Junto con esta medida, se resolvió bajar el piso del subsidio que rige para la región, de los 25 mil metros cúbicos, a sólo mil. Esto implica dejar sin subsidio a todas las industrias, y a las empresas de transporte público, que funcionan un 100% con gas comprimido. Dichas empresas informaron que el boleto subirá un 20%. Aumentará también la electricidad, ya que la región no se encuentra conectada a la red nacional, y produce energía eléctrica sobre la base de usinas a gas.
Junto con esta medida, se resolvió bajar el piso del subsidio que rige para la región, de los 25 mil metros cúbicos, a sólo mil. Esto implica dejar sin subsidio a todas las industrias, y a las empresas de transporte público, que funcionan un 100% con gas comprimido. Dichas empresas informaron que el boleto subirá un 20%. Aumentará también la electricidad, ya que la región no se encuentra conectada a la red nacional, y produce energía eléctrica sobre la base de usinas a gas.
“Al subir las tarifas del gas sube el costo de la vida para los magallánicos en más de un 20%, lo que se expresa en el alza de los combustibles, significando aumento de tarifa de toda la actividad del transporte, comercio e industria y de los bienes de consumo básico como el pan”, declaró recientemente la Asamblea Ciudadana de Magallanes, que dirige la lucha.
Miles en las calles
El miércoles 5 y domingo 9 de enero se realizaron masivas marchas en la región. El 5 se mantuvieron bloqueados los principales accesos a Punta Arenas, y se hizo un gigantesco acto en el centro de la ciudad. Un diario de la ciudad tituló al día siguiente: “Puntarenazo”. Mientras que el 9 de enero 20 mil personas y más de 3 mil vehículos protestaron en la costanera del Estrecho de Magallanes.
Las manifestaciones han continuado casi todos los días, y son constantes las barricadas y piquetes en las distintas ciudades del sur chileno. El 11 de enero, una camioneta atropelló un piquete en Punta Arenas, matando a dos mujeres. El conductor se dio a la fuga.
Melissa Silva Ruiz (23) y Claudia Castilla Campos (19), se han transformado en mártires de esta lucha contra el aumento del gas, y su funeral convocó a una multitud acongojada y con bronca.
¡Magallanes adelante!
El Comité Central del Partido Comunista Chileno (Acción Proletaria) PC (AP), al día siguiente de las muertes de Silva Ruiz y Castilla Campos, emitió un comunicado donde afirma en algunos de sus párrafos:
“Este 12 de enero la población de Magallanes se ha levantado en barricadas y manifestaciones en protesta al aumento insensato del gas, contra una región que tiene que desenvolver cualquier actividad productiva y humana con este recurso.
“Este aumento del 16,8% en las tarifas de gas en la zona es la decisión del Gobierno patronal de Piñera, por vía de la ENAP, que al ser la empresa de Estado capitalista da un incentivo jugoso a los empresarios e inversionistas privados para hacer sus negocios con el malestar ciudadano y del pueblo de nuestra más austral región de Chile…
“Si bien existe un subsidio para la gente de Magallanes, al ser tan necesario este recurso natural para la sobrevivencia del pueblo en aquellas frías condiciones, aquel subsidio descendería 25 veces su cobertura hacia las familias magallánicas, y no solo a ellas, sino que la pequeña industria como lo son panaderías, y los locales pequeños sentirían la precariedad respecto a esta impopular y neoliberal dictado de los grandes empresarios. Pero nada de esto es solo un alza injustificada, sino que la medida es para incentivar la inversión privada para la exploración y explotación de hidrocarburos y de todos los recursos energéticos de la región por las empresas, preferentemente de capital extranjero.
“Incluso dos mujeres pagaron con su vida por participar en las manifestaciones, pero el pueblo sigue movilizándose contra esta neoliberal medida del Gobierno estrella del capital, que ha perdurado el legado de la concertación en la privatización de los recursos naturales y la explotación de los trabajadores y pueblos de Chile, es como el pueblo magallánico salió a las calles, cortando caminos y prendiendo barricadas, uniéndose a ellos, desde los trabajadores del transporte, el comercio, públicos, pobladores, las amplias masas populares, por hacer valer sus derechos como seres humanos, por la dignidad y contra la fiesta empresarial que Piñera y su gobierno querían dar a su clase, aludiendo que los magallánicos tenían una “fiesta del gas”, aunque lo tengan que utilizar tan valiosamente en las gélidas condiciones australes.
“Los magallánicos se han unido a partir de sus necesidades, las divisiones artificiales que siempre introducen en el seno de las masas las agrupaciones neoliberales, la alianza y la concertación-pc, han saltado por los aires, es toda una señal y un camino a seguir.
“Es así que el alza del gas no se debe quedar solo como una reivindicación de momento, es nuestro deber exigir y promover una Asamblea Constituyente, y una Nueva Constitución que haga nuestro los recursos naturales, que haga del pueblo la necesidad de consumirlo, y que no solo sea el privilegio acaparador de ganar por ganar, como la lógica que utilizan los rapiñas empresarios y sus gobiernos títeres, es nuestro deber seguir luchando para que estos abusos paren, y solo lo se hará con la fuerza de los trabajadores organizados, por un Chile nuevo, democrático y popular que habrá pasos a nuevas oportunidades para las amplias masas que de norte a sur desean trabajar y vivir en un país mejor”.
Se extiende el conflicto
La lucha popular ha provocado una crisis en el gobierno de Piñera, quien se ha visto obligado a cambiar ministros de su gabinete, entre ellos al de Energía y al de Transporte.
Al cierre de esta edición el conflicto se profundizaba, con el bloqueo del cruce del Estrecho de Magallanes, único paso entre Tierra del Fuego y el continente.
Además, los trabajadores de ENAP anunciaron que si no se soluciona el problema del gas en Magallanes cortarán el suministro del hidrocarburo a la empresa Methanex, que transforma el gas en metanol y vende al extranjero.
Así lo anunció el presidente del sindicato de trabajadores de ENAP, Alejandro Avendaño, quien afirmó que “el gas y el petróleo en nuestra tierra es primero para los magallánicos y los chilenos y después para los privados”.
