Hace menos de un mes, luego de una movilización estudiantil al Rectorado, el rector K Enrique Arnau prometió “incluir a los estudiantes en el debate del presupuesto universitario, para poder resolver el conflicto del comedor universitario”. Pero nunca cumplió.
Hace menos de un mes, luego de una movilización estudiantil al Rectorado, el rector K Enrique Arnau prometió “incluir a los estudiantes en el debate del presupuesto universitario, para poder resolver el conflicto del comedor universitario”. Pero nunca cumplió.
El miércoles 27 de noviembre, los estudiantes de diversas facultades de la UNJU tomamos el Rectorado luego de una sesión ordinaria del Consejo Superior en el que se aprobó el presupuesto 2014 de una manera dictatorial, autoritaria, arbitraria, antidemocrática e ilegal. Esto se hizo sin permitir que cada Facultad pueda desarrollar alguna asamblea en la que los claustros en discusión democrática pudiesen definir cuáles son las necesidades más prioritarias.
El rector Enrique Arnau y la vicerrectora Mercedes Fumagalli, junto a sus camarillas docentes y los decanos de las diferentes facultades, tomaron decisiones políticas que avasallaron nuestros derechos y no contemplaron una larga lista de reivindicaciones históricas entre las cuales se encuentra el comedor universitario, que es una promesa incumplida desde hace más de ocho años.
Mediante esta toma repudiamos la decisión tomada por el órgano máximo de gobierno de la Universidad y exigimos que se vuelva a tratar en Comisión el dictamen del presupuesto 2014.
Exigimos que se discuta en cada unidad académica con participación estudiantil antes de su aprobación. Que no se decida en paquete cerrado el presupuesto de toda la Universidad. Mayor representación estudiantil en los órganos del cogobierno: Denunciamos que todo esto fue posible por el régimen universitario existente que avala el ahogo presupuestario del gobierno nacional. Bajo esta forma del cogobierno los estudiantes paradójicamente somos minoría. De 22 consejeros 14 son docentes, 1 es no docente, 1 es egresado y 6 son estudiantes. Por ello exigimos la reforma del estatuto para evitar que esto siga pasando.
Nuestras exigencias son:
Presupuesto genuino. Rechazo de fondos provenientes de convenios con empresas. Que las autoridades reduzcan su salario. Contemplación de los pedidos del claustro no docente: basta de trabajo en negro y tercerización. Comedor universitario. Abajo la LES, la Coneau y los posgrados arancelados. Bandas horarias. Jardines maternales. Fotocopiadoras propias. Refacciones edilicias. Ampliación de biblioteca. Ampliación y refacción de salas informáticas. Democratización de la Radio Universidad gestionada en órganos democráticos. Radio propia para la carrera de Comunicación. Prácticas profesionales: Terminar con la precarización laboral de los estudiantes, por pasantías ayudantías de segunda y adscripciones.
Luego de una reunión realizada el domingo 1 de diciembre por la mañana, las condiciones para levantar la toma fueron presentadas a las autoridades, quedando los estudiantes a la espera de una respuesta escrita, dejando en claro la consigna central: si hay comedor, no hay toma.
Docentes democráticos y progresistas, organizaciones sociales, movimientos populares, gremios y diferentes federaciones estudiantiles manifestaron su apoyo al legítimo reclamo, y mientras afrontamos el desafío de masificar la medida, continuamos trabajando para seguir rodeando de solidaridad la toma y profundizar el camino por una universidad verdaderamente autónoma, científica y al servicio del pueblo.