Pasó poco más de un año de que la presidenta de la nación Cristina Kirchner dijera por cadena nacional: “Cuando me trajeron el proyecto no sabía que existía la isla Demarchi, un espacio público que no tiene ninguna utilidad”, al anunciar el 29 de agosto de 2012 la creación del Polo Audiovisual.
Pasó poco más de un año de que la presidenta de la nación Cristina Kirchner dijera por cadena nacional: “Cuando me trajeron el proyecto no sabía que existía la isla Demarchi, un espacio público que no tiene ninguna utilidad”, al anunciar el 29 de agosto de 2012 la creación del Polo Audiovisual.
Allí fuimos, para entrevistar a Oscar Verón, delegado general de ATE Vías Navegables, y capitán. En el local sindical, “un espacio guevarista en el Puerto de Buenos Aires”, como lo describe Verón (ver recuadro), recuerda que ese 29 de agosto “cuando la presidenta dijo que había descubierto una isla, nosotros sentimos una gran indignación, porque acá hay una repartición que el 16 de octubre cumple 115 años. La Dirección Nacional de Construcciones Portuarias y Vías Navegables nació acá en 1898”.
En la isla Demarchi (que hoy está unida a la costa por obras de relleno), además de Vías Navegables, nos contaba Verón mientras la recorríamos, funciona la empresa Hidrovías, de capitales belgas pero con trabajadores argentinos; un obrador de Roggio, el simulador de navegación más importante de la Argentina, y la Escuela Nacional Fluvial, que era antes escuela de aprendices. “La mayoría de nosotros somos egresados de esas escuelas”, dice nuestro entrevistado. Hoy Vías Navegables, junto a las direcciones de Transporte fluvial y marítimo, y la de Puertos, conforman la Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables dependiente del Ministerio del Interior, y tiene delegaciones en todos los puertos.
Trabajo y soberanía
Sobre las vías navegables, Verón afirma que al contrario de lo que hacen en otros países, “acá primero fueron utilizadas, luego subutilizadas, y finalmente vendidas. Hoy, igual que los puertos, están en manos de los privados y los monopolios extranjeros, con un absoluto abandono por parte del Estado. Esta repartición es imprescindible porque hace relevamientos, señalamientos, la historia de los ríos, el dragado de ríos y puertos. Es importante también el papel de Vías Navegables en el cuidado del medio ambiente, ya que el dragado de los ríos se tiene que hacer con cuidado, y el capitalismo en su voracidad no cuida los posibles daños ecológicos”.
Verón dice con ironía que “agradece” el anuncio presidencial, ya que permitió sacar a la luz la situación de destrucción del área, por la política de De Vido, continuadora de la de Menem. “Es una política que lo que pudo lo vendió, y lo que no se puede vender, lo subsidia, como sucede actualmente con la red troncal de nuestra hidrovía. A la vez, nos niega presupuesto. Tenemos dragas que son de la década del 70, y cada vez con menos mantenimiento”.
Otra cuestión que preocupa y mucho, a Verón, y a los compañeros de ATE, es el vaciamiento de la gente con oficio. Porque, explica que no es lo mismo navegar un buque que una draga, que el dragado varía según las características de los ríos y los puertos, hay que hacer tareas de logística, etc., que conocen los veteranos que se están jubilando, y el Estado no incentiva ninguna escuela de capacitación o cursos, pese a los reiterados reclamos de los trabajadores. Hace 10 años había cerca de 3.000 trabajadores en la Subsecretaría, y ahora hay en planta 600, y muchos precarizados, en la parte administrativa, mantenimiento y talleres.
“La destrucción de la repartición ha sido sistemática”, dice Verón, y describe la situación estos años del kirchnerismo en los que estuvo bajo la órbita de De Vido. “Tenemos cerca de 80 barcos, entre dragas, remolcadores, mulas de empuje, etc. Pero mucho de eso no está operativo. Nosotros no sólo peleamos por los derechos del trabajador, sino que queremos cambiar lo que está mal, por lo menos en nuestras áreas. Por eso impulsamos, junto a los trabajadores del Astillero Río Santiago, dos leyes, porque pese a las promesas, en esta área el gobierno no hizo nada.
