Desde hace 7 semanas, Córdoba está teñida por la lucha de los trabajadores de la salud. Los hospitales de toda la provincia trabajan sólo con guardias mínimas y atención de urgencias desde hace ya casi dos meses. Numerosas marchas, asambleas y cortes han desnudado la crisis de la salud pública.
Desde hace 7 semanas, Córdoba está teñida por la lucha de los trabajadores de la salud. Los hospitales de toda la provincia trabajan sólo con guardias mínimas y atención de urgencias desde hace ya casi dos meses. Numerosas marchas, asambleas y cortes han desnudado la crisis de la salud pública.
El aumento salarial del 23% conseguido a principio de año, rápidamente lo consumió la inflación y no alcanza. Los trabajadores de la salud han puesto en discusión que el salario mínimo debe ser igual a la canasta familiar de $6.000. Este es uno de los puntos que unifica a un gran sector que viene protagonizando esta lucha.
El gobernador Schiaretti y el ministro de Salud González, han reiterado varias veces que no se reabrirá la discusión salarial antes
de finalizar su mandato. No se han sentado a negociar, y ante el fracaso de aislar esta lucha del resto de los cordobeses se han dado una política de división hacia los trabajadores.
Le dan la espalda a la salud de nuestro pueblo y a la situación de los que día a día con su esfuerzo sostienen la salud pública. Durante la campaña electoral mostraron como un logro avances en infraestructura de los hospitales, pero nada dicen de cómo profundizaron la precarización laboral a través de contratos y monotributos.
Durante los últimos años se ha ido gestando en los empleados públicos del sector salud una importante corriente opositora a la conducción del SEP (Sindicato de Empleados Públicos). Este gremio conducido por José Pihen, quien resultara electo legislador por el oficialismo en las últimas elecciones, ha sido un tapón para la lucha y funcional al gobierno provincial en las maniobras provocativas de división. Esta corriente opositora se fue agrupando en la UTS (Unión de Trabajadores de la Salud) que forma parte de Fesprosa. También se han organizado las enfermeras de manera autoconvocada.
Las luchas que se vienen desarrollando en la provincia han desnudado la situación crítica de salud y van mostrando cual es el camino para acumular fuerzas y conquistas. Hoy más que nunca es necesaria la unidad de todos los trabajadores para conseguir salarios igual a la canasta familiar, enfrentar la precarización laboral y conseguir mayor presupuesto para la salud.