Noticias

04 de December de 2020

“Cuando las mujeres pobres deciden abortar quedan en riesgo de vida”

Esta mañana en el último encuentro del Plenario de Comisiones de la Cámara de Diputados para abordar el proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), Verónica Lia Caliva, del PTP, fue la primera diputada en hacer uso de la palabra. Luego de varias jornadas en que participaron especialistas en derecho, medicina, representantes de instituciones religiosas y sociales, organizaciones feministas, entre otras, la Diputada Nacional por Salta del Frente de Todos, expresó su apoyo a la legalización del aborto y su preocupación por la protección de las mujeres y personas con capacidad de gestar que lo hacen en formas muy riesgosas por sus contextos de profunda vulnerabilidad socioeconómica.

Discurso completo de la diputada Caliva

“Buen día para todas, para todos, para todes, quienes siguen también estas históricas reuniones informativas. La verdad es que yo ante todo quiero celebrar que estemos discutiendo antes de que termine este 2020 tan particular, este proyecto que vino a cumplir la palabra del Presidente (Alberto Fernández). A dar cumplimiento con el contrato electoral que establecimos en la campaña y a seguir dando cumplimiento a una posición histórica que muchas diputadas tenemos. Pero fundamentalmente millones de mujeres que hoy ven en la Campaña por el Derecho al Aborto Legal Seguro y Gratuito, una referencia y una síntesis de décadas y décadas de lucha del movimiento de mujeres que ahora es multitudinario, que tiene la fuerza y la potencia de las juventudes diversas, disidentes, feministas, populares y patrióticas. Que entiende que las mujeres y las personas con capacidad de gestar tenemos que tener también este derecho garantizado en nuestro país y seguir iluminando, como lo hace siempre Argentina, a nuestra América Latina profunda para poder avanzar en esta ampliación de derechos.

Dicho esto, quiero referirme a algunas cosas que ayer se hablaron y en las jornadas precedentes, fundamentalmente cuando se habla de las mujeres pobres, quiero referirme a eso. Ayer en el canal de esta Cámara (de Diputados) me preguntaban por las pobres y que las pobres no tenían voz y que no se habían visto reflejadas. Por suerte estuvo la palabra de Edith Martiarena, una comunicadora, mujer, indígena, guaraní, que pudo dar la posición de las pobres entre las pobres, que son las mujeres indígenas. Pero, además les decía con mucho orgullo, que yo me considero una mujer pobre, soy una mujer pobre. Vengo de los sectores más bajos de la provincia de Salta y represento orgullosamente a mis compañeras de las organizaciones sociales, no solo de la Corriente Clasista y Combativa, de todas las organizaciones sociales de Salta y que somos hermanas a nivel nacional. Hay un debate establecido que lo damos y lo transitamos. Nos respetamos en las posiciones religiosas, políticas e ideológicas que cada una tiene en esta materia. Todas cuando charlamos coincidimos en algo: en que todas abortamos. No importa el motivo, el punto es que cuando las mujeres pobres deciden abortar quedan en riesgo de vida y deben hacerlo en la clandestinidad más absoluta y con el tallo de perejil o con los métodos más crueles que encuentran en la soledad para poder interrumpir esos embarazos. No vamos acá a emitir juicios de valor de por qué una mujer decide abortar. Simplemente el Estado tiene la responsabilidad de acompañar a las mujeres más vulneradas por la pobreza, por el desempleo, por la falta de oportunidades estructural que tiene este país y que nosotros y el gobierno tenemos que empezar a desandar esa historia de inequidades y de olvidos.

Así que quería referirme a un párrafo que nos ha enviado nuestro Presidente cuando nos ha hecho llegar este proyecto, que se suma al proyecto de La Campaña con estado parlamentario y al proyecto de la diputada mandato cumplido Araceli Ferreyra, que dice, permítanme por favor leerlo: “Si el Congreso sanciona la ley de regulación de la Interrupción Voluntaria del Embarazo, Argentina podrá empezar a desandar el camino de la amenaza penal y la desigualdad, recorrerá el de la justicia social y el ejercicio de derechos como respuestas más justas y democráticas, para que todas las personas gestantes tengan los mismos cuidados y condiciones, cualquiera sea la provincia que habiten, su nivel socioeconómico y el subsistema de salud público o privado donde se atiendan”.

Creo que nosotras y nosotros, diputadas y diputados, tenemos la obligación de poder brindar oportunidades en cuanto a esta esfera de la salud que nos afecta a las mujeres y a las personas con capacidad de gestar. Y es una obligación, nosotros no podemos permitir que muera una mujer más porque queda condenada en la clandestinidad y porque es pobre. No voy a hablar de quienes pueden pagarlo y en todo derecho así lo hacen y cuidan de su proyecto de vida, de su salud, de su intimidad, de su privacidad y de sus decisiones según sus convicciones, su pensamiento, su ideología. Simplemente sepan, acepten y respeten a quienes piensan distinto. Quienes jamás interrumpirían un embarazo, sepan que las pobres quedan en riesgo de vida, que las niñas, las adolescentes y las jóvenes, muchas veces por no recibir educación y muchas otras por no recibir asistencia en el sistema de salud pública, pierden sus vidas, terminan sin útero o con el útero perforado y con muchas complicaciones. Yo quiero pedirles que reflexionemos sobre eso, que nos ayuden, que nos comprendan, que no juzguemos, que no emitamos juicios de valor, que esos los dejemos para nuestras conductas individuales, y que tratemos también de ser solidarias y solidarios. Y también poner un poco de amor y de pensar en la vida y en los proyectos de las demás, de las que menos oportunidades tienen. Les agradezco y es la verdad para mí un orgullo poder estar hoy hablando y reflexionando aquí con ustedes sobre esto. Muchas gracias señor presidente (Diputado Pablo Yedlin).”