Donnelley Argentina es parte de una multinacional “número uno en el mundo”, como nos cuenta Nando, de la Comisión de Prensa y Difusión de los trabajadores. Es una de las imprentas más importantes del país, con clientes como Editorial Atlántida (Billiken, Para Ti, Gente), entre otras.
Donnelley Argentina es parte de una multinacional “número uno en el mundo”, como nos cuenta Nando, de la Comisión de Prensa y Difusión de los trabajadores. Es una de las imprentas más importantes del país, con clientes como Editorial Atlántida (Billiken, Para Ti, Gente), entre otras.
Hace unos meses, Donnelley quiso despedir a más de 120 empleados y presentar un “recurso preventivo de crisis”, a lo que la Interna y el gremio (Federación Gráfica Bonaerense), se opusieron advirtiendo que saldrían a la lucha. El Ministerio de trabajo tampoco aprobó este plan patronal. “Querían 123 despidos, una rebaja salarial y cambios en las condiciones de trabajo”, cuentan los trabajadores.
Ariel, otro trabajador, nos contaba “Durante todo el fin de semana hubo rumores, y el lunes nos encontramos con la planta cerrada. Ahí empezamos a analizar tranquilos. Decidimos en asamblea lo que llevamos a cabo. Los compañeros de la interna fueron al Ministerio en la Plata, y ahí se decidió la conciliación obligatoria, lo que nos avalaba para seguir trabajando. La empresa se fugó. La planta está funcionando por los obreros solos. Nos estamos organizando, para cubrir algunos puestos claves, como cocina, pre impresión, mantenimiento. Tenemos clientes, y gracias a dios y con la voluntad de todos vamos a sacar esto adelante”.
Cristina y la ley antiterrorista
El jueves 14, la presidenta usó el conflicto de Donnelley, para inscribirlo en el eje “gobierno o buitres”, por el que CFK pretende hacer pasar la política nacional. Afirmó que la quiebra de Donnelley fue una maniobra de fondos buitres que son accionistas de la empresa. Con este argumento, y como siempre “pegando de zurda”, Cristina anunció que le aplicaría a la empresa la ley antiterrorista. Si bien los trabajadores de Donnelley valoran el discurso de la presidenta como positivo, “nos da un respiro, juega a nuestro favor porque se tiró contra esta patronal buitre”, dice Nando, esto sienta un precedente peligrosísimo para el movimiento obrero y popular, porque esta ley puede volver a ser utilizada en cualquier momento contra los trabajadores, por lo que es justo luchar por su derogación.
“No vamos a dejarnos cooptar por el gobierno, porque sabemos que hay muchas fábricas con despidos, como Lear, en la carne, en todos lados. Esto no nos va a cambiar que seamos una fábrica combativa, y que la vamos a pelear”, afirma Nando.
Como es Donnelley
RR Donnelley tiene cerca de 600 plantas en 40 países. “En Argentina, el año pasado tuvo una rentabilidad del 5,3%, eso muestra que no está en crisis. No tiene deudas en los bancos ni con los proveedores”, dice Nando, saliendo al cruce de los argumentos de la empresa y de un sector de la prensa, que justifican la quiebra.
En Donnelley Argentina trabajaban en tres turnos cerca de 400 personas, entre operarios y administrativos. Salvo una enfermera y una compañera de limpieza, todos los operarios son varones, porque “Donnelley a nivel mundial tiene una política de discriminación y no toma mujeres”.
Ariel afirma que “Sabemos que los culpables se fugaron y tienen que pagar por eso. Hay una parte que decidió no venir a trabajar, porque prefiere cobrar su subsidio. Los que estamos acá queremos mantener el puesto de trabajo. No queremos que nos paguen nada, solamente el sueldo, y que nos den la seguridad que vamos a seguir trabajando, La empresa se llenó los bolsillos y se fue”, mientras cuenta que hay 800 toneladas de papel sólo de Atlántida, lo que garantiza la continuidad de la producción para algunos meses.
Estatizar, nuevo patrón
o cooperativa
Estas son las tres alternativas planteadas hoy para los trabajadores. Nando dice sobre esto “A nosotros la que más nos gusta es la estatización con control obrero. Que sea del Estado y la gestionemos nosotros. Esto es lo que se decidió en asamblea, como primera alternativa. Si viene otra patronal, mantener las mismas condiciones de trabajo; y en última instancia la cooperativa”.
Esta postura de los trabajadores –avalada por un sector de diputados que presentó un proyecto de expropiación- choca con el planteo del gobierno nacional, expresado a través del jefe de Gabinete Capitanich, que plantea buscar “un inversor privado”. Ya aparecieron en los medios versiones que este “inversor” podría ser el empresario kirchnerista Sergio Spolsky.
Una experiencia inolvidable
“La experiencia que estamos viviendo en la planta va a ser inolvidable para todos. Ha cambiado el ánimo de los compañeros, la relación de trabajo. Todos nos ayudamos entre todos. No existen más las categorías, si uno tiene que barrer, va a barrer, si tiene que ir al comedor, va al comedor, si tiene que ir a tal máquina va. Estamos en el proceso de coordinar con los proveedores, ver los precios de los productos. Para eso hicimos contacto con la cooperativa Patricios, para que nos pasen su experiencia. Nos hicimos cargo de todo el sistema productivo, de la comercialización, todo. Nosotros queremos llevar el mango para nuestras familias. Acá hay compañeros que se bajaron, algunos que se bajaron y volvieron, hay de todo. De ánimo estamos bien. Yo estuve 10 años en la Interna y estaba medio quemado, y esto realmente me revivió, Me sorprendió la moral que tienen los compañeros. Ayer, en una asamblea del turno noche todos los compañeros lloraban. Algunos de bronca, otros de emoción, por la fuerza que tenemos para seguir luchando”, dice Nando.
Cuestiona el borre de los jerárquicos, y desmiente su argumento que los trabajadores son “intransigentes”. “No es verdad. Sólo paramos en el 2011 ante el despido de 19 compañeros, que logramos reincorporar. Nos movemos presionando con la asamblea, y la unidad. Tenemos mucha solidaridad de todas partes. El conflicto ha tenido repercusión a nivel mundial. Salieron notas en Inglaterra, en España”.
Encuentro solidario
El sábado 16 se realizó un encuentro solidario frente a la planta, con la participación de trabajadores de otras fábricas en conflicto, como Lear, Emfer/Tatsa, Honda, trabajadores y delegados de distintos sectores como ferroviarios, metalúrgicos, bancarios, alimentación, compañeros desocupados y jubilados, y agrupaciones políticas y sindicales, entre ellas la Agrupación 1° de Mayo de Kraft, la CCC, el PTP y el PCR, el MST, la CTA, el PTS y el PO.
Ariel decía que valoraban mucho la solidaridad de los trabajadores, y el trabajo de la comisión de mujeres, y agradeció el compromiso de la CCC de mantener la solidaridad activa, incluso con mercadería “para que adentro se cocinen”, como decía un compañero de la CCC de Escobar.
Al finalizar la extensa jornada, con activistas de distintos lugares de trabajo, reafirmaron el apoyo a los trabajadores de Donnelley por la estatización, y a los de Lear por la reincorporación de los despedidos y el reingreso de la Comisión Interna.
Es necesario rodear de solidaridad esta lucha para garantizar la fuente de trabajo, y parar la oleada de suspensiones y despidos en la Zona Norte del GBA y en todo el país. Esto solo será posible con la más amplia unidad del conjunto de los trabajadores, bregando para concretar un paro de 36 horas, activo y multisectorial.
