Asambleas y cortes de ruta en Neuquén
Los trabajadores de la PIAP se resisten a pagar la crisis que está pasando el sector nuclear e industrial del país.
La PIAP (Planta Industrial de Agua Pesada) es un complejo fabril, parte del sector nuclear argentino perteneciente a la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), que produce agua pesada para las centrales con reactores del tipo uranio natural-agua pesada, donde ésta se usa como moderador. Cuenta con más de 450 trabajadores y está ubicada en Arroyito, Neuquén. Hace 10 meses que estamos con la planta parada.
En la última semana del mes de febrero la gerencia nos comunica que la situación económica es frágil, grave; y que tomarían medidas para reducir costos. Que se pasaría a trabajar con un plantel reducido a partir del lunes 5 de marzo. Que se harían grupos de trabajo, con la intención de que asistan menos trabajadores a planta, aunque los sueldos estarían garantizados hasta septiembre donde arrancaríamos con la producción.
El l de marzo realizamos una asamblea, y con más de 200 compañeros decidimos no acatar la orden de la empresa, ya que de esta forma quedamos desprotegidos. Cambiando el eje de discusión, resolvimos exigir que comunique a las autoridades nacionales nuestra intención de arrancar la planta lo antes posible.
El 7 de marzo nos comunican que sólo depositarán $10.000 y el resto podría ser la semana siguiente. El viernes 9 en una gran asamblea, con mucha bronca y también incertidumbre, a 30 metros de la ruta nacional 237, decidimos empezar un plan de lucha para garantizar el sueldo adeudado en lo inmediato, y la continuidad laboral.
Hicimos permanencia en el acceso a planta. Los compañeros vuelven a plantear que se resuelva la cuarta central nuclear con agua pesada de la PIAP.
En una nueva asamblea general sobre la ruta 22, a 15 km de planta, entregamos volantes y nos apostamos a la vera de la ruta durante la jornada laboral. Cortamos la ruta 237 en la entrada de planta, en forma intermitente. Con mucha aceptación de parte de la comunidad, y con mucha alegría de los compañeros.
También nos movilizamos al Ministerio de Energía de Neuquén, donde el ministro Monteiro debió posicionarse diciendo “la provincia entiende que la planta tiene que estar en marcha y la consideramos estratégica para Neuquén y la Nación”.
En asamblea se conformó una “Comisión en defensa de PIAP” para difundir la situación y pedir el apoyo a distintos sectores de la vida política, social y sindical nuestra provincia. El viernes 16 nos recibió el diputado del Parlasur Ramón Rioseco y el intendente de Cutral Co José Rioseco, quienes se pusieron a disposición de nuestras demandas. Está previsto reunirnos con los diputados del Frente Neuquino y de otros bloques en la Legislatura y con distintos sectores de nuestra comunidad.
Es evidente que el gobierno de Macri pretende realizar un ajuste que recae sobre los trabajadores de la Planta, y no existe la voluntad política de avanzar en un plan nuclear basado en la soberanía y en la larga experiencia en la actividad nuclear. Mantiene los acuerdos firmados en el gobierno anterior con los chinos que avanzan en imponer su tecnología y sus plantas llave en mano con uranio enriquecido.
Desde la Agrupación por la Dignidad de los Trabajadores del Estado, en la Corriente René Salamanca de ATE, entendemos que es responsabilidad del gobierno nacional garantizar la continuidad laboral y la puesta en marcha de la PIAP, la cual es estratégica dentro del plan nuclear independiente que necesita el país, para un desarrollo autónomo y soberano. Y exigimos la concreción de la cuarta central nuclear con agua pesada. Necesitamos la más amplia unidad con el resto de los trabajadores y el pueblo de Neuquén para revertir esta situación.
Corresponsal
Semanario Hoy N° 1710 21/03/2018