El 29 de noviembre de 1974 fue secuestrado y asesinado, en los sótanos de la Facultad de Ingeniería de Buenos Aires, nuestro camarada Daniel Winer. Tenía 26 años, era secretario gremial del Centro de Estudiantes (CEI “La línea recta”) y cursaba el último año de Ingeniería Química. Daniel había retomado sus estudios en 1973, después de dos años de cárcel, preso de la dictadura de Lanusse.
El 29 de noviembre de 1974 fue secuestrado y asesinado, en los sótanos de la Facultad de Ingeniería de Buenos Aires, nuestro camarada Daniel Winer. Tenía 26 años, era secretario gremial del Centro de Estudiantes (CEI “La línea recta”) y cursaba el último año de Ingeniería Química. Daniel había retomado sus estudios en 1973, después de dos años de cárcel, preso de la dictadura de Lanusse.
Como contaron en un reciente artículo Arnoldo Gómez y Enrique Álvarez, en 1974, ante la decisión del gobierno de Isabel Perón de cerrar la UBA e intervenir los centros de estudiantes, y el “paso a la clandestinidad” de la JUP con lo que abandonaron la organización de los centros de estudiantes, “La decisión política de los comunistas revolucionarios en la UBA fue enfrentar el cierre y la intervención ottalaganista, entendiendo que expresaban el carácter dual del gobierno: por un lado resistía a los imperialismos y por otro se apoyaba en sectores de derecha y tomaba medidas antipopulares. Señalamos ya que el principal peligro para las libertades democráticas provenía de la conjura golpista y enfrentamos con las masas la política de abandonar los centros y la lucha democrática dentro del gobierno constitucional”
Daniel Winer era el secretario gremial del Centro de Estudiantes de Ingeniería, uno de los pocos dirigentes de Centro que concurría a las facultades. De acuerdo a como se reconstruyeron los hechos, el día de su secuestro, Daniel había concurrido a la facultad de Ingeniería a rendir un examen. En algún descuido es secuestrado por un grupo de “celadores” y es sacado de la facultad por pasillos y túneles no transitados. Pese a la denuncia que se hizo, Daniel no aparece. Su cadáver baleado es tirado en un descampado el 29 de noviembre de 1974.
Su asesinato buscaba mostrar que era impracticable el camino de la lucha democrática y el reagrupamiento de los centros de estudiantes para mantener las conquistas logradas y ampliarlas en la lucha contra las fuerzas golpistas, sin dejar pasar las medidas reaccionarias del gobierno, que en vez de neutralizar el golpe lo facilitaban con este tipo de medidas. El asesinato de Daniel buscaba que cambiemos el blanco de ataque para sumar la lucha universitaria al coro golpista. Valientemente, los camaradas de ingeniería inundaron la facultad de volantes denunciando el asesinato y lo vincularon a la conjura golpista”.
A 39 años de su asesinato, Daniel Winer es ejemplo para todos los que luchan por hacer realidad su objetivo de una Universidad del pueblo liberado.