Desde el gobierno nacional solo se ha comunicado que está en preparación el Plan Maestro, y en estudio una Nueva Reforma de la Escuela Secundaria.
Desde el gobierno nacional solo se ha comunicado que está en preparación el Plan Maestro, y en estudio una Nueva Reforma de la Escuela Secundaria.
En el Plan Maestro se expresan objetivos generales que ya están legislados con anterioridad (como por ejemplo la educación inicial desde los tres años o la obligatoriedad de la educación secundaria) y una larga lista de otros objetivos que preanuncian el cercenamiento de derechos laborales, consagrados en los estatutos docentes provinciales, afectando nuestra estabilidad, licencias médicas, etc. Sería la expresión específica de la reforma laboral de la que habla el ministro Triaca.
De la nueva reforma de la escuela secundaria conocemos las declaraciones periodísticas de Laura Manolakis, directora provincial de Planeamiento de la DGCyE, y de Esteban Bullrich, ex ministro de Educación de la Nación y actual candidato a Senador por la Prov. de Buenos Aires. Entre otras cuestiones anticipan la eliminación de varias materias unificándolas en Áreas Curriculares. Hay que aclarar que esto ya se experimentó en la Reforma de los ’90 con las nefastas consecuencias para la educación que aún hoy no se han superado.
La realidad que vivimos en las escuelas técnicas actualmente: 1) el presupuesto del INET, destinado a la compra de equipos y herramientas, fue subejecutado durante 2016 (cuando fue presidido por Sánchez Zinny actual titular de la DGCyE de la PBA) “ahorrándose” así $2.400 millones que deberían haber ido a las Escuelas Técnicas. 2) inexplicable demora en la designación de docentes en asignaturas Técnico-específicas del Ciclo Superior. En algunos casos se concursaron recién a mitad de año y en otros recién en estos días se publicó el llamado a concurso. 3) la mayoría de las escuelas no cuenta con comedor pese a que los alumnos cursan en dos turnos. 4) falta de resolución de problemas edilicios.
Oficialmente nada se dice sobre el futuro de las escuelas técnicas, pero los trascendidos son preocupantes, sobre todo cuando aun está presente en la memoria colectiva el ataque sufrido con la reforma de los ’90. En aquel momento se intentó suprimir los talleres en nuestras escuelas en función de un modelo de país que privilegió los Servicios privatizados en detrimento del desarrollo industrial y por lo tanto no “necesitaba” técnicos. Fueron necesarios años de resistencia y lucha de los docentes, los estudiantes y la comunidad educativa para sostenerlos y recuperar algunas horas de taller y contenidos teóricos y prácticos.
Nuestros logros han sido parciales pero los vamos a defender de la manera que sea necesaria. Sabemos que no es fácil en un contexto de crecimiento de importaciones, cierre de Pymes y despidos. Pero, teniendo en cuenta el entusiasmo de los alumnos y docentes que hoy participaron en Técnica-mente y la Feria de Ciencias Regional, y los triunfos parciales de nuestras luchas anteriores, vale la pena defender las escuelas técnicas donde se formen los técnicos que necesitamos para vivir plenamente en una Argentina independiente y soberana. n
Escribe Héctor R. Gómez: Arquitecto y profesor. Delegado docente de EEST Nº 2. Integrante de la Lista Azul y Blanca en la Multicolor Suteba La Plata – Ctera.
escribe Héctor R. Gómez*
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