1. Macri abrazado al representante de la colonia
1. Macri abrazado al representante de la colonia
Tan frío y desteñido fue el Bicentenario de Macri que hasta él mismo se dormía. El verdadero heredero de aquellos gauchos, originarios y afroamericanos que conquistaron con su sangre la independencia, fue puesto atrás de las vallas y de los grupos del “sí se puede” puestos para las cámaras. Como espectador, el pueblo solo pudo poner su grito, ¡Argentina, Argentina!, al paso de los gauchos y los veteranos de Malvinas.
Macri no invitó a ningún presidente de los países hermanos de la Patria Grande, ni siquiera de los países que nos rodean con los que peleamos juntos esa primera independencia. En lugar de ellos trajo al impresentable “rey emérito” de España. Este nefasto personaje, fue preparado e impuesto por Francisco Franco, el dictador que llegó al poder de la mano de Hitler y Mussolini, responsable de un millón de españoles caídos en la guerra civil o asesinados por su infame dictadura. Juan Carlos representó a la corona española, la de la conquista y la colonia, responsable del genocidio de millones de originarios, que repudiaron su presencia, y afroamericanos esclavos. Rey ladrón y coimero, fue forzado a renunciar por el pueblo español, por representar a los monopolios, bancos y terratenientes que hundieron a España en la crisis y la descargaron brutalmente en el pueblo.
2. Quieren enterrar el legado histórico
“Nuestro primer siglo fue el de la emancipación y la organización nacional. El segundo el de la conquista de los derechos y la democracia”, dice el acta firmada por Macri, gobernadores y dos vicegobernadores. En una actitud digna, no fue ni firmó, por la falta de contenido nacional, Alberto Rodríguez Sáa, el mandatario de San Luis.
En el acta firmada, la independencia, el federalismo, la verdadera democracia y los derechos (humanos, sociales, etc.,) son cosa del pasado. Para este siglo la convocatoria es “al diálogo y la convivencia” y, a resolver algunas “injusticias”. Para eso, “el mundo nos quiere acompañar”, afirmó Macri en su discurso.
Macri embellece las cadenas de la dependencia del imperialismo.
El mundo que según Macri nos quiere ayudar, sigue soportando las consecuencias sociales y políticas de una de las crisis más profundas de la historia, o la más profunda, de la que se ha salido a costa del agravar las condiciones de trabajo y de vida de miles de millones de personas, y con un brutal enriquecimiento de las burguesías imperialistas. Esas potencias disputan por un nuevo reparto del mundo, provocando guerras que fuerzan a migraciones masivas de pueblos de Medio Oriente y Africa. Estos opresores y guerreristas son los que Macri dice que “nos quieren ayudar”.
3. Somos un país dependiente, en disputa
La Argentinatiene bajo el dominio colonial inglés sus islas y aguas del Atlántico Sur, y está amenazada su proyección antártica, claves de los pasos interoceánicos. Por los pactos de Madrid con Gran Bretaña tenemos que pedir permiso a ese imperialismo para comprar armas y cualquier abastecimiento militar, y para todo movimiento de barcos y tropas en el Atlántico Sur. Por esos pactos se desmanteló la producción del misil Cóndor, la fabricación de tanques, nos quedamos sin aviones y pilotos de guerra, sin marina de guerra y con un ejército sin balas.
Las cadenas del endeudamiento hipotecan al país por medio siglo, y la política de Macri agrava al extremo esa situación. Se han destruido ramas enteras de la producción, y gran parte de lo que quedó son armaderos en manos de monopolios imperialistas. Hay 30 millones de hectáreas extranjerizadas, una ley kirchnerista abrió la puerta para aumentaresa extranjerización, y ahora Macrimodificó la ley para facilitar esa entrega de la tierra a capitales imperialistas.
Inglaterra tiene un aeropuerto cerca del Atlántico Sur y gestiona otro en los Andes, lo hace con la máscara del agente inglés Lewis, amigo de Macri. Es un dispositivo que puede cortar la Patagonia del resto del país en horas. Tenemos una base militar china y se negocia otra.
La Argentinasigue siendo “modelo” de los países “envueltos por las redes de la dependencia financiera y diplomática”, por “el fuerte lazo” establecido “entre el capital financiero —y su fiel “amigo”, la diplomacia— de Inglaterra y la burguesía argentina, los círculos dirigentes de toda su vida económica y política” (Lenin, El imperialismo fase superior del capitalismo, pág. 109). Solo basta con agregar, a Inglaterra, los otros imperialismos de Occidente, más Rusia y China. El palabrerío de Macri y su Acta del Bicentenario, muestran el carácter invertebrado del bloque dominante: ser intermediario del saqueo de una u otra potencia imperialista.
4. El otro Bicentenario
En cientos de actos de todo el país, en pueblos y ciudades, por fuera del protocolo de Macri, el pueblo conmemoró dignamente del 9/7, fue protagonista del Bicentenario de la Independencia de la Patria. Los veteranos de Malvinas recibieron cálidos homenajes.
En Tucumán se realizó la Jornada Patriótica por la Segunda y Definitiva Independencia, con un Encuentro de Cultura Popular, con numerosos números artísticos, y un Foro que reunió a legisladores, organizaciones sociales, políticas y de la cultura. Tuvo una gran presencia de tucumanos, jujeños, salteños, santafesinos, catamarqueños, santiagueños, del Gran Buenos Aires, capitalinos y de otros lugares. Una gran participación tuvo la CCC, el PTP, el PCR, la CTA, Barrios de Pie, con otras organizaciones.
El mismo 9/7, hubo un locro de sectores autoconvocados del peronismo histórico, con Miguel de Renzis y veteranos de Malvinas, en el que fueron invitados el PTP y el PCR. En las semanas previas hubo muchos actos, charlas y actividades culturales, en las que fue notoria la voluntad de conocer la verdadera historia y recoger sus enseñanzas, para seguir el camino hacia la segunda y definitiva independencia.
La identificación de los restos de la compañera Ana Sosa, a 40 años de su secuestro en Tucumán por la dictadura, es un triunfo de la lucha, y una muestra de las heridas del pueblo y del compromiso de luchar a fondo contra la impunidad de los genocidas.
Las reservas patrióticas del pueblo argentino son enormes y profundas. No importa cuánto haga Macri y sus compinches empresarios en el gobierno para distorsionar la historia. No lo va a lograr. El esfuerzo de tantos, a lo largo y ancho del país, muestra que el pueblo no come vidrios. Así como las puebladas contra los tarifazos, y el paro de los estatales bonaerenses y los sindicatos docentes combativos, muestran que hay pocos pasos del malhumor a la bronca.