“El Fondo de la Industria Naval (Fodin) permitiría a los astilleros y talleres de reparaciones navales que recuperaran parte de su actividad, y la Ley de Reserva de carga, para que nosotros como país nos reservemos el derecho de decidir quién traslada nuestros productos. Hoy la Argentina paga más de 5.000 millones de dólares en fletes, y la plata se la llevan empresas alemanas, holandesas y chinas. No hablemos de lo que implica que mientras no dan presupuesto a nuestra repartición, promueven la actividad de los privados. Y detrás de esto hay una cuestión mucho más grave, que tiene que ver con la ausencia del Estado, y es el narcotráfico en los puertos”.
“De acá no nos movemos”
“Acá había una división muy grande. Estamos nosotros, está UPCN, muy amarillo, y el Sindicato de Dragado y Balizamiento. Ellos son de la CGT de Hugo Moyano, y nosotros de la CTA de Micheli. Tuvimos la suerte que cuando empezó el conflicto estaban distanciados del gobierno. Porque fueron socios, y pusieron muchos funcionarios en Transporte. Algunas rémoras de esto siguen hasta hoy. Ellos lucharon de la calle Huergo hacia adentro. Nosotros sacamos el conflicto para afuera.
Fuimos a la Legislatura a denunciar el contubernio entre el kirchnerismo y Macri que querían rezonificar toda la zona de la Isla Demarchi, porque así como está es zona industrial, y no se puede hacer la prolongación de Puerto Madero, como querrían. Participamos con muchos compañeros, con algunos nos conocíamos desde antes, como el compañero Godoy, de la CCC [que nos acompañó en la entrevista] con el que resistimos en el 2003 un embate de Ibarra para hacer desaparecer este polo industrial. Además, acá, en 1925, nació ATE, en una asamblea que se hizo en los galpones de Vías Navegables.
“Hubo la necesidad de unirse en esos momentos de la lucha. Logramos una reunión con Ramos, de Marítimos, Tetamanti, y otros funcionarios. Nos querían convencer de que era beneficioso el cambio. Yo planteé que todavía estamos esperando que alguien nos pida disculpas de parte de la presidenta, que dijo que no existíamos. Nosotros reaccionamos e hicimos quilombo, porque de ahí no nos vamos a ir, le dijimos.
“Nos hablaron de un proyecto de trasladarnos a la Dársena F. Se nota que de los que estaban ahí, nadie sabe nada del tema. A la Dársena F entrás caminando ¿cómo van a meter los barcos ahí?
“El 20 de noviembre [de 2012] hicimos una gran marcha, junto con la CCC, con Montiel, a la Anses, que son los encargados de la licitación del Polo Audiovisual. Mientras tanto, acá en la Isla nos ocupábamos de echar a los que venían trajeados, muchos de ellos representantes de las empresas que licitaron para el Polo Audiovisual.
“Así nos topamos con varios funcionarios: Bossio, Kiciloff, Scoccimarro, en la isla. Les repetimos que no nos vamos a ir, aunque venga Berni a sacarnos. Luego tuvimos algunas reuniones con Bossio, y con Randazzo. Preparamos un plan de trabajo, si ellos nos garantizaban un lugar potable para hacer nuestro trabajo, el pase a planta de los compañeros contratados, y la incorporación de personal nuevo. Le explicamos que dragar la Dársena F iba a llevar dos años, si arreglaban la draga que lo puede hacer, que está parada hace cuatro años por falta de mantenimiento. Nos prometieron que nos íbamos a reunir cada 15 días. No nos llamaron más.
“Creo que no van a poder reflotar el proyecto del Polo Audiovisual acá. Por un lado por la lucha, pero por otro lado, porque se ha comprobado que la ciudad no resiste más construcciones, como se vio en las últimas inundaciones. Y sabemos que lo hacen como un gran negociado inmobiliario, y para empresas extranjeras. Porque hemos hablado con los compañeros de los sindicatos de TV y de cine, y ellos te dicen que acá ya hay capacidad instalada para lo que es cine y televisión”.
Luego de recorrer las distintas instalaciones, en las que se ve el denodado esfuerzo de trabajadores orgullosos de su oficio y conscientes de su tarea en defensa de la soberanía, y de ver el estado de abandono de galpones y dragas, Oscar Verón nos despide hasta una próvima visitia, afirmando: “La Isla de Marchi sigue existiendo. Se sigue trabajando. Si nos garantizan un lugar donde esta repartición pueda funcionar plenamente, no tenemos problema. Pero no han cumplido nada, y no hay ningún compromiso. Por eso nosotros de acá no nos movemos”.