Según la Eurostat, la oficina de estadísticas de la Unión Europea, con datos de marzo de 2015 “Casi 3 de cada 10 niños en la UE se encontraba en riesgo de pobreza o exclusión social”. Este dato se suma otros recientemente difundidos, por los cuales, si bien se registra una disminución del desempleo en la mayoría de los países de la UE, incluido España, esta cifra no es pareja, ya que países como Francia y Bélgica han visto un incremento en las tasas de desempleo.
La misma Eurostat, en su trabajo “Vivir en Europa”, consigna que en Alemania, el cuarto país más rico del mundo según el tamaño de su economía, ha crecido la pobreza. Más de 16 millones de los habitantes de la “locomotora de Europa”, de un total de casi 83, no pueden pagar el alquiler ni hacer una comida completa cada dos días. Mientras, los ricos duplicaron su patrimonio en los últimos 20 años. Aclara este estudio que este crecimiento de la pobreza no obedece solamente al aumento de refugiados.
Según las últimas cifras de la encuesta “Vivir en Europa” del 5 de noviembre, 16,5 millones de personas están en riesgo de pobreza en Alemania. Eso es el 20.6 por ciento de la población, aproximadamente uno de cada cinco residentes. Esto significa un aumento de 300 mil personas en “riesgo de pobreza” con respecto al año anterior. “Ya es común ver en las grandes ciudades alemanas a niños y adultos durmiendo a la intemperie o en casillas de cartón, pidiendo comida o hurgando en los tachos de basura”, dice un artículo de www.infonews.com.
Según consigna el MLPD, en una nota publicada en www.rf-news.de “De 2000 a 2014, el número de empleos a tiempo completo cayó desde 25,3 hasta 23,5 millones, mientras que los de tiempo parcial y los mini-empleos aumentaron de 10,6 a 14,8 millones. El número de trabajadores temporales aumentó de 338.000 a más de 800.000 en 2013. El resultado es que cada vez más personas apenas pueden vivir de sus bajos salarios a pesar de tener trabajo”.
Estas cifras están en la base del “cambio de discurso” del gobierno de Angela Merkel con respecto al ingreso de refugiados en Alemania, el crecimiento de las medidas de cierre de fronteras y las propuestas de deportación de los llamados “refugiados no calificados”, esto es los jóvenes, los que no tienen posibilidades de conseguir trabajo prontamente y los más pobres.
