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02 de October de 2010

Acorralado por la lucha, el Ministerio de Trabajo provincial dictó la conciliación obligatoria en el conflicto. Fracasó de nuevo la asamblea trucha de la AOT.

Conciliación obligatoria en Mafissa

Un paso delante de los trabajadores

Un paso adelante en nuestra lucha. No bajaremos los abrazos porque Curi –dueño de la empresa– va a jugar sucio”, así definían los obreros de Mafissa la resolución del Ministerio de Trabajo del 26 de marzo, que obliga a retrotraer la situación a la fecha anterior al 26/11/2007 e intima a la empresa a dejar sin efecto los despidos y suspensiones con pago de sueldos caídos; todo verificado por el servicio de Inspección y vigilancia del Ministerio, organismo que citó a ambas partes a la audiencia que se realizará el 3 de abril.

La taba se dio vuelta en el aire
La combativa y unitaria asamblea del 15 aprobó un plan de lucha y discutió medidas para contraponer a la asamblea trucha que pretendía  la AOT, apelando además a la solidaridad de la Multisectorial y otras organizaciones amigas.
 El empuje de la lucha y la unidad fue arrinconando a quienes no querían que los obreros vuelvan a trabajar (gobierno K, patronal Curi y gremio AOT). Esto se produce con el trasfondo del gran paro agrario que movilizaba al pueblo, golpeando al gobierno de Cristina K.
El 28, a partir de las 6, acatando la conciliación obligatoria, se presentaron a trabajar mas de 150 obreros y firmaron la planilla correspondiente ante escribano, mientras la empresa siguió sin dar señales de vida. Un obrero sintetizaba la situación: “Es un paso adelante, muy importante; no sabemos qué va a hacer Curi, de hecho no acató y no puso a trabajar la fábrica; pero nosotros nos fortalecimos, cada vez creemos más en la posibilidad de ganar”.
La AOT realizó de todas maneras una asamblea en Capital Federal. A pesar de apretar a los compañeros, (hasta la misma empresa los amenazaba telefónicamente para que vayan) y aprovecharse de sus necesidades para chantajearlos, no lograron el quórum necesario (mitad mas uno) para que sea resolutiva. Una parte de la Interna fue a “dar la cara” y defender la posición de los trabajadores.