Martes 2 de octubre, 19 hs. En el shopping Alto Rosario, la tarea de los organizadores del lanzamiento de la candidatura de Cristina, es no dejar pasar, ni un cartel, ni un bombo, ni una vincha, nada que huela a popular, a peronismo.
De repente, empiezan llamados nerviosos de Presidencia de la República. Hay un gran peligro. Más de 2.000 desocupados de la CCC, Pueblos originarios en Lucha, CTD Aníbal Verón, centros comunitarios “Catu dos” y “La Lagunita”, la organización Mocovi Manantial, etc., han comenzado a marchar desde Travesía y J. Passo hacia Avenida Alberdi y de allí hacia calle Junín, a no más de 500 metros del acto de Cristina.
Reclaman por el aumento de precios y fundamentalmente por la falta de participación del gobierno nacional en la comisión arrancada para analizar el problema de la vivienda.
“El gobierno nacional no se involucra, ni el Onabe, ni nadie de la Nación vienen”. “Hay que construir por lo menos 20.000 viviendas populares”. “Podrían trabajar 20.000 personas durante 3 años, incluyendo a jóvenes con cursos de capacitación de 3 o 4 meses”. “Así se podría combatir la droga, que nos dejó tres pibes muertos por el poxiran y el paco en una semana”. “No tenemos otra que votar con bronca, votar en blanco”. Estas y muchas otras cosas se escuchaban en el acto, con la avenida cortada y neumáticos ardiendo.
En el shopping, Cristina impecable, con el asesino e inundador Reutemann a su derecha, y sin poder explicar la ausencia del candidato a vice Cobos, desgranaba con soberbia y un poco de histeria las bondades de un “pacto social” con los salarios congelados de verdad y los precios mentirosos del índice K. Contradicciones de un Rosario caliente.
03 de October de 2010