Juan Carlos Alderete, diputado nacional por la provincia de Buenos Aires
Llegamos a esta sesión con grandes necesidades en una gran porción de nuestro pueblo y es deber de todos dar respuesta a las grandes urgencias que viven millones de argentinos y argentinas.
En nuestro país hay millones que no tienen la posibilidad de tener ni siquiera un pan dulce y una sidra para pasar las fiestas. Hay que atender las urgencias y dar respuesta para los millones de hambreados, uno de cada dos pibes pasa hambre en esta Argentina. Nosotros tenemos que trabajar para poner un plato de comida en su mesa e iniciar un camino contra el hambre.
Seguramente todos los diputados que están acá conocen la realidad, pero le pido a la oposición que no nieguen la realidad de que hay hambre en nuestro país, que nuestras compañeras de las distintas organizaciones, que tienen presencia desde La Quiaca a Tierra del Fuego, se están quemando la vista cocinando con leña porque si compran el gas no pueden comprar dos kilos más de arroz. Muchos chicos y adolescentes van a dormir con el estómago vacío, duele, por supuesto que duele. Y esas compañeras me han pedido que hable en este recinto y diga esa realidad, que no se siga negando más.
Por supuesto que no somos ilusos, sabemos que habrá que poner en discusión cómo se reparte la torta en nuestro país, qué política de desarrollo industrial y soberano vamos a tener. Muchos dicen que hay que poner el hombro, sin duda los trabajadores, las Pymes, el pueblo, ponen todos los días para levantar la patria. Pero hay que decir que en estos cuatro años hubo grandes ganadores y millones de perdedores, es momento que algunos de esos ganadores pongan algo para empezar a resolver las urgencias de las mayorías.
Está claro que no todos pensamos igual, pero empezamos por ponerle un plato de comida a nuestros compatriotas y que haya un pan dulce y una sidra para brindar en estas fiestas.
Claro que dejaron tierra arrasada y también bombas en todo el país y agitan permanentemente. Nuestros compatriotas necesitan un pan dulce, una sidra para poder brindar en estas fiestas.
Muchos sectores están golpeados, las economías regionales, los campesinos, los originarios, los de los cordones verdes. Hay que darles rentabilidad porque no es como dicen algunos, no existe un campo, hay distintos sectores en el campo, como pasa en las ciudades. Incluso entre los productores de soja, por ejemplo, no todos tienen la misma escala, por eso en su momento hay que segmentar las retenciones. Hay que cuidar a los pequeños y medianos productores. A las Pymes que han cerrado de a miles. Tenemos que defender la industria nacional, generar las condiciones para dar créditos blandos, poner la producción en marcha, inversión tecnológica, podemos apoyarnos en el gran potencial científico de nuestro país, en las universidades públicas.
Durante estos años estos sectores, de distinta manera, hemos estado en la calle reclamando y peleando para sobrevivir. Esa pelea de nuestro pueblo va aumentando.
Esto es peor que en el 2001. Hago mal en hablar en forma personal porque pertenezco al bloque del Frente de Todos, en el 2001 fui uno de los protagonistas, y por allí anda un Fiscal que detuvo a los opositores del gobierno anterior, que se llama Stornelli, que me denunció en el 2001 como responsable de la caída de De la Rúa.
Por eso es que no puedo dejar pasar las descalificaciones que han hecho en este recinto algunos diputados, estamos acostumbrados a que nos descalifiquen permanentemente, pero ¿cómo pueden comparar este Proyecto de Ley de Solidaridad con la dictadura? Aquellos que hemos vivido y hemos sufrido la persecución, la cárcel, sabemos que se no se pueden comparar. Algunos diputados han dicho que los que vamos a votar a favor de esta ley somos traidores a la patria. No podemos aceptar mansamente que a los que vamos a votar esta ley nos traten como traidores de la patria.
Verónica Caliva, diputada nacional por la provincia de Salta
Es un honor y un orgullo estar en esta primera sesión. Realmente estamos viviendo una extraordinaria emergencia en el país.
Son muchas las emergencias, es cierto, pero la sanitaria, la alimentaria y la ocupacional son las más graves.
Ayer el ministro Arroyo señaló en el plenario de comisiones que el 50 por ciento de nuestras niñas y niños están por debajo de la línea de pobreza, aunque yo diría de la indigencia. Además, hizo referencia a los datos brindados por el Observatorio de la UCA para el primer semestre. Consecuentemente, la proyección al 31 de diciembre es del 60 por ciento.
En Salta, mi provincia, en los bolsones de pobreza llegan al 80 o 90 por ciento. Ahí están las niñas y los niños wichis y aba/guaraníes que mueren de hambre, desnutridos.
Sé que las diputadas y los diputados del bloque de Cambiemos –a quienes antes miraba por televisión‑ no pueden comprenderlo, no están de acuerdo, no conocen ni entienden lo que significa la solidaridad. Sin embargo, miles y miles de argentinas, sobre todo las mujeres de las organizaciones sociales a las que representamos, de los gremios y de los sindicatos de las trabajadoras y los trabajadores, sí saben lo que es la solidaridad, porque son las que les dieron de comer a esas niñas y niños durante estos últimos cuatro años. Esas personas ayudaron a que los merenderos y los comedores funcionaran. Por suerte el presidente Alberto Fernández viene con un plan contra el hambre como nunca existió en nuestro país. De eso se trata la solidaridad, de que quienes piensan en sus rentabilidades, también piensen en que hay niñas y niños argentinos que dependen de las leyes y de las políticas que ustedes y nosotros tenemos que construir para que puedan comer, comprar un medicamento, un par de zapatillas o un abrigo en el invierno.
Espero que piensen en eso los diputados comprovincianos de Cambiemos que dijeron que el ex presidente Macri llevó agua a la región, esa es otra mentira. No sólo no llevó agua potable ni cloacas, sino que sacó la poca comida que había en Salta. No podemos permitir que se siga mintiendo en este Congreso que está integrado de manera muy diversa. Aquí estamos presentes quienes conocemos el rostro de la pobreza y del hambre, para permitirles mentir. No tienen derecho. No se rían. La muerte de mis niñas y niños salteños no merece la sonrisa de algunas diputadas de Cambiemos que tengo enfrente. Pido respeto al dolor de millones de argentinas que, como decía recién mi compañero, no tendrán el pan dulce ni la sidra en la mesa y pasarán una Navidad amarga sumidas en la miseria.
Por eso el proyecto de ley en consideración se llama de Solidaridad y de Reactivación Productiva, porque hay que generar empleo para esos millones de padres y madres de los chicos que no tienen trabajo. Hay generaciones enteras que no tuvieron la posibilidad de tener empleo, de llevar dignidad a sus casas, de cocinar a sus hijos la comida que querían o pretendían darles.
Celebro que estemos considerando esta iniciativa y también que en este recinto se haya votado la conformación de la Comisión de Mujeres y Diversidad para que empecemos a abordar las problemáticas de las mujeres y las niñas pobres que también estamos en emergencia por violencia de género, porque nos morimos en esos hospitales desmantelados que seguramente el ministro Ginés González comenzará a reconstruir.