Miles de nicaragüenses salieron a las calles a repudiar las reformas que pretende introducir el gobierno de Daniel Ortega en el Instituto Nicaragüense de Seguridad Social, INSS, que centralmente son un recorte a las pensiones. La reforma reducía las pensiones en un 5% y aumentaba las contribuciones de empresas y trabajadores. El domingo 22, Ortega tuvo que ceder y anularla.
Durante varios días los manifestantes mostraron su disconformidad en las calles de Managua y otras ciudades, se enfrentaron con las fuerzas de seguridad y colocaron barricadas en vecindarios en reclamo contra las recién anunciadas reformas en el programa de seguridad social. La represión de las fuerzas policiales y del ejército se ha cobrado varias vidas. Mientras el gobierno habla de diez muertos, medios y organizaciones independientes cuentan al menos 28 muertos, entre ellos un periodista asesinado mientras filmaba la represión.
Además de las marchas, “plantones” y “bloqueos” como llaman los nicaragüenses a los cortes de rutas y calles, hay al menos tres universidades tomadas, y hubo quema de edificios públicos. Además de las reformas al INSS, las masas reclaman contra la gran corrupción del régimen orteguista. Se expresa en las calles el hartazgo popular frente a un gobierno que ha establecido un régimen altamente represivo, y que hunde cada vez más a los nicaragüenses en la pobreza.
Al viernes 20, estaban suspendidas las clases en las escuelas públicas, y se veían rastros de combate callejero en la capital y varias ciudades, con las calles llenas de piedras y neumáticos quemados. El sábado 21 hubo nuevos enfrentamientos, porque descreen de las promesas del gobierno, que desplegó al ejército en la capital. En Managua marcharon entonando el Himno Nacional y derribando “Árboles de la Vida”, monumentos de metal que son considerados símbolos del poder de Ortega en Nicaragua. Por tercera noche consecutiva se escucharon cacerolazos, y hubo saqueos en supermercados.
Las direcciones de las entidades de empresarios rechazaron el “diálogo” propuesto por el gobierno y exigieron el cese de la represión.
Pese al anuncio de marcha atrás por parte de Ortega, las protestas seguían también contra el fraude electoral, alzas de los combustibles, impunidad policial, y muertes sin explicación de campesinos opositores.
Hoy N° 1714 25/04/2018
