Claudio Spiguel, el camarada Marcos, Claudito para los amigos, fue un extraordinario y apasionado intelectual comunista. Historiador e investigador, profundo conocedor del marxismo-leninismo-maoísmo, docente universitario, autor de numerosas publicaciones, gran amigo, formador de centenares de camaradas del Partido y la Juventud en la doctrina marxista y en la línea del PCR.
Todos los que, en las aulas académicas como la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, donde Spiguel estaba al frente de la Cátedra de Historia Social General, o en una “escuelita” del Partido o la Juventud fuimos sus alumnos, conocimos de su pasión y de sus convicciones, y su preocupación para que hasta el último conociera la verdadera historia, y los fundamentos de la doctrina marxista.
Como recordó su compañera Nené en el homenaje de despedida, Claudio “Era tan generoso, que cualquier cosa que encontraba decía ‘esto le va a servir a Fulano’. Todo el tiempo pensando en los otros. Una de sus frases, era ‘Nunca soy más yo que cuando estoy fuera de mí’”.
Queremos recordar a este “optimista irreductible” como lo calificara una de sus amigas en la despedida, con un fragmento de su trabajo La dependencia argentina y sus bases sociales internas, publicado en Ariadna Tucma- Revista Latinoamericana en el 2012:
“Caracterizamos a la dependencia como elemento determinante de la formación económico-social de la Argentina: la esencia económica de esa dependencia (aunque ésta no es reductible a ella) es la dominación del capital financiero extranjero de las grandes potencias sobre las principales ramas de la economía del país y su predominio –en asociación con las clases dominantes internas, o con fracciones de ellas– en la estructura social y en el Estado, elemento clave en la expansión del capital monopolista y escenario de la competencia intermonopolista e interimperialista.
“En tanto este predominio tiene lugar en un país dependiente (esto es, un país con Estado propio, no colonial), sólo puede realizarse a través de la asociación y subordinación de las clases dominantes locales. Por eso, estudiar las bases sociales internas de esa dominación supone ahondar en la caracterización de la formación económico social en su conjunto y en particular en la génesis, naturaleza y metamorfosis de sus clases dominantes en relación con la evolución de la “inserción internacional” del país y de sus relaciones internacionales, atendiendo a los diversos aspectos involucrados: la base económica, las diversas modalidades y manifestaciones de su existencia social, su actividad política y en relación con el Estado, sus dimensiones ideológica y cultural.
“Es preciso al respecto tomar en cuenta en ese proceso la génesis, desarrollo y cambios de lo que puede definirse como una burguesía intermediaria de capitales extranjeros de diversos orígenes (intermediaria, también, de la operatoria de intereses económicos y políticos más generales de las grandes potencias) durante el siglo XX, una fracción particular de los capitalistas, que en unidad e interpenetración con la clase terrateniente (lo que no elimina la distinción entre ambas clases, teórica e históricamente importante), conforman el bloque de ‘las clases dominantes’.
“Junto a la oligarquía terrateniente, el creciente papel de diversos grupos de gran burguesía intermediaria resulta fundamental para reconstruir la evolución de las relaciones internacionales y de la política exterior argentina, así como los conflictos en torno a las mismas, que se imbrican con el conflicto social interno y con la disputa por el poder estatal, vehiculizando de modo particular dentro de la economía y el Estado argentino la competencia inter-monopolista y la disputa entre las grandes potencias en el escenario internacional y latinoamericano”.
Hoy N° 1847 13/01/2021