Si bien la participación de las mujeres en las organizaciones socialistas y anarquistas de fines del siglo 19 y comienzos del 20 fue escasa, se encuentran presentes desde los inicios del desarrollo de estas corrientes en nuestro país.
Si bien la participación de las mujeres en las organizaciones socialistas y anarquistas de fines del siglo 19 y comienzos del 20 fue escasa, se encuentran presentes desde los inicios del desarrollo de estas corrientes en nuestro país.
Por el lado de las anarquistas, la más conocida es Virginia Bolten, uruguaya de nacimiento, quien fue oradora en el acto por el 1º de Mayo en Rosario, en 1890. La misma Bolten formó parte del grupo de mujeres que editaron, entre 1896 y 1897, La voz de la mujer, en cuyo primer número se afirmaba “…Hastiadas del eterno y desconsolador cuadro que nos ofrecen nuestros desgraciados hijos… hastiadas de pedir y suplicar, de ser el juguete, el objeto de los placeres de nuestros infames explotadores o de viles esposos, hemos decidido levantar nuestra voz en el concierto social”. Este periódico provocó revuelo entre los propios anarquistas, muchos de los cuales llegaron a publicar notas burlonas, a los que La voz… contestó: “Si vosotros queréis ser libres, con mucha más razón nosotras; doblemente esclavas de la sociedad y del hombre, ya se acabó aquello de “Anarquía y Libertad” y las mujeres a fregar. ¡Salud!”. Abordaron temas como la familia, la doble opresión, denunciaron curas violadores, entre otras cuestiones. Defendieron el amor libre, lo que no fue una posición teórica ni idílica; en el número 7 de La voz…, se informa que una colaboradora decidió separarse de su compañero anarquista, y éste “no dudó en descargarle cinco balazos que afortunadamente no llegaron a provocarle heridas graves”.
Otras conocidas anarquistas en nuestro país fueron Juana Rouco Buela, quien en 1907 formó el Centro Femenino Anarquista, Teresa Caporaletti, Ana María Mazzoni y Pepita Guerra.
Las socialistas crearon en 1902 el Centro Socialista Femenino. Entre ellas estaban las hermanas Chertkoff: Fenia de Repetto, Adela de Dickmann, Mariana de Justo. También Teresa Mauli, Gabriela Laperriere de Coni, y Justa Burgos Meyer.Este Centro hizo campaña a favor del divorcio, y fue solidario con las luchas obreras. Si bien murió muy joven se destacó en su militancia Carolina Muzzili. La más conocida de las socialistas es Alicia Moreau, casada con Juan B. Justo en 1920, quien tuvo vasta trayectoria en el Partido Socialista desde comienzos del siglo hasta la década del 80. Impulsó varias organizaciones de mujeres, y tuvo destacado papel en la lucha por el sufragio femenino. Fue una de las principales organizadoras del Primer Congreso Femenino Internacional en 1910. “Ven con nosotros, muchacha, a sembrar la justicia y la libertad. Ven con nosotros y sé la madre de las generaciones del porvenir: sé socialista convencida y estudiosa”, decía La Vanguardia mostrando el rol que asignaban a la mujer.
