El director de Asuntos Corporativos de Kraft, Pedro López Matheu afirmó recientemente que “para nosotros el conflicto gremial terminó el 16 de octubre”. Se equivoca.
Por un lado, un conjunto de despedidos sigue dando la pelea por su reincorporación, con base en el acampe que esforzadamente mantienen en la puerta de la fábrica. Además, han comenzado los juicios por desafuero a la Comisión Interna anterior, con el del compañero Arcadio Alfonso, que fue postergado para marzo del año entrante.
Puertas adentro, las obreras y obreros de Terrabusi están dando muestras de que no quieren retroceder, y buscan cauces para seguir la pelea, en lo inmediato por un doble aguinaldo para las fiestas.
Batucada adentro
De que los obreros de Terrabusi no quieren retroceder, la semana que pasó tuvimos nuevas muestras. Desde el acampe de los despedidos se planteó la iniciativa de hacer alguna demostración dentro de la planta de la vigencia de los reclamos. Hecho el planteo, la nueva Comisión Interna lo tomó en las palabras, mientras siguió poniendo el centro en las acciones mediáticas como los cortes en la Av. 9 de Julio.
El martes por la mañana, luego de dos “convocatorias” nunca concretadas, la nueva Interna, megáfono en mano, “llamó” a concentrar en el hall. Hermosilla quedó “como esos predicadores que hablan en las plazas, con la gente pasándole por al lado, porque no veían ni a Bogado ni a María Rosario, que no estaban en la fábrica, por trámites con los abogados por los juicios que tienen pendientes”, nos contaba un compañero.
En cambio, en el Turno Tarde se trabajó la convocatoria a una batucada en el hall desde varios días antes, tanto desde los sectores como desde el acampe de los despedidos. Así, el martes a las 13.40, se juntaron cerca de 200 compañeros en el hall de entrada, reclamando el doble aguinaldo y la reincorporación de los despedidos. Estos, desde afuera, sacudían el portón acompañando la movida.
El compañero Jorge Penayo nos contaba: “Se acercó un número importante de gente a la concentración, para demostrarle a la empresa y a todos los que vienen diciendo que la gente no da, que estamos dispuestos a seguir con nuestra lucha.
“Fuimos muy aplaudidos cuando planteamos que tenemos nuestro camino marcado, que es el de la lucha. No podemos bajar los brazos. Necesitamos un doble aguinaldo por la inflación, las cosas han aumentado mucho, y así como venimos vamos a pasar una navidad muy triste, encima con nuestros compañeros despedidos. Por eso la importancia de organizarnos sector por sector, turno por turno, para seguir el camino que hemos elegido, el de la lucha. La dirección de la empresa, que provocativamente quiere avanzar con sus planes, se equivoca, porque no estamos dispuestos a retroceder. Estamos de pie, y la patronal nunca nos va a ver de rodillas, porque tenemos dignidad”.
Aprietes cotidianos
La empresa ya ha dejado en claro que quiere seguir avanzando en sus planes de ajuste. Hay rumores dentro de la planta de la apertura de “retiros voluntarios” para fin de año. Con respecto a los despedidos, a la última audiencia en el Ministerio de Trabajo de la Nación, el miércoles 2/12, ni concurrió. Está claro que las “medidas mediáticas” no la incomodan, pues su centro está en producir.
Han aumentado los ritmos en varias líneas y secciones, con distintas metodologías. Por ejemplo en el sector de Ingredientes, en el turno tarde, donde hubo 8 despedidos, reincorporaron sólo cuatro compañeros. Y mantienen los ritmos de producción sin cubrir los otros puestos.
“La empresa avanza con las cuestiones cotidianas –nos dice el compañero Penayo-. Nos metieron una cámara en la sección amasadora, que hace dos años que vienen intentando hacerlo, y nosotros dimos grandes peleas para impedírselo. Se la tapábamos, cortábamos los cables, se la pintábamos, nunca pudieron poner esa cámara. Y ahora hace un mes que está esa cámara brillante y parece que a nadie le molesta. Es igual a las cámaras que están en la puerta de entrada, que sacan con gran calidad. Metió rejas en un lugar donde la gente se sentaba a descansar y a tomar aire ahora que viene el verano. No han pagado los salarios caídos a los compañeros reincorporados, porque al reconocerle sus puestos de trabajo la empresa reconoce que los echó sin justa causa. Esto no lo ve la Comisión Interna, y aparece el fenómeno de que algunos compañeros hablan con los congresales de Daer para ver si intervienen ante la empresa para que baje los ritmos, cuando antes no se le daba ni bolilla a los congresales. Con esta Interna vamos para atrás. La empresa te va metiendo las famosas ‘normas de convivencia’, pero de a una”.
Algunos debates
Un debate de los compañeros de la mayoría de la Interna que dirigió el conflicto desde el 18 de agosto, con la dirección de la empresa, y lamentablemente con la nueva Interna, tiene que ver con la situación en el conjunto de los trabajadores. El otro es el que se viene dando alrededor del acta firmada el 16 de octubre, que para los sectores políticos que respaldan a la nueva Interna es “nefasta” y “maldita”, sin ver que ese acuerdo permitió, entre otras cosas, la reincorporación de 40 compañeros. Luego de eso, no entró nadie más.
Está en cuestión el camino recorrido en estos meses por este heroico destacamento de 2.700 obreras y obreros que enfrentó a un poderoso enemigo, con una dirección combativa y una política de unir al conjunto que permitió, entre otras cosas, paralizar totalmente la planta durante 38 días. Es indigno no tenerle confianza a estos trabajadores que han demostrado sobradamente su valentía. Hay que apostar a su protagonismo eligiendo delegados en los sectores y convocando a asambleas dentro de planta.