los compañeros de la Adosac, el gremio de Armando y mi gremio, a cada uno de ellos, vaya mi gratitud por el respaldo, por el amparo, por la hospitalidad, por los mensajes de aliento, por demostrarnos día a día el cariño que nos tienen.
La retribución a todo lo recibido, es asumir públicamente la responsabilidad de criar a mis hijos para que sean hombres de bien, solidarios, comprometidos social y políticamente para lograr un mundo mejor, como soñaba su padre.
Ellos sabrán lo que todos hicieron por nosotros y en el recorrido en este camino hasta la victoria, como lo está en cada uno de Uds. ¡Armando presente!  ¡Hoy y Siempre!
 

Gina Barrios