El gobierno de Corrientes cercó tres barrios populares -Cacique Canindeyú y el barrio 71 Viviendas-, tras confirmarse que una enfermera, habitante del lugar, había contraído coronavirus. Sin embargo, la solidaridad no se hizo esperar. El corresponsal de hoy conversó con Rosa y Sandra, voluntarias de la CCC, que llevan adelante el comedor de San Marcos.
“Nos tomó muy de sorpresa. En una hora se armó todo el movimiento de policías cerrando todas las bocas del camino. Y cuando nos dimos cuenta ya empezaban a llegar camiones de tierra. Eso nos dio más bronca, porque nunca nos trajeron un camión de tierra cuando nos inundamos. Cerraron todas las entradas del barrio. Del Ejército entraron únicamente para entregar la cajita de alimentos casa por casa”.
Sandra agrega que lo que sufren en estos días es “discriminación y pobreza. La verdad que se dijeron muchas cosas muy feas del barrio”.
San Marcos antes de la pandemia ya era un barrio con mucha desocupación. En esta situación, los que fueron más solidarios fueron la gente de afuera: amistades, iglesias y la CCC.
“Nosotros conocemos la necesidad del barrio y ayudamos para que la cuarentena se cumpla, la gente sin trabajo pasa hambre, como decimos, acá nadie se salva solo. Recibimos el apoyo de la CCC a través de la comunicación mutua que tenemos con la coordinadora y con los delegados, nosotras le hacíamos saber nuestra necesidad y ellos no acercaban las cosas hasta la montaña de tierra”.
Corresponsal
Hoy N° 1811 22/04/2020