Es difícil empezar la columna después de tu reflexión, porque la derrota fue grande, dimos la pelea en condiciones difíciles después de la muerte de Perón, tratamos de enfrentar esa conjura golpista, pero como decís vos, ese golpe mutiló la Argentina.
Pero, siendo la dictadura más feroz de Latinoamérica no pudo sostenerse lo que se sostuvieron el resto. En seis años estuvo demolida esa dictadura y en tres años estuvo el primer paro general del movimiento obrero argentino. Esta es una parte de la historia que también se oculta mucho. Se señalan algunas cosas de esa época y no se señala ni lo que fue la lucha antigolpista ni lo que fue la resistencia frente a la dictadura. Porque ahí hay nervios del pueblo argentino que no lo pueden doblegar, y va a estar presente. Tenemos una obligación de ver qué cosas no hicimos y cómo recuperamos esa fibra y ese tono orgulloso del pueblo argentino que fue liberador en tantas etapas de la historia latinoamericana. Bueno, es pensando en voz alta frente a los discursos de Perón del año 74 que pasaste, una reflexión fuera de la nota que iba a hacer.
De Renzis: Hasta el día de hoy no se colocó el busto de Isabel Perón en la Casa de Gobierno. ¿Podes entender esto? De hasta dónde se llega porque en realidad hay una falta de información, de interpretación, de análisis, de objetividad. Pero hubo un deseo muy ferviente de exterminar esa unidad nacional que se había empezado a plasmar y que, bueno, finalmente esperaron que Perón no estuviera más en este mundo para hacer lo que hicieron.
Arnoldo Gómez: Las consecuencias son las cosas ocultas en esta Argentina posdictadura.
[Interrupción y noticiero luego se retoma la nota que iba en la semana…]
Como decíamos la vez pasada, tenemos un mercado interno monopolizado, en gaseosas dos empresas controlan el 98% del mercado; en el aceite son tres las que controlan el 90%; Arcor monopoliza nueve rubros; Molinos Río de la Plata monopoliza ocho rubros; Unilever, empresa holandesa inglesa monopoliza seis rubros. Las proveedoras tecnológicas como la Dow Chemical monopoliza los plásticos con los cuales se empaqueta la leche y miles de productos, o Bayer o Techint con el acero o la Cofco china con sus productos.
Una vez que los obreros consiguen un pequeño aumento salarial, o el gobierno da alguna suba de gasto social, estos monopolios suben el precio y chupan ese circulante. El pueblo nunca aumenta su capacidad de compra, y viene el otro fenómeno, esa plata va inmediatamente a la especulación, y entonces tenes el dólar a 198$ en estos días y para cerrar el círculo los precios internos se manejan por el dólar.
Los que sostienen la línea histórica de aquella dictadura que está en el Pro te dicen, “el crimen está en la emisión, el crimen está en el aumento de los salarios, tiene que haber un ajuste fiscal y no se puede aumentar un peso a las jubilaciones porque esto es lo que genera inflación”. Esto es una falsedad, que oculta esta realidad de un mercado interno monopolizado. Dado este grado de monopolización la primera medida para lograr que esta plata en vez de ir al aumento de los precios y a la especulación pueda ir a la producción, es poner un control de precios absoluto y en toda la cadena. Esta es una necesidad primera para controlar la inflación, porque esto va a obligar a esas empresas a aumentar su producción si quieren aumentar su ganancia. Si aumenta el circulante y aumenta la producción no hay inflación. Esta es una primer medida que pone furiosos a los representantes de estos monopolios que ceban a la oposición y buscan condicionar al gobierno, y entonces inmediatamente aparecen los condicionantes como es la Asociación de Comercio argentino estadounidense (AmCham) que plantea “esto va a fracasar”, el FMI que dice “acá hace falta un plan sustentable, el gobierno argentino no tiene plan” y la maceración ideológica interna que plantea “ojo, el principal peligro es el default”, así que todo el gabinete y el gobierno nacional a negociar cómo se va al acuerdo con el FMI.
Pero, en realidad, esta ruta del dólar es la base de lo que esta atrás de los condicionamientos del mercado interno, de la inflación. Porque en esta desesperación y en esta idea falsa que Argentina lo que necesita es producir dólares es la que hace, por ejemplo, que toda nuestra producción agropecuaria en vez de estar puesta para abastecer de alimentos baratos al pueblo y de insumos primarios a la industria, está puesta para exportar y traer dólares. Entonces, es un mercado externo que te lo controla Bunge, General Dehesa, Vicentin, que tiene ya la condena por la estafa por la que fugaron 700 millones de dólares, Cargill, Glencore, Dreyfus francesa, Cofco china, esos son los que controlan el flujo de nuestro mercado externo y son los que empujan monopolizar nuestro mercado interno…
De Renzis: Te pregunto, sabiendo quiénes son los deformadores de precios ¿no hay que hacer un estudio de costo para saber cuál es el costo y cuál es la ganancia?
Arnoldo Gómez: Por supuesto, y a partir de ahí poner un precio máximo y con controlar esos doscientos grupos resolviste el tema del flujo de la mercadería.
De Renzis: En el 73 se hacía eso. Se iba al costo.
Arnoldo Gómez: Está la Ley de Abastecimiento, está el instrumento legal para poder hacer este control y además exigir el abastecimiento del mercado interno. La Argentina exporta por 70 mil millones de dólares, dólares no le faltan. Y se acaba con este miedo al default y de tener que pagar los intereses. Pero nuestro mercado interno es de 500 mil millones de dólares por año. Entonces, esta producción interna realizada con el trabajo argentino es la sangre que se quieren chupar estos grupos, controlan el mercado externo pero disputan el mercado interno y lo monopolizan. Entonces, el gobierno tendría que dar el paso del control de precios y el paso del control del comercio exterior. Esto es lo único que puede hacer a esa orientación tan distinta que era la que tenía en el discurso que pasaste más temprano de Perón. Que el gobierno central tenga un plan de inversiones con sus pesos, los pesos se pongan en la producción nacional, en producir las dragas, en reactivar los talleres ferroviarios y esto es lo que marcaría la dinámica distinta del mercado interno y su desmonopolización.
Estas ideas y esta pelea por la doctrina nacional versus la doctrina de la dependencia están metidas en los propios economistas del gobierno del Frente de Todos, porque fijate la noticia en los diarios de hoy sobre cómo se amplían gastos en el presupuesto nacional: 81 mil millones de pesos para pagar intereses y, por ejemplo, solo 10 mil millones de pesos (una octava parte) para las necesidades sanitarias del país. Se ha achicado el plan de obras públicas para cubrir intereses. Esto en un presupuesto que como ya se dijo es de ajuste sobre lo social.
Si no se pega un volantazo no hay salida y el tema del parche que se tomó de ponerle un freno a 1500 productos va a ser un parche temporario que va a terminar en el fracaso y así la tesis de que la inflación es hija de la emisión se vuelve a fortalecer.
En este sentido sería que hay que producir un viraje, crear la corriente de opinión de que es necesario un control estricto de precios interno y el control del comercio exterior, destinando los pesos del Estado a la producción soberana, nacional, y guardar los dólares para lo que necesitemos de esa producción.