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11 de November de 2015

Menem, Duhalde y Kirchner terminaron sus mandatos con apenas menos fallecidos. El número crece si se toman casos dudosos. Reproducido de Perfil.com

Cristina deja el poder con más de 20 militantes muertos en protestas

Sólo la supera De la Rúa

 

 
La muerte del militante chaqueño Angel Verón, por heridas sufridas durante la represión de una protesta contra el gobernador Jorge Capitanich, incrementó una de las estadísticas menos conocidas que deja la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner: veinte manifestantes fallecieron como consecuencia de la represión en los ocho años de su mandato, según un relevamiento de la organización contra la represión Correpi.
El dato contrasta con la incidencia de estos casos durante las presidencias de Carlos Menem, Eduardo Duhalde y Néstor Kirchner (dos fallecidos en cada gestión). Sólo el gobierno de Fernando de la Rúa superó al presente mandato, con 45 muertes como consecuencia –inmediata o posterior– de la represión de diciembre de 2001.
“Durante los primeros años de democracia no hay ningún muerto hasta el caso de Víctor Choque en 1995”, explicó a Perfil la abogada de Correpi María del Carmen Verdú. Y aclaró: “No es que Menem fuera menos represivo, porque en la medida que se profundizaban las políticas de ajustes y surgía una clase obrera de nueva generación, con comisiones combativas, el Estado comenzó a reaccionar”.
El primer fallecido durante el ciclo kirchnerista ocurrió tras el presunto suicidio del militante de la Corriente Clasista Combativa (CCC) Cristian Ibáñez en una comisaría de Jujuy en 2003. La protesta que motivó esa muerte en circunstancias dudosas derivó en una represión donde falleció Marcelo Cuellar.
Los 22 fallecidos desde 2003 integran casos de protestas por la tierra en Formosa, Santiago del Estero, Capital y Jujuy, como el conflicto en el Ingenio Ledesma, que terminó con cuatro muertes, o el desalojo de un predio ocupado en el barrio porteño de Lugano en el que fallecieron tres personas. También ocurrieron incidentes en los que fallecieron los militantes de izquierda Carlos Fuentealba (Nuevo MAS) y Mariano Ferreyra (PO), asesinados en Neuquén y provincia de Buenos Aires, respectivamente.
La mayoría de los casos se dio en provincias aliadas, pero sin involucramiento directo de fuerzas federales. Para el abogado de la organización Liberpueblo Nicolás Tauber, “el kirchnerismo federalizó la política represiva, como no lo hizo con ninguna otra política”.
Su organización realizó un relevamiento complementario: contó todos los casos de militantes fallecidos por acción de fuerzas represivas a los que sumó casos como el “suicidio” de Ibáñez en Jujuy, o los accidentes de tránsito en los que dirigentes de la comunidad qom La Primavera murieron por acción de vehículos de gendarmes. Durante el gobierno de Néstor Kirchner hubo tres casos, mientras que en el mandato de Cristina el número de militantes presuntamente asesinados creció hasta 28 este año, con los casos de Verón en Chaco y el militante de la UCR Jorge Ariel Vázquez en Jujuy.