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15 de May de 2024

Santa Fe: Un gran triunfo de la lucha por memoria, verdad y justicia

Condenaron a ex policías por el asesinato de Orlando Navarro

Después de 48 años de larga lucha por conocer la verdad sobre el asesinato de nuestro compañero Orlando Navarro, hemos logrado un triunfo histórico por su memoria, la de su familia y los 30.000. Juicio que también demostró que la comisaría 3° de Santa Fe fue parte del circuito genocida de la ciudad.

Petiso, morocho, peleador y muy inteligente y decidido, así describió el compañero Luís Molinas a Orlando Navarro en el testimonio que dio en el juicio por su asesinato. Y es así que en estas semanas se repitieron testimonios de compañeros y compañeras que recordaban a Orlando Navarro, “Navarrito”, “Calachita” o “Gabriel” tanto en su actitud militante como en su vida diaria.

Es imposible entender el asesinato de Navarrito sin conocer su vida y su militancia. Nacido en Sunchales, de origen humilde, llegó a Santa Fe a estudiar abogacía en 1967 con una beca para trabajar en el comedor universitario. Allí se incorporó a militar en el Faudi (Frente de Agrupaciones Universitarias de Izquierda), donde compañeros de estudio y militancia recuerdan aún su trato cálido, su tenacidad al discutir, sus “puntitas de pie” para esconder su baja estatura y sus guitarreadas al terminar las asambleas.

Eran épocas convulsionadas de luchas estudiantiles, obreras y antidictatoriales que abrieron paso al Cordobazo -golpe de muerte de la dictadura de Onganía-. Es entonces que participó de luchas por el Comedor Universitario y las residencias estudiantiles, lo que le costó ser detenido por la Policía Federal en 1971.

En esta época Orlando Navarro peleaba por una salida revolucionaria y antiimperialista de la dictadura de Onganía, que lograra una segunda y definitiva independencia de la Argentina. Es por eso que, ya como abogado, entendió la necesidad de poner sus conocimientos al servicio de los más excluidos de su pueblo y conformó y fue asesor ad-honorem del Sindicato de Obreros Rurales de la ciudad de San Javier. Allí se organizaban obreros algodoneros de la zona.

En 1974, con una democracia endeble, la muerte de Perón atizó a las fuerzas reaccionarias a regresar al poder de manera cruenta. Es entonces que Navarrito fue apoderado legal del PCR, desde donde denunció públicamente que en Argentina se estaba cocinando un nuevo golpe de Estado, esta vez apoyado tanto por sectores proyanquis como prorusos. Quedando registro de ello en la edición del diario El Litoral del 3 de mayo de 1975.

El golpe abrió una nueva etapa en Argentina. Entre los primeros decretos de la junta militar, se establece la disolución, entre otros, del PCR y Vanguardia Comunista, otros partidos sólo son suspendidos en la actividad. Empezó el periodo de terror abierto, en tres oleadas sucesivas detienen a más de treinta afiliados y amigos del PCR y del Faudi, muchos de ellos son brutalmente torturados. Al final de esas oleadas es detenido ilegalmente Navarro.

 

Lleno de vida

Navarrito fue secuestrado en septiembre de 1976, trasladado a la Comisaría 3ra. de la ciudad de Santa Fe, torturado y asesinado en su interior. Sus perpetuadores pretendieron encubrir el hecho como un suicidio. Los relatos coinciden: “es imposible que teniendo tanta vida se haya suicidado como dijo la policía”. En este juicio histórico se logró demostrar que la Comisaría 3ra. fue parte fundamental del circuito logístico de la Dictadura, a cargo del 2do. Cuerpo de Ejército bajo el Área 212, controlada por el Comando de Artillería 121.

Luego de las oleadas de detenciones y su asesinato, sus compañeros se enteraron que Centro Fijo de Comunicaciones de la dictadura había trascendido: “se ha desbaratado totalmente al PCR de la ciudad de Santa Fe”. Es real que sufrimos una emboscada muy dura, que aún duele y que la organización se tornó compleja y peligrosa; pero la lucha inclaudicable contra la dictadura, por un pueblo liberado de los imperialismos y por verdad y justicia por Navarrito nunca cesó, aún en los momentos más cruentos.

Es por eso que luego de siete años del inicio del juicio, queremos agradecer a la querella, constituida por los abogados Nicolas Tauber y Fernando Molinas, miembros de Liberpueblo; a sus padres, hermana y sobrinas; al fiscal y la secretaría de Derechos Humanos; a compañeros y amigos; a los organismos de Derechos Humanos presentes durante todo el juicio; a las familias de los abogados Ávalos y Pedraza por su compromiso y testimonios; y todos y todas quienes demostraron su afecto y compromiso por conquistar justicia por Navarrito.

Festejamos este fallo, donde fueron condenados los acusados Rolón, González, de la Iglesia y Ríos, como autores mediatos del asesinato de nuestro compañero, y los secuestros y torturas de: Leda Fernández, Carlos Borgna, Carlos González, María Susana Muñoz y Daniel Marangón. Los condenados son autores necesarios, pero seguiremos luchando por enjuiciar a quienes torturaron e intentaron enflaquecer el tenaz silencio de Navarrito, aquella patota tan temida por su brutalidad que aún no pudimos sentar en el banquillo.

Navarrito: a 48 años, podemos decir que tu memoria ha sido honrada, limpiando de la historia la burda mentira del suicidio con la cual intentaron ocultar tu posición antigolpista, tu consecuente lucha y tu silencio y lealtad.

Querido camarada, compañero, amigo, hoy más que nunca, en estos tiempos de negación y odio, tu ejemplo nos ilumina el camino.

Orlando Navarro, ¡Presente! ¡Ahora y siempre! ¡Hasta la victoria, siempre!

Corresponsal

hoy N° 2010 15/05/2024