Hemos hablado en esta columna del impacto que tuvo la Revolución de Octubre de 1917 en Rusia, en el conjunto de las corrientes del movimiento obrero argentino. Los anarquistas no fueron una excepción. Por eso, durante un tiempo, la central sindical que dirigía la FORA del V Congreso se llamó FORA Comunista. Al expresarse las contradicciones entre bolcheviques y anarquistas en la URSS, se produjo una división entre nuestros anarquistas. Surgieron los “anarco-bolcheviques”, partidarios como su nombre lo indica del trabajo con los comunistas, e incluso una parte de ellos ingresó al PC, tuvieron grandes enfrentamientos con otro sector, encabezado por los redactores del periódico La Protesta.
Los “anarco-bolcheviques”, como los denominaron sus oponentes, se organizaron como corriente y tuvieron distintos órganos de expresión, como Bandera Roja en Buenos Aires, y El Trabajo en Rosario. Como señala Otto Vargas en El marxismo y la revolución argentina, tomo 2, los anarquistas, a comienzos de la década de 1920, tenían un trabajo entre los obreros rurales mucho más amplio que el naciente PC, quien se benefició con el ingreso de militantes de esta corriente, y creció en su influencia en el campo. Un ejemplo de esto es Marcos Kaner, histórico dirigente de grandes luchas en Misiones. La corriente anarco sindicalista proclive a la revolución rusa, como veremos, fortaleció un ala izquierda en el PC que protagonizó una dura lucha de líneas en esos años. Al mismo tiempo, el ingreso de esta corriente reforzó concepciones contrarias al leninismo, en particular en la cuestión nacional y antiimperialista y antiterrateniente. En el ámbito de la cultura, Elías Castelnuovo es uno de los más conocidos intelectuales de la corriente anarquista incorporados al PC.
En un folleto de 1927, La Protesta publicó trabajos históricos por los 30 años de este periódico. Allí, Diego Abad de Santillán realizó un pormenorizado análisis de este diario. Escribe el dirigente anarquista “Mientras La Protesta sostenía una dura esa dura lucha por la existencia [período de clandestinidad entre julio de 1920 y agosto de 1921], diversos grupos intentaron restarle influencia y formar un ambiente hostil al viejo órgano anarquista. El pretexto, esta vez, fue la actitud ante la revolución rusa y la cuestión del ‘frente único’… La Protesta extremó entre 1920-22 el desenmascaramiento de la dictadura del proletariado en Rusia…”. Agrega Santillán que una escisión de la Alianza Libertaria Argentina se incorporó en 1925 al PC.
