El 12 de octubre hizo un año del fallecimiento del querido camarada Sergio Glüzmann (76), por todos conocido como Checho.
Para los más jóvenes, Checho fue el invalorable “buscador” de libros inhallables, “sabueso empedernido de literatura marxista, y de la que mande su clientela; especialista en inhallables y rarezas bibliográficas de la izquierda vernácula”, como decía Víctor Delgado en el reportaje que le hiciera en nuestro hoy 1104.
El 12 de octubre hizo un año del fallecimiento del querido camarada Sergio Glüzmann (76), por todos conocido como Checho.
Para los más jóvenes, Checho fue el invalorable “buscador” de libros inhallables, “sabueso empedernido de literatura marxista, y de la que mande su clientela; especialista en inhallables y rarezas bibliográficas de la izquierda vernácula”, como decía Víctor Delgado en el reportaje que le hiciera en nuestro hoy 1104.
Checho, uno de los fundadores del PCR, tuvo una vasta trayectoria militante, desde su juventud en la ciudad de La Plata, de la que era oriundo, donde se vinculó a la FJC a los 12 años.
Como recordó Otto Vargas, secretario general del PCR, durante el homenaje que se le realizó a Checho cuando se esparcieron sus cenizas en la Reserva Ecológica de la Ciudad de Buenos Aires, Checho era ampliamente conocido en La Plata por su valentía, que le había costado 23 detenciones, y por su capacidad organizativa, recordando cómo había afiliado a 300 jóvenes a la Federación Juvenil Comunista.
Checho fue uno de los más activos constructores del PCR en el momento de la ruptura con el PC. De La Plata, decía Vargas “El que más trajo, lejos, fue Checho”, recordando además que la mayoría de esos cuadros eran obreros que tuvieron destacada participación en importantes luchas.
Checho, además de su infatigable labor de “buscador”, nunca dejó que las enfermedades y una salud precaria lo alejaran de la militancia, por eso fue uno de los animadores de la Asamblea Vecinal de La Paternal hasta sus últimos días.
A un año de su partida, recordamos a este luchador inclaudicable por construir un mundo mejor, donde no exista más la explotación del hombre por el hombre.